El Secreto Entre Dos Mundos

Capítulo 1

Me desperté en medio de una sala. Miré a mi alrededor. Necesité un momento para enfocar. Solo podía ver las cabezas de unos seres que no tenían rasgos faciales. En el techo podía ver mi reflejo. Estaba tumbada. Me intenté levantarme pero era como si estuviese paralizada. Solo oía el sonido que proyectaban estos seres, pero no entendía lo que decían. Estaba bastante asustada. Después de unos minutos se callaron, me pareció una eternidad. Me intente levantar, pero en cuanto me puse de pie me desmaye y caí al suelo. Pensé que lo que había pasado era un sueño.

Cuando me desperté estaba tumbada en una cama metálica, tapada con una manta verde. Que, por cierto, picaba. Empezé a mirar a mi alrededor y me senté. Había un chico sentado a mi lado, me quedé mirándole a los ojos.Eran verdes, con motas doradas, me perdí un segundo en su mirada y luego reaccioné.

-¿Qué...qué esta pasando?¿Dónde estoy?
-Soy Marc- dijo él mientras me sonría dulcemente- cuidado, no te muevas deprisa que tienes una herida en la pierna.
-No me digas, me estoy desangrando y no lo había notado- lo dije con un tono sarcástico.

Pero le hice caso y me volví a tumbar.
Él salió de la habitación y me quedé tumbada intentando recordar lo que había pasado. Lo estaba intentando con todas mis fuerzas. Pero no había nada. Sentía como si hubiera un vacio en mi mente, mi memoria estaba vacía. No encontraba ningún recuerdo sobre como había llegado allí o quién era y eso era frustrante.

Marc entró en la habitación con el puño cerrado y un vaso de agua en la otra mano.

Se acercó a mi y dijo:
-Tómate estas pastillas.
-Gracias- dije yo preguntándome quién era.

Me tome las pastillas que me dió. Después de un rato me encontraba mejor. Ya no me dolía tanto la pierna. Marc se quedó sentado a mi lado mirándome fijamente.

-¿Que estoy haciendo aquí?- le pregunté con un tono serio teniendo en cuenta la situación en la que estábamos. Yo estaba con la ropa destrozada y medio quitada debajo de la manta y él estaba sentado a mi lado mirándome pensativo.

-La verdad es que no lo sé- él sonó bastante confundido- Mis señores me llamaron y me dijeron que había una chica que necesitaba cuidados.
-¿Qué eres?¿Una especie de caballero que viene a salvar damiselas en apuros?- Le dije con bastante sarcasmo ya que parecía como si él sintiera pena por mi y también puse énfasis ya que estaba enfadada.
- Lo siento- dijo él en tono burlón.

Creo que sentía como si me hubiese burlado de él. Pero en realidad estaba enfadada porque no me acordaba de nada. No podía encontrar ningún recuerdo en mi memoria. Lo único que encontraba era mi nombre. Que es Lucy. Y la otra cosa de la que me acordaba en realidad no era un recuerdo, era como una sensación. Sentía que no pertenecía a ese lugar, pero me encontraba bastante unida a ese extraño chico que estaba sentado a mi lado. Era como si ya le conociera, pero parecía que él a mi no me conocía de nada y era la primera vez que me veía.