𝙋𝙤𝙡𝙫𝙤 𝙡𝙪𝙣𝙖𝙧

ʟᴀ ᴘᴇʀsᴏɴᴀ ᴅᴇ ᴍɪs sᴜᴇñᴏs

La luz solar entraba por su ventana, ya que la había dejado abierta la noche anterior. Se levantó sobresaltado, sentía su corazón desenfrenado y lágrimas en los ojos, un sentimiento de vacío instalado en su pecho.

–¿Por qué estoy llorando?–se preguntó a sí mismo mientras limpiaba con las yemas de sus pulgares sus lágrimas.

Por alguna razón, su última acción le hizo recordar algo, pero no sabía que era aquello, había tenido un sueño muy lindo, había soñado que estaba en la Luna, y lo que más le gustó de aquel sueño, fue un chico azabache del que no recordaba su nombre. Sintió decepción, debido a que en el fondo de su ser anhelaba que no fuera un sueño.

Se levantó de la cama, tan rápido que se mareó por unos
segundos, ya cobrando sus cinco sentidos, se dispuso a cambiarse para ir al colegio, se paró frente al espejo y se empezó a desabotonar su camisa de pijama, se fijo que, en el bolsillo de este había un frasco pequeño, donde había polvo plateado y brillante, en la etiqueta que tenía decía "moondust", pero su mal inglés no le ayudaba a comprender lo que decía, por lo que extrañado, guardo el objeto en una caja de madera que tenía en su buró, y se dispuso a desvestirse para comenzar un nuevo día.

Llegando a su aula, buscó con su mirada a su mejor amigo, ya localizándolo, se acercó a su butaca que estaba a lado del antes nombrado.

–Llegas cinco minutos tarde, si sigues así tendré que ir a tu casa a levantarte–mencionó Jimin con fingida molestia, con una leche de chocolate en cartón en su mano derecha, mientras que la izquierda estaba en su cintura, tenía el ceño fruncido y sus labios hacían un puchero.

Taehyung, embelesado por lo tierno que era su mejor amigo rubio y cachetón, comenzó a carcajear, ganándose las miradas curiosas de sus demás compañeros.

–¿Qué te da risa?, cállate que por tu culpa nos va a sacar el maestro del salón.

–Perdón, es que te ves tan tierno así, y perdón por llegar tarde pero me desvelé–contestó tratando de regular su respiración.

–¿Ahora con qué te desvelaste?, porque si es otra vez por andar viendo videos de coreanas le voy a decir a tu mamá que te quite el internet–amenazó.

–No, no es por eso, tuve un sueño muy raro, soñé que estaba en la Luna y que conocía a un chico.

–¿No crees que tu soltería te está dejando mal?–preguntó a punto de reír.

–Es que se sintió tan real, Jimin, el chico era hermoso, pero no recuerdo su nombre.

–Ah, Taehyung está enamorado–canturreó lo último.

–No sería el único, aparte de que tú te la pasas suspirando por Namjoon–contestó con una sonrisa burlona por haber ocasionado el rubor en su contrario.

–¿Quieres callarte?

Una tercera voz les saco de su burbuja.

–Kim y Park, si no les gusta mi clase, les pido que se retiren, no voy a tolerar que platiquen en mi clase.

Ambos chicos se asustaron y salieron de ahí más rápido que la luz.

•••

El castaño se encontraba acostado en su cama, había sido un largo día más el regaño que le otorgo su madre por haber sido llamada por parte de la escuela, y si, le habían quitado en internet pero no porque Jimin le hubiera dicho algo a su madre, sino que fue su castigo.

Así, que aburrido, saco el frasco que había guardado esa mañana y lo observo, como no entendía que era, saco su celular abriendo la aplicación de traductor, puso moondust y rápidamente tradujo a coreano, algo que le llamó la atención era que significaba polvo lunar.

Abrió el buscador e investigo más sobre esto, pero nada salía.

Salió de su habitación guardando su celular en su bolsillo del pantalón y el frasco, cerró la manija y bajó las escaleras cuidando que su madre no estuviera ahí.

Cuando observo que no había nadie, tomó la manija de la puerta principal, girando de ésta y corrió después de cerrar la puerta.

Se dirigía al mar, ya que al vivir cerca de el era algo que hacía frecuentemente, después de mucho correr, llego, se quito sus zapatos y arremango la bastilla de su pantalón para que no se mojará, sintió la arena y el agua mezclándose en sus pies, rió por la sensación y levanto la vista para observar el cielo.

"Por favor, recuerda que mi nombre es Jungkook y soy el hombre de la Luna, ¿está bien?"

Esa voz llego a su cabeza, se le hacía tan familiar, demasiado.

Sacó el frasco de su bolsillo y lo llevo directo a su corazón, no sabia porqué, pero sentía que ya había hecho aquello antes.

Y entonces lo recordó, desde el agujero negro, el mar plateado, el chico azabache llamado Jungkook, su corazón latiendo sin control, el beso, y al final aquel chico dándole un frasco.

Y lloró, porque su corazón le quería de vuelta pero no estaba seguro si le volvería a ver...