Wrong

Happy life

Hola a todos, no estaba muerto... solo que no había podido sentarme a escribir apropiadamente haha.

A este fanfic solo le queda el capitulo de Todomatsu y el final.

En fin, espero que disfruten este corto capítulo lleno de azúcar :D

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 Jyushimatsu a veces no entendía las cosas que pasaban a su alrededor, pero esta vez fue totalmente consciente de que su familia había sido dañada. Había sido dañada por el egoísmo de Choromatsu. Y eso lo lastimó profundamente.

Amaba a sus seis hermanos, pero a Ichimatsu lo quería como a ninguno. Ichimatsu era especial, era el menos comprendido al igual que él. Y que alguien que supuestamente lo amaba lo hubiese tratado de romper de la forma tan horrible en la que lo había hecho Choromatsu, le desagradaba enormemente.

Para el quinto de los Matsuno el amor era uno de esos sentimientos sagrados. Se supone que la gente que ama no destruye. Así que Jyushimatsu llegó a la conclusión de que Choromatsu no amaba a su hermano, solo estaba obsesionado, solo quería hacerle daño, pero claramente lo que Choromatsu creyó que era amor... no lo era.

Jyushimatsu había sido el primero de sus hermanos en tener una novia, también había sido el primero en sufrir. Por eso sentía que el amor era algo puro, su amor lo había sido y a pesar del tiempo que había pasado aún recordaba a aquella muchacha de amplia sonrisa y ojos hermosos. Siempre que la recordaba sentía el calor de aquellos días recogido en su pecho, por nada del mundo se hubiese cruzado por su cabeza hacerle daño.

Por eso no entendía a su hermano.

—Homura —balanceó su bate, recordando aquellos días soleados cuando se esforzaba al máximo en hacerla reír —, ¡Hustle! ¡Hustle! —bateó una, dos, tres... quinientas veces. Su fuerza era inagotable.

Quería volver a verla, pero no quería forzar al destino. Para el quinto la vida era algo misterioso y por eso la vivía de forma diferente a los demás. Disfrutaba los días al máximo, sonreía con todo su corazón y trataba de llevar alegría a los demás con sus tonterías.

Y entonces solo sucedió. Un día Homura volvió a la ciudad y como si de un déjà vu se tratase volvieron a encontrarse a la orilla de aquella playa.

Una mañana soleada marcó el reencuentro del quinto Matsuno con Homura, la chica que había sido su primer y único amor. Ese nuevo encuentro encauzo la vida de Jyushimatsu, lo hizo convertirse un verdadero adulto.

— ¿Vas a irte de casa? —Osomatsu no podía creerlo, hace no mucho que Choromatsu se había ido y ahora otro de sus hermanos se marchaba.

— ¡Sí! ¡Voy a convertirme en un adulto! —Jyushi había decidido que quería vivir por su cuenta, quería volverse un hombre autosuficiente para así poder pedirle adecuadamente a Homura que se casara con él.

—Nos vamos a sentir solos sin ti —la madre de los sextillizos nunca espero que sus hijos se marcharan, a pesar de todo le alegraba tenerlos aun en casa—, prométeme que vendrás a visitarnos seguido.

—Claro que si —el quinto sonrió—. Hermano, necesito hablar contigo —se dirigió a Osomatsu, el cual solo asintió y lo siguió fuera de la habitación.

— ¿Qué necesitas?

—Cuida de Ichimatsu —en cierto modo Jyushi se sentía culpable por marcharse y dejar toda la responsabilidad del estado de Ichi en manos de su hermano mayor.

—Déjalo en mis manos —Osomatsu sonrió, sabía que era su deber proteger al cuarto de sus hermanos, se lo había prometido a Karamatsu y ahora se lo estaba prometiendo a Jyushimatsu—. Homura es una buena chica, cuida de ella apropiadamente.

— ¡Claro que sí!

Cuando haces las cosas bien la vida suele ser buena contigo. Jyushimatsu creía que siendo bueno, las vida le traería cosas buenas. O por lo menos trato de llevar su vida de esa forma. Busco un trabajo, alquiló un piso, se hizo responsable de sí mismo y luego de un tiempo cuando sintió que estaba preparado le pidió a su novia que se casara con él.

El día que le pidió matrimonio a Homura trato de recrear su primera cita. Hicieron tonterías juntos, rieron y jugaron como si fueran un par de niños. Y cuando llegó la hora de decir adiós Jyushimatsu se armó de valor.

— ¡Cásate conmigo! —le gritó a todo pulmón mientras que la chica no atino a hacer nada más que abrazarlo mientras lloraba de alegría.

Poco más de un año después de la boda de Choromatsu fue el turno de Jyushimatsu.

La boda fue sencilla pero hermosa, decoraron todo con girasoles. El ambiente que se respiraba era totalmente diferente al que hubo en la boda del tercero, todos estaban genuinamente felices, Jyushimatsu y Homura se veían radiantes y luego de que ambos dieran el sí todos aplaudieron y vitorearon felices.

A la boda de Jyushi y Homura solo habían asistido tres de los hermanos Matsuno. Ese día ni Karmatsu, ni Choromatsu estuvieron presentes.

—Estoy muy orgullosa de ti —Matsuyo se secaba las lágrimas con un pañuelo mientras observaba a su hijo.

— ¡Apresúrense y denme un sobrino! —Osomatsu bromeo haciendo que la pareja se mirara de forma cómplice — ¡Esperen! ¿Ya voy a ser tío?

—Si —Homura respondió contenta mientras era abrazada por su, ahora, esposo.

— ¿Por qué no nos habían dicho nada? —Ichimatsu se unió a la conversación.

—Queríamos darles una sorpresa —Jyushimatsu sonrió—, ¡seré papá! ¡Hustle! ¡Hustle!

Ese día el quinto de los Matsuno dio paso a su vida feliz, acompañado de la persona que más amaba y su familia.