diary ; [ joohyuk ] (PAUSADA)

2 장

estaba nervioso, no, nervioso no. estaba ansioso. llevaba años esperando este momento...

la voz de una mujer despertó al chico de su placido sueño. éste miró a su alrededor sintiéndose perdido.

"en pocos minutos aterrizaremos..." alcanzó a oír.

los ojos de minhyuk se abrieron como platos al percatarse de la situación. había llegado, después de tantos años estaba en... en casa.

el chico, intentando peinar su recién teñido cabello, anduvo por el amplio aeropuerto buscando sus pertenencias. una vez las consiguió, comenzó a caminar por el recinto apreciando cada detalle, leyendo cada cartel, observando a cada persona. nada había cambiado, pero se sentía diferente. se acercó hasta un starbucks muy mono que había al lado de la salida, pidió un unicorn frappucchino y se dirigió hasta la parada de taxis.

guardó sus maletas en el maletero y se subió. el viaje fue tranquilo y callado, minhyuk escuchaba sus canciones favoritas mientras apreciaba los hermosos paisajes urbanos de seúl.

el taxi estacionó en frente de un un edificio de apartamentos. el rubio pagó con una enorme sonrisa en su rostro y salió del coche, subió casi corriendo hasta lo que sería su hogar y entró emocionado.

no era muy grande, no era muy bonito, no era gran cosa, pero era suyo al fin y al cabo. pasó el pequeño pasillo que había en la entrada y dejó toda su carga en el sofá que había en aquel renacuajo salón. el apartamento era simple, un salón pequeño, una cocina estrecha, un baño minúsculo... pero nada de eso importaba, minhyuk tenía suficiente con la hermosa habitación que traía ese apartamento.

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las próximas dos semanas habían pasado a gran velocidad entre la mudanza e ir de tienda en tienda comprando lo necesario para sobrevivir. pero el día había llegado. hoy empezaba por fin las clases. emocionado a más no poder, minhyuk cogió su mochila y salió del departamento.

camino por las frías calles canturreando the manual de uno de sus cantantes favoritos, eddy kim. la aguda voz de un chico despertó a minhyuk de su trance, éste estaba unos cuantos metros en frente del rubio. cantaba a pleno pulmón en medio de la calle. su voz era hermosa, era angelical...

decidió acercarse.

"perdón." dijo minhyuk, interrumpiendo al chico. "tu voz es preciosa." confesó con su característica sonrisa.

"gracias..." contestó tímido, mirando al suelo.

"me llamo minhyuk." se presentó. "¿tú también vas a sopa?" preguntó curioso.

"em... sí." el chico estaba incómodo y minhyuk lo notó.

"no seas tímido." le volvió a sonreír cálidamente. "¿qué cantabas?" minhyuk caminaba a paso lento al lado del chico sin nombre.

"scars, de james bay." seguía mirando al suelo.

"ahá, a mi también me gusta mucho james bay, let it go es de mis canciones favoritas. espera..." se sentó en el húmedo suelo, buscando algo en su mochila. "aquí está." sacó un pequeño ukelele. "¿te apetece tocar algo?" al chico le hacía mucha ilusión cantar con alguien, hacía años que no cantaba...

"yo... es que... llegaremos tarde." intentó excusarse.

"no, que va. ya hemos llegado." explicó minhyuk señalando a un gran edificio que había enfrente de ambos.

"oh." soltó sorprendido el chico.

"va, solo una canción." suplicó.

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jooheon salió del coche recibiendo la mirada de la mayoría de adolescentes que había a su alrededor. Ya estaba acostumbrado a eso, incluso le gustaba. era normal atraer miradas, el coche del que había bajado probablemente valía más que la mayoría de las casas, apartamentos o cualquier zona habitable de muchos.

se alejó del aparcamientos de la facultad para dirigirse a la entrada pero su paso fue cortado por un cumulo de gente. jooheon, molesto, comenzó a abrirse paso entre las personas de manera bastante grosera hasta que se quedó paralizado. la voz, aquella voz... había cambiado, pero a él nunca se le olvidaría esa voz. con rápidos movimientos acabó quedando delante de todo. estaba en shock. él estaba ahí, estaba en corea, estaba delante suyo.

no recordaba cuando fue la última vez que escuchó esa hermosa voz cantar.

"minmong." dijo en voz alta, interrumpiendo esa pequeña acoustic session casual.