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*No-puede-ser* - musité, no podría ser cierto.

Me levanté de golpe y, literalmente, sin pensarlo me dirigí hacia el, y digo 'literalmente' porque ni yo tenía bien en claro lo que le diría o haría. Mis amigos me miraron con los ojos bien abiertos, tal vez no se esperaban esta reacción mía pero, la verdad es que ni yo tampoco porque, como ya había mencionado anteriormente, no tengo ni la más remota idea de que le diré. Ok, Sakura, solo respira y analiza tus opciones más factibles:

'¿Sasuke? ¿Tú eres el neko de mi sueño?'

Mmm no, muy estúpido.

'¿Eres el Príncipe Neko?'

Mmm tampoco, muy directo.

'¡Sasuke! ¡Cariño! ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu mundo?'

Definitivamente no, muy retardada.

Suspiré en mis adentros. Bueno, ya sabré que decir cuando lo tenga frente a mí.

Sasuke – llamé su atención y el volteó a verme, ese momento era ahora.

Sakura – musitó, cosa que de cierta forma me sorprendió pero esa sorpresa se agrandó cuando me tomó del brazo y me jaló hacia un punto incierto, lo que si es que me llevó fuera de la cafetería y pasamos a los vacíos corredores del instituto, me quejé con un gemido por su fuerte jalada a que me dolió un poco pero él pareció haberlo pasado por alto, claro, a nadie le importa que le pase a esta frentona ¿no? Pfff hasta yo me insulto, definitivamente debo visitar al psiquiatra esta semana -.-

En un momento dado, me soltó y solo siguió caminando pero disminuyendo el ritmo, supuse que quiso seguir al margen de mis pasos normales así es que solo lo imité a su lado. Mi compañero no me miraba, así como tampoco miraba su camino, básicamente miraba sin mirar, tenía la expresión perdida; yo lo miraba de reojo, no podía evitarlo, era tan… extraño y… guapo… no sé, tal vez solo sea la intriga de saber adónde nos dirigimos y el porqué hizo lo que hizo, o sea, el mencionarme y jalarme como si quisiera que estuviéramos solos para darme una noticia de lo más frustrante o buscara reclamarme algo, lo segundo lo deduje por su ceño fruncido que poseía en ese entonces pero ahora ya logró relajar sus fracciones, este chavo es realmente… raro.

Podrías dejar de pensar que soy raro, después de todo tu tampoco eres la chava más normal que digamos – me dijo él. Me quede helada, ¿cómo demonios se enteró de lo que pensaba? ¿Acaso era capaz de leer los pensamientos de la gente? Que grosero, debería de existir una ley que prohíba ese tipo de cosas, es muy molesto y, además, ¿a qué se refirió cuando dijo que yo también era muy rara? Pff definitivamente está seco de modales, no sabe nada sobre cómo tratar a una mujer, hombre debía ser – si leemos mentes, ¿correcto?

Ok – fue lo único que salió de mi boca, no sé porque pero fui incapaz de pronunciar otra palabra, después de todo, ni yo estaba segura de cómo debía actuar en ese momento, estaba demasiado confundida.

Él suspiró relajándose más – apresúrate o la odiosa de Xiomi volverá a echarme otro de sus estúpidos sermones, que fastidio – ¿Xiomi?

Subimos unas escaleras, para ser exacta, eran las escaleras que llevaban a la azotea, se supone que el acceso a ese lugar del colegio está restringido pero parece que este chavo que no está enterado aún.

Tenemos prohibido entrar allí – dije, me sorprendí de lo segura que soné, creí que mi voz saldría algo extraña tímida siendo que estoy frente a un tipo al que siquiera su nombre conozco y que apareció en uno de mis sueños, y que se está comportando de lo más extraño conmigo, es decir, no siempre te encuentras con un chavo que apareció una noche en uno de tus dormidos pensamientos y que te lleva a un lugar donde prácticamente está prohibido casi por ley escolar. Ok, ahora que lo menciono, me deberé de internar de una vez en un manicomio, adiós a mi vida normal de adolescentes – *por dios, que dramática u.u*

Las reglas se hicieron para romperse – me respondió esta vez mirándome con una sonrisa de lado, lo cual me pareció increíblemente sexy. Dios.

Abrió la puerta sin problema alguno y me invitó a que pase yo primero, tal vez si tenga algo de modales después de todo; yo solo entré al lugar y esperé a que él haga lo mismo.

Ya te habías tardado, Uchiha – nos sonrió una chava levantándose del lugar donde se encontraba sentada. Esta chava tenía el cabello largo hasta la cintura de un color rojo pasión, aunque más bien, en mi opinión, era color futcia oscuro; tenía los ojos color verde escarlata, eras muy bonitos, debo admitir, y poseía una anatomía envidiable, curvas por donde la mires, sin llegar a ser exuberante; en conclusión, una chava muy bonita, como pocas, todo lo que yo siempre quise ser – Vaya, cerecito, apenas y me ves y ya consigo ser tu ídola – ¿ah? Agg claro, Sasuke dijo que leían las mentes, que tonto. Me golpeé mentalmente, un sonrojo apareció en mis mejillas por la pena e incomodidad del momento, cielos, cualquiera pensaría que soy lesbiana.

Ah – hablé ante su comentario. Ella solo me dedicó otra de sus sonrisas y me indicó el lugar que sobraba a su lado luego de tomar asiento nuevamente, capté la indirecta y rápidamente proseguí a sentarme en el lugar indicado. Sasuke tomó asiento al lado mío de igual manera.

Sakura, si sabes quienes somos ¿verdad? – habló nuevamente la pelinegra. Por supuesto que no lo sé, solo sé que a Sasuke lo vi en sueños, absolutamente nada más… grrr debería dejar de pensar tanto y hablar.

Al así… Sasuke es un… neko ¿no…? –

En efecto – habló el susodicho – al igual que la pesada que tenemos aquí, a quien llaman Xiomi

Muy gracioso, Uchiha – lo fulminó visualmente 'Xiomi' pero luego volteó a mi mucho más relajada y con la expresión con la que me recibió – estas en lo cierto, cerecito - ¿por qué me llama así? – Uchiha es un neko, es más, es el 'Príncipe de los nekos' junto con su hermano Itachi…

O sea, tu novio – la interrumpió Sasuke queriendo molestarla únicamente. Esta respiró profundo.

¿Podrías callarte de una buena vez y dejar de molestarme? Y tu hermano no es mi novio, ya me quisieras de cuñada – le sonrió y él solo bufó frustrado. Siguió hablándome – continúo, yo soy Xiomi Klarson, una insignificante y tú, eres Sakura Haruno, hija de Lionel Haruno, una de las figuras legendarias más valientes, nobles y bondadosas para nuestra nación de 'Nekoland' – noté cierto brillo de esperanza en sus ojos, ¿por qué? – te necesitamos en nuestro mundo

¿A mí? – pregunté confundida, ¿qué iría yo a hacer allá?

Si, a ti, ya lo visitaste una vez y no fue tan malo, admítelo, te terminó gustando – me habló Sasuke y yo lo miré – veras, antes de que tu padre lastimosamente haya… jalado la pata, pidió como último deseo que te buscáramos hasta dar contigo y que deposites tu huella y firma en su tumba, así podrá saber que realmente, al menos, supiste que existía

¿Y? ¿Qué dices? ¿Vienes? - ¿Ah?

Miau? (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora