Una semana había pasado,Hasekura hacia lo posible para volver a casa temprano. Las cosas habían empeorado,Kensuke casi siempre estaba en cama y cuando estaba despierto regañaba al niño por cualquier cosa,que porque los juguetes estaban tirados,que porque no hacia caso... Desde hace dos días el niño saludaba a su padre con una sonrisa,cuando este le preguntaba sobre su día,el niño le contaba que por su mala conducta,su madre lo había regañado,cuando intentaba hablar con Kensuke este sólo se quedaba callado,cuando Asaya se cansaba de hablar lo dejaba sólo y caminaba a la habitación de su hijo para pasar el rato con él.
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Llegó a su casa y como ya era costumbre su hijo estaba sentado en la entrada esperando por él.
-hola Aki...-una marca en su pequeño hombro llamó la atención de Asaya.-¿qué te sucedió?-el pequeño levanto la mirada y sus ojitos estaban rojos de tanto llorar.
-mamá... Mamá ya... Se canso de mis desastres.-las lágrimas caían sin cesar,aquella imagen rompió el corazón de Hasekura. Se acerco y lo abrazo,el niño lloro aún más sabiendo que no sería juzgado por su padre. ¿cómo una persona tan pura y tierna había podido hacer eso?
-ve a tú habitación cariño.-dijo después de besar su frente. El niño fue a su habitación mientras que el hombre se dirigió molesto a la habitación.-Kensuke.-al entrar lo hayó en la cama.-levántate.-el castaño se removió un poco.-¿por que le pegaste al niño.-
-ya me cansé de recoger sus cosas cuando las deja tiradas.-
-¡aún así no debes de hacerlo!-
-¡no vengas a decirme que hacer o que no hacer cuando tú no estas al pendiente de él!-
-te lo advierto Kensuke,no toques al niño de nuevo,el no tiene la culpa de que hayas perdido a dos bebes.-el ambiente se puso tenso,Asaya se lamento por haber dicho aquello.-oye lo lam...-
-sal de aquí.-en un rápido movimiento Hasekura estaba fuera de la habitación,Kensuke lo había sacado.
Hasekura suspiro y miro a su hijo,quién estaba en el pasillo mirándolo. Se acerco a él y lo cargo para llevarlo a su habitación y esperar a que se quedará dormido.
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La luz de la habitación estaba apagada,Hasekura entró y la encendió. Kensuke estaba sentado mirando unas fotos que le habían tomado a la pequeña Hinami antes de fallecer.
Asaya se acerco y se sentó a su lado.-lamento haberte dicho aquello.-no hubo respuesta. Tomo al castaño del mentón y levanto su rostro,al verlo se le rompió el alma. Los ojos color chocolate que tanta amaba se encontraban rojos y sin brillo,aquellas muchas lágrimas que había derramado eran por su culpa.-perdóname,realmente no quise decir aquello.-rápidamente beso los labios del menor,quién desde hace tiempo ya no correspondían ante aquel tacto.
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Al día siguiente había sido un reto sacar a Kensuke. Estaban en familia haciendo unas compras ya que Masahiro daría a luz en unos días.
-esperen aquí no tardó.-pidió Asaya alejándose y dejando a ambos castaños en una banca. Kensuke perdía la mirada en cada una de las personas que pasaba,algunas iban felices, otras iban serías,muchas otras compartían su felicidad con quienes iban.
Se ven realmente felices.
-¿y Akira?-
-¿he?-
-¿donde está el niño?-Asaya estaba preocupado,Kensuke miro a su lado y no encontró a su hijo,sintió su corazón atiendo rápidamente y unos nervios horribles se hicieron presentes.
