Ten Commandments

Cap 2ndo||El Examen de Ingresante

A su lado se encontraba un chico de dorados cabellos con la mirada tapada por su flequillo, pero unos ojos celestes con un toque de gris se escondían debajo.
—Hugh Neal. —Presento el maestro. —Justicia, el mandamiento de fuego. Habilidad "Fireball".
El profesor acaba de nombrar a Hugh, dijo su mandamiento, que era Justicia, y su habilidad especial "Fireball". Llego el turno de su compañero.
—Leen Leckzir. —Se refería al joven de cabello rubio. —Piedad, mandamiento de oscuridad. Habilidad "Dark Pulse".
Miraron delante de él, un chico de cabello rubio claro y ojos verde esmeralda se encontraba del otro lado, con una amenazante mirada. A su derecha un joven cuyo cabello era más oscuro, pero aun así rubio, sus ojos de color madera resaltaban y su expresión denotaba desconfianza.
—Iván Zubek.  —Se refería al chico rubio claro—Justicia, Mandamiento de fuego. Habilidad "Incinerate".
Hugh se sorprendió, era su mismo mandamiento.
—Franco Leone. —Era del otro chico de quién hablaba—Paz, mandamiento de agua. Habilidad "Liquid Whip".
Ambos grupos miraron a los ojos del otro. La lucha estaba por empezar.
Una llama se prendió por sobre la mano cerrada en puño de Hugh, este la lanzo hacia la cara de Iván. Pero su rival de repente prendió su brazo en llamas. Logro cubrirse del ataque absorbiendo el fuego.
—Tu tonta habilidad de bolas de fuego no es tan poderosa como "Incinerate". —Iván reía con un tono burlón y maníaco.
Corrió con su brazo en llamas contra Hugh y lo golpeó en la cara. Su rostro estaba quemado y sangraba, pero Hugh se levantó y le dio un puñetazo en la nariz. Iván retrocedió de a poco hasta casi caer al suelo.
—Haz algo maldito inútil. —Le gritó a su compañero.
Franco tomó un poco de agua de una fuente situada alrededor, estaba dispuesta para manejarla. Sus manos temblaban, pero logro lanzar ese líquido como si de un látigo se tratara. Leen que se encontraba inmóvil fue azotado fuertemente.
Entre los dedos de Leen, una bola de rayos negros se formaba. Su mirada se oscureció, y tomó la bola y la lanzó con fuerza hacia Franco. Esta le dio en el estómago, gimió de dolor y cayó al piso. Su traje se había roto por una rajadura en forma de cruz, no era muy profunda pero sangraba.
Franco soltó un gemido ahogado y se puso de pie. Volvió a tomar agua entre sus manos y un nuevo látigo dio contra la cara de Leen. Un profundo tajo sangraba en su rostro.
Leen juntó sus manos y una gran esfera oscura se creó. Su cabello se levantó dejando ver sus ojos, gritó de rabia mientras lanzaba la bola con todas sus fuerzas con ambas manos. Esta golpeó en el pecho de su enemigo, dejándolo en un charco de sangre con una gran cortada en el pecho con forma de cruz.
Del otro lado del campo de batalla, Hugh estaba siendo brutalmente golpeado por Iván. Su cara sangraba y sus heridas se calcinaban con el fuego del brazo de Iván. Arrodillado en el piso, gemía de dolor con cada golpe. Pero algo detuvo la ráfaga de quemados puñetazos. Una esfera oscura pegó en el cuello de Iván haciéndolo retroceder.
—Se acabó la diversión. —Dijo con una sonrisa malévola. Tomo la cara de Hugh y la pateó hasta dejarlo inconsciente.
Leen se ardió en cólera y lanzó otra esfera hacía la cara de Iván. Una cruz apareció cortando toda su nariz y dejándolo sangrante en el piso.
—No abuses. —Dijo de manera fría hacia Iván.
—Hugh y Leen, ganadores de la primera batalla. — Gritó el profesor.

Luego de unos minutos, en una cama de enfermería, Hugh habría sutilmente los ojos. La primera cosa que logró divisar con sus ojos todavía borrosos fueron los ojos de Leen.
—Ven, tenemos que ver la otra batalla. —Dijo con una sonrisa fría.