El Secreto Entre Dos Mundos

Capitulo 4

Me desperté otra vez tumbada en esa asquerosa cama. Pero esta vez seguía teniendo la ropa puesta e intacta, por lo que yo veía. Me escocía mucho la espalda. Miré a un lado y ahí estaba Marc.
-Por fin te has despertado- Me miró con bastante alivio -¿Qué te ha pasado?- Sonó bastante preocupado
-¿No te has enterado?-dije con un tono bastante burlón.
-No, por eso te lo pregunto- Dijo él.
-Pues tu queridísimo señor a empezado a hacerme preguntas y yo no sabía las respuestas.- Empezé con un tono sarcástico pero acabé hablando con un tono bastante doloroso -Y decidió que estaba mintiendo así que empezó a pegarme latigazos.

-¿Puedo ver las heridas?- Dijo con preocupación y resignación -Venga, quítate la camiseta.
-¡No te lo crees ni tú!-Exclamé, un poco enfadaa ya que no me parecía lo adecuado teniendo en cuenta la situación.
-No lo digo por eso.-Su voz sonaba burlona.
-¿Entonces por qué?- Después de formular la pregunta me di cuenta.
-¿No sé, a lo mejor para curarte las heridas?- Parecía irritado a la vez que sarcástico
-Vale, vale, tampoco hace falta que te pongas así.- Se lo dije irritada y sarcástica al mismo tiempo.
-Quítate la camiseta- Sonó prepotente. -Tengo que curarte las heridas- Eso sonó más relajado.
-No pienso quitarme la camiseta delante tuya-  Me parecía que él estaba siendo un poco forzoso.
-Si no te quitas la camiseta tú, voy a tener que quitartela yo.- Lo dijo divertidamente

-Le miré con cara de odio y dije:
-Está bien- Puse los ojos en blanco pensando por qué insistía tanto. Me empezé a quitar la camiseta forzosamente ya que me dolían mucho las heridas de la espalda, y él, al ver que me costaba, se acercó a mi y me ayudó a quitarmela.

-Me sonrojé al ver que se quedó mirándome -¿Que miras?- Dije aún sonrojada
-Eh...nada- Él desvió rápidamente su mirada pero pude ver que estaba sonrojado -Bueno, venga, tengo que curarte

Él cogió el alcohol y se acercó a mí por la espalda, estaba muy cerca, demasiado...
Empezó a desinfectarme las heridas, yo apreté los puños e hice una mueca de dolor ya que me escocía mucho.
-Cuidado

-Lo siento, pero tengo que desinfectartelo.- Él me apartó el pelo cuidadosamente para poder curarme todas las heridas, yo solté un respiro al sentir su respiración en mi cuello.
Me sorprendí un poco al notar que me baja la tira del sujetador para echarme el alcohol pero vi que se detuvo.

Se quedó mirando mi espalda, parecía extrañado. -¿Y ese tatuaje?- Dijo mirándome fijamente.
-Eh...no lo sé,- Dije frustrada ya que no recordaba nada de mi pasado. -no recuerdo nada.
Él se subió la manga de la camiseta dejándome ver un tatuaje. Me quedé paralizada al ver que era exactamente igual que el mío.
-¿C-como es posible?