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Al día siguiente Sooyoung se encuentra aburrida en el sofá de su casa, tratando de pensar en algo qué hacer, cuando recuerda la tarjeta que recibió ayer de esa joven con el perro...¿Cómo se llamaba?...¡Ah, Sunny!

Se dirige al cuarto de lavado y, de entre la ropa sucia, agarra los jeans que usaba ayer para sacar la tarjeta que le habían regalado.
Mira la dirección que ahí indica y se alegra de saber que no está demasiado lejos de su hogar.
Se arregla y emprende el camino al local.

Es un establecimiento rústico con un color verde en que predomina la decoración, la fachada está compuesta por grandes ventanales que dan una vista panorámica del interior.
¡El lugar está abarrotado! Tal parece que los empleados no perdieron el tiempo con lo de buscar clientela.
Es un sitio amplio así que, a pesar de que hay mucha gente, la cual se arremolina principalmente en el mostrador; hay espacio suficiente para caminar libremente, mas andar con cuidado nunca está de más.

Los gritos de las personas pidiendo sus órdenes por aquí y allá se hacen presentes y las meseras, que usan un uniforme bastante lindo, corren a atender. Incluso hay chicos trabajando ahí, con un uniforme para su género, claro está.

Es entonces cuando al lado de Soo pasa Sunny, apurada y con una bandeja llena de cafés y bocadillos, ni siquiera nota la presencia de la más alta y avanza ignorandola.

—¡Sunny!— Dice la más delgada en un tono alto para llamar su atención.
Ella voltea.
—¡Oh, viniste! En un momento te atiendo, siéntate, si gustas—. La invita, señalando con su barbilla una pequeña mesa vacía con una silla, para después seguir con sus labores.
Sooyoung se queda parada un momento, como a la espera de algo y justo cuando decide hacerle caso a la joven, una mujer se detiene a su lado.
—¿Tú eres la que venía por el trabajo?—Pregunta.
—¿Eh? No, yo...
—¡Pues, felicidades! Lo tienes.
La mujer la empuja a un cuarto fuera de la vista de los clientes, mientras Sooyoung trata de explicarle que no es esa persona que busca, sin excito. —Toma tu uniforme. Cámbiate rápido y sal a atender.
—¡Pero es que...!
—¡Sin peros!—Ella sale, dejando a Soo sola en el cuarto, con las prendas en sus brazos. Otra vez se queda estática. Qué mujer tan necia.—¡Rápido!— Grita, abriendo la puerta de nuevo.
La delgada joven solo da un brinco de sorpresa.

Ahora la alta muchacha lleva el uniforme puesto, por increíble que parezca, le queda bastante bien.
Sale al alboroto del lugar.
—Toma, llévalas a la mesa 5—. La misma mujer le entrega una bandeja con 2 cafés y un pastel de zanahoria, acto seguido se aleja.

Sooyoung no tiene idea de qué mesa es esa, pero debido a la orden, debe tener 2 personas. Cuenta las mesas desde izquierda a derecha y la número 5 tiene a dos chicas jugando con sus celulares. Reza porque sea esa la indicada.
Deja el pedido.
—Gracias—. Dicen las muchachas. Parece que no erró, pero ni siquiera se molestaron en levantar la vista de sus aparatos.
—¡Una orden por acá!— Grita una chica que atiende la barra de pedidos.
Soo decide ir al llamado y seguir atendiendo y así transcurre el día, hasta que el primer turno termina.

Las cosas parecen haberse tranquilizado, pues en el lugar ya solo quedan unos pocos clientes.
—¡Muy bien, todos! Vengan acá—. Ordena la mujer que contrató a la delgada fémina  repentinamente. Todos se reúnen a su alrededor, dejando a un chico atendiendo la barra.— Esta es nuestra primer semana y nos ha ido bastante bien. ¡Un aplauso para todos!— Se escuchan los aplausos y el entusiasmo se puede sentir.— Trae el dinero, por favor, Jessica—. Le indica a una muchacha parada junto a ella.
—Sí, señorita Narsha—. La joven se va al cuarto en el que anteriormente estaba Soo.

En ese momento Sooyoung siente una mano que se posa en su hombro.
—¡Hey! ¿Ya trabajas aquí? No sabía que buscaras trabajo.
Es Sunny. En todo el tiempo que la delgada chica estuvo atendiendo no la había visto, estaba muy ocupada.
—No lo busco. Esa tal Narsha me jaló de repente y me metió al equipo de trabajo.
—¡Café para todos, yo invito!— Grita la susodicha.
—¡Wooooo!— Los empleados gritan de emoción.
—Solamente es porque trabajaron especialmente duro el día de hoy, no se emocionen tanto—. Aclara. —Taeyang, Jonghyun y Choa, preparen los cafés.

—Fue un día acelerado, ¿verdad?—Pregunta Sunny, llamando la atención de Sooyoung otra vez.
—Bastante—. Concuerda, volteándola a ver. No lo había notado antes, pero el uniforme le sentaba bastante bien, hacía resaltar su bien proporcionada figura.—Oye, ese uniforme te queda muy bien.
—Gracias, también a ti. Siempre he dicho que gran parte de los clientes vienen a deleitarse la pupila con ellos—. Se ríe.

Una joven de pelo rubio y corto se le acerca a Soo con una bandeja llena de cafés, ella debe ser Choa. La más delgada toma uno y le da un sorbo.
—¡Oye, está delicioso!
—Sí, creo que el café también ayuda—. Comenta Sunny, siguiendo con el tema de la gran cantidad de personas que acuden al local.

La tal Jessica sale del cuarto con un puñado de sobres.
—Aquí tiene, señorita Narsha—. Dice, entregándoselos a la que deduces es la dueña del negocio.
—Bueno, muchachos, acérquense por su dinero—. Dice ella.

Hacen una fila y uno a uno van recibiendo su sobre, mientras reciben un agradecimiento por parte de Narsha. Al llegar el turno de Sooyoung ella le habla.
—¿Qué tal tu primer día de trabajo, te gustó?
—La verdad es que yo no...
—¡Oh, vamos! El café es delicioso y la paga es buena, no te vayas tan pronto—. Exclama Sunny, que se encuentra detrás de Soo en la fila.
La más alta toma el sobre, lo abre y se sorprende con la buena cantidad de dinero que recibe.
—¡Vaya, es cierto!
—¿Entonces, qué dices, te quedarás? Si lo haces te enseñaré a clasificar granos de café—. Ofrece la muchacha a sus espaldas.
—Pues...¡Está bien!
—¡Yeih!—Dice emocionada.

*Kirari Ai

<3

Perros y café (SooSun versión) por Kirari Ai {FINALIZADO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora