Los siete pecados. [Editado]

26. [Editado]

"Vivir es sufrir, sobrevivir es encontrar algún significado en el sufrimiento".

-Frederick nietzsche.

Gabriel miraba como aquel adolescente que siempre estuvo por los pasillos riendo y haciendo bromas estúpidas ahora permanecía con la cabeza agachada. Ninguno de los dos habló por un buen rato, solo el silencio los abrazaba en esa habitación que comenzaba a tornarse cada vez más oscura a causa de la hora, del anochecer aproximándose.

-Empieza por donde quieras, a decir verdad me sorprendió mucho el verte aquí.- No trato de disimular la molestia en su voz. A Gabriel no le agradaba ese chico desde antes de lo ocurrido con Paulette, ahora mucho menos lo haría.

-Desde siempre he vivido con la etiqueta de aquel chico rebelde, del estúpido muchacho que juega una y otra vez con las mujeres sin importarle nada. No me malentienda, yo busque a pulso esa reputación.  Todo lo que se dice de mí no está para nada lejos de la realidad.- Hizo pausa mientras miraba a Gabriel fijamente.- Siempre fue así ,hasta que mis padres me trajeron a este lugar.

Trate de hacer las cosas correctamente, pero usted mismo vio que eso jamás sucedió. Este lugar siempre me asfixiaba, todo era tan aburrido que habían muchas veces que planeaba seriamente largarme de aquí y desaparecer de la vida de mis padres para que no volvieran a encerrarme en este sitio.

Un día encontré a una chica, una chica bastante hermosa y lista. Estaba sentada sola en aquel árbol. Al principio pensé que sería como siempre, le diría palabras hermosas y ella caería como todas las demás chicas tontas de las que tanto me divertí...

-Pero ella no es así.- La voz de Gabriel sonó con fuerza. Justin asintió y con una mueca continuó hablando.

-No, Paulette no es así.- Confirmó.- Traté de hacer las cosas bien, comportarme como un buen chico pero lo hice a mi manera. Hice que un amigo perdiera a su novia, quise que huyera como un cobarde dejando a la chica muerta. Rose no se merecía tampoco eso, pero al ver aquello me asuste tanto que me importo una mierda los demás, y solo me aleje de ahí.

-Eres un cobarde.

-Lo soy, pero desde ese día me di cuenta de algo. Paulette está igual de podrida que yo, no es simplemente cuestión de rebeldía, es algo más. Le importo tan poco su "amiga" que inmediatamente desapareció, desligándose de toda responsabilidad. Ella es así, egoísta e impulsiva. Lejos de desagradarme me encanto más, porque ambos tenemos tanto en común que ya no tenía que fingir ser quien soy.

Gabriel se levantó de su asiento y comenzó a caminar por el lugar. No quería escucharlo, no quería saber como fueron las cosas con Justin y su Paulette, no lo soportaría.

-No estamos aquí para hablar de Paulette.- Escupió con amargura, tratando de parecer desinteresado

-Me acosté con ella padre, lo hice y no sabe como lo disfrute.- La expresión de Gabriel se volvió dura. Cruelmente Justin sonrió y continuo.- Su piel, sus gemidos no los puedo sacar de mi mente. Me obsesionan más cada día. Solo quiero volver a estar dentro de ella. Podría morir ahí y ser feliz.

-¡Basta!.- Exclamó Gabriel con asco. Imágenes de Paulette con ese imbécil comenzaron a llegar a su mente. Trato de borrarlas pero fue inútil

-¿Usted también siente lo mismo cuando está con ella?.-Gabriel detuvo su caminata con abrupto. ¿Justin sabía de la relación que ellos mantenían en secreto?.- No sea tímido Padre, puede hablarme con confianza. ¿Quiere que hablemos como ella se mueve íntimamente?.- Cada palabra que salía de la boca de Justin fue dicha con la intención de provocarlo. La respiración agitada de Gabriel lo hizo sonreír, estaba logrando su cometido.- Debió ser bastante excitante follarse a su alumna.