Cap 1ero||La Academia.

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El sol resplandecía en lo alto del cielo un día del otoño temprano, las hojas de las vivas calles de Ethernia todavía no se marchitaban. Este sería el inicio de las clases en la Academia Mounsor para Mandamientos.
Un niño de negro cabellos corría alegremente hacía las puertas de la academia, este sería su primer año. Un pequeño grupo se hallaba a puertas del majestuoso y rebosante de grandeza edificio. Las puertas de gris metal se abrieron con sutileza mostrando la entrada al campus. Los jóvenes de todas las edades entraron, el grupo no era numeroso pero si muy diverso. Jóvenes de muchas edades y apariencias caminaban con rapidez hasta las puertas internas del edificio. La reunión de primer año se celebraría en el último de los tres pisos.
Nuestro audaz joven pasó por los pasillos abarrotados de personas que en un futuro serían sus compañeros de clase y de escuela.
El edificio mayor, el edificio escolar, era inmenso para el pequeño joven. Su travesía por pocas partes de la escuela fue muy grato, pero su llegada a la sala de reuniones lo maravilló. Un pequeño grupo de apenas ocho chicos lo esperaba, al frente de estos una profesora de castaños y rizados cabellos lo guiaba a sus asientos.
—Me presentó, soy la profesora Yamila, maestra de historia en la academia. —Empezó con la explicación la profesora. —Como bien sabrán, hace más de veinte años, extrañas habilidades empezaron a aparecer en la gente. Estás habilidades tomaron el nombre de Mandamientos, al ser concretamente diez. A día de hoy, solo un niño de cada cinco mil de personas nace con estas habilidades. Por lo que estos singular y poderosos especímenes son la nueva esperanza de la humanidad, son capaces de traer paz al mundo y de enfrentarse a los problemas de la sociedad. Pero para esto, sus poderes deben ser desarrollados al máximo y su mente debe estar preparada para ser parte de la "Milicia Capital".
Las palabras de la profesora resonaron en la clase, hasta que una figura alta e imponente se paró frente a la puerta dispuesto a hablar.
—Diríjanse por aquí para ir a las clases prácticas. —Su voz era gruesa y profunda, era un muchacho joven de pelo castaño y sus ojos marrones se veían detrás de unos lentes negros.
—Sigan al profesor Nickolas. —Ordeno en voz suave la profesora Yamila.
—Llámenme Nick, seré su profesor de lucha.—contesto esbozando una sonrisa.
El grupo de jóvenes bajó por unas finas escaleras de madera blanca con escalones de mármol. Todo en la prestigiosa escuela era de alto valor económico, incluso las canchas deportivas donde un piso de madera perfectamente lustrada marcaba varias canchas de pelea cuerpo a cuerpo, del tamaño de una cancha de tenis, donde se realizarían las pruebas atléticas.
El profesor se paró delante a explicar las reglas de la escuela.
—En esta academia—Empezó a explicar—Las clases de la mañana serán teóricas como historia, lenguas o matemáticas. Pero en la tarde las clases serán de lucha, deportivas y prácticas. Ya conocieron a Yamila, la profesora de historia. Yo soy Nick, su profesor de lucha.
El grupo miro asombrado y salió a los vestidores a cambiarse. El uniforme deportivo era un resistente traje de cuerpo entero, con los colores rojo y azul característicos de la escuela.
—Para empezar, deberán luchar en batallas 2 contra 2—La complexión atlética del profesor de lucha que los había guiado se escondía detrás de un uniforme azul, como el de todos los varones de la academia—Eso les permitirá conocerse mientras desarrollan sus habilidades

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