u n o

459 16 3
                                    

Todas nos hemos enamorado del chico incorrecto alguna vez, ya sea porque vive lejos, tiene novia, es tu mejor amigo, está casado o simplemente no sabe que existes. Pero ¿saben lo que más duele? Haberte enamorado de un "casi algo".

Esos son los que te llenan de esperanza. Los que al menos intentan hacerte sentir amada pero, al final, acaban desilusionándote. Como me pasó a mí.

Aunque siempre entendí su razón. Él es un playboy de los finos, de esos que son badboys con el cielo ganado para llevar a cualquier chica digna hasta allí con un solo roce de piel. En ese caso. Yo fui una más de su red y no me arrepiento.

—Bomi, ¿no quieres venir conmigo? Te vas a divertir —insistió Yuka. Con las pocas fuerzas (y ganas) que me quedaban, le hice un gesto bastante vago con mi mano para luego hundir mi cara en la almohada. —Madura, por favor.

Una vez más se está hartando de mí. Sé que va a salir de la habitación, irá a la cocina a por un vaso de agua y me lo va a verter sobre la cabeza, así que me siento en la cama. —No tengo ganas de salir hoy, Yuka. Mis ánimos yacen por el subsuelo con Satanás. Además, no me he maquillado.

—Bomi... —sé también que es buena para dar discursos largos y tediosos así que, en cuanto la escucho dejar mi nombre el suspenso, me dejo caer de espaldas en la cama. Blanqueo mis ojos. —Vale, entiendo. —me golpea la pierna con su palma. Vuelvo a recobrar la compostura y la miro seria. —han pasado meses, superalo.

—No pue-...

—Sí, puedes, Jeong Bomi. —me interrumpe. Gracias por darme alientos, amiga. —vamos a pasarla bien esta noche. Eres una chica guapísima. No tardarás en encontrar un chico a tu altura.

—Pero ninguno co-...

—Todos los chicos son diferentes. —vuelve a interrumpirme. Se vuelve una costumbre suya. —No puedes estar buscándole los defectos a los demás porque no son ese tal Jae Beom. Hay chicos mejores que esa basura.

—No lo llames así. —arrugo el entrecejo con disgusto por su comentario y de manera automática se formó un leve puchero en mis labios. No lo pude evitar. Ya me había hecho enfadar. —no quiero ir y es mi última palabra.

—No quiero ir sola, Bomi. —confiesa, por fin. —Además, como te conocen en el bar creí que podría entrar gratis...

—¿Tan difícil era decir la verdad? Qué bronca, Yuka. En vez de decirme "Tengo muchas ganas de ir a por chicos para mí y no quiero ir sola porque me da miedo y no tengo dinero". —imito su voz, con sorna. —me dices "Superalo" ¿con qué cara?

—Vale, lo siento. Pero no se me ocurría nada. Vienes negándote desde hace mucho y no salimos desde ese día.

—Iré. Bien. Pero me debes una. —sentencio. Ahora sí me levanto, sólo a maquillarme como de costumbre y acomodar mi cabello.

Normalmente tardo una hora en maquillarme, pero en esta ocasión he demorado más por dos razones. A) de verdad no tengo ganas de ir, y B) mi móvil no ha dejado de sonar.

No sé quién es. No es un número que tenga registrado, por lo que simplemente lo dejo sonar.

—¿Por que coño no contestas? —me cuestiona, Yuka. —lleva sonando casi una hora y treinta minutos, y no lo contestas.

—Es un número desconocido —digo. Me miro en el espejo, aplicando delineador en mi ojo. Vuelve a sonar el móvil y lo miro de reojo antes de seguir mi maquillaje. —y privado.

—¿Privado? —ahora es cuando ella lo coge. La veo de reojo también y noto que mira la pantalla con curiosidad. Contesta. —¿Diga? —abre los ojos como platos para verme a mi. Cierro mi delineador y le dedico una mirada curiosa también. —Sí es de ella ¿quién habla? —ahora mira a otro lado, como evitándome —¿qué tan confidencial es el asunto que no puedo saber quién llama?

〘 REPLAY 〙❝Jay Park +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora