Capítulo 11 "Melancolía"

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—¿Ya lo notaste?— Preguntó Dinah con cara de pocos amigos a Lauren mientras caminaba un poco encorbada y con sus manos cruzadas.

—¿Qué cosa?.— Preguntó en seco abriendo el candado de su casillero dándole la espalda a su amiga.

— O sea, yo se que tu también lo hueles...— levantó las cejas insinuando algo obvio.

—¿Hmm?...— Se hizo la desentendida.

—Estoy oliendo... Sabes que la nueva va a terminar saliendo con Hayley si no haces nada, ¿cierto?. Y no es reclamo, pero no me gustaría que te dejen por ahí como piedra.—

—¿Piedra?... Ahh... una estatua.— Suspiró la ojiverde— Soy alfa, nadie podría hacerme eso.— Respondió mostrando su exterior despreocupado, observaba al otro lado del pasillo a Camila que tenía puestos unos pantalones de mezclilla azul que ya estaban algo gastados y una blusa roja con un pequeño detalle de una rosa bordada de lado del hombro derecho.
Para Lauren resultaba sumamente tranquilizante observar detalles, pero ésta vez no podía concentrarse, eran detalles que tal vez revelarían mucho o tal vez no significaban nada.

—Mira estoy oliéndote y espero que esa adrenalina que brota de ti sea por enojo y no porque planeas decirle sobre nosotras a Karla. Su madre te asesinaría y si quedas viva después yo, porque al contarle afirmarías tu muerte.— reclamó al oído de Lauren estando molesta.

—Dicen que cuando te convierten en estatua no te mata, dicen que sigues siendo capaz de percibir lo que pasa a tu alrededor...— Contestó a Dinah despreocupada cerrando su casillero con fuerza, haciendo que se marcara la forma de su mano en el metal de la pequeña puerta metálica.

—Mira lo que haces.— Le reclamó Dinah. Rápidamente dándole otro golpe para que no se notara que fue una mano de una chica que no tendría la fuerza para hacer eso. 

Lauren bajó la mirada ante la de Dinah. Pero la levanto en cuanto sintió la brisa del perfume de Camila acariciar sus sentidos y levantó la mirada para buscar y medir su cercanía.

Pero solo la vio entrando al salón de clases acompañada de Hayley y un chico que parecía alegre de cabello castaño con tez blanca, alto y ojos cafés claros.

—Ugh, míralas, me dan ganas de vomitar.— Comentó Dinah una vez que todos entraron al salón de clases y tomaban sus lugares para tomar la clase.

— ¿Por qué piensas que debería molestarme?, solo soy una clase de niñera para esa humana. No se por que le das tanta importancia.—

— Dime que no te importa cuando no cierres el puño con fuerza mientras hablas de ella, Jauregui, estan que derraman miel por todos lados. Si tu no vas a hacer nada yo sí. — Avisó la rubia alta levantándose del lugar a lado de Lauren y caminando hacia Camila, el chico y Hayley. Lauren solo puso su mano sobre su frente en señal de preocupación deseando desaparecer del lugar.

—Hola chicos.— Saludó Dinah y todos se voltearon a verla sonrientes menos Hayley.

—Hola Dinah, el es Shawn y ella Hayley.— Dijo Camila, Shawn se levantó de su lugar solo para saludar con un beso en la mejilla a la rubia alta mientras que Hayley solo extendió su mano ara medio saludar de mala gana.

—¿Que se te ofrece Jane?— Preguntó Hayley sonando amigable sin ocultar que su cara decía otra cosa.

—¿Jane?.. Bonito nombre.— Alagó Shawn. Dinah sonrió con timidez y regresó la mirada para responder a Hayley.

—Gracias Shawn... Y no, no se me ofrece nada, solo quería que me prestaran un rato a Camila.— Expresó sonriente tomando a Camila de la mano y ayudándola a ponerse de pie. 

—¿Y para que yo?— Preguntó Camila algo confundida mientras Dinah la guiaba hacia donde estaba Lauren.

La ojiverde vio a su amiga aproximarse con Camila siguiéndole el paso, miró a todos lados tratando de evadir los incómodos silencios que suponía tendría con Camila al no tener tema viable de conversación.

La agilidad de Lauren con las palabras no era tan buena, así que mejor se levanto rápido de su silla y se apresuró para salir por la puerta para finalmente suspiró y se sentó en en el pasillo desierto. Mirando sus botas negras que lucían algo desgastadas y maltratadas. 

—Oh vaya, Lauren, Que bueno que aquí estas... pensé que te habías marchado.— Dijo Dinah con una mala actuación de una actitud inocente de lo que ella misma trataba de hacer.

—Oh vaya!— La arremedó con sarcasmo mirando a Dinah hacia arriba —¿Ahora qué?...—Preguntó con desanimo. 

—Ven Camila, vamos a sentarnos aquí — Dijo dándole a Camila un jalón delicado, y llevándola a su lado para que se sentara en el pasillo justo a lado de Lauren y ella a lado de Camila— Oh chicas...—Dijo sacando su celular de su bolsillo— apenas me senté y ya me tengo que ir, voy a la oficina del director, no se muevan.— Dijo poniéndose de pie y corriendo por el pasillo.

—Hola.— Dijo Lauren volteando a ver a Camila con las facciones de su cara serias.

—Hola, pensé que no me hablarías...— Dijo sin mirar a Lauren.

—¿Por qué no te hablaría?— Preguntó desconcertada, cruzando sus piernas.

—Note que me veías en la mañana.— Dijo girando su cabeza para que ambas miradas se encontraran.

—Yo solo veía que estuviera todo bien en la escuela...— 

—¿Me vigilabas?— dijo riendo, aún más sorprendidanarqueando una de sus cejas.— Pensé que preferias hablar...— rió.

—No, no, no... Yo no te vigilaba, solo que no me gustaría que alguien te molestara en tus primeros días de escuela.— Suspiro— Pero veo que te amoldaste bien. Nota mental: no me necesitas, Cabello.—Dijo bromenado en un susurro. El silencio se hizo presente en la conversación, justo lo que temía Lauren.— Tu mamá es amiga de mi mamá desde hace un rato, ella nos comentó que llegaron de Florida, dicen que es un lugar muy caliente...— Dijo Lauren mirándola.

— A comparación de aquí, yo diré que sí, hace mucho frío.— Comentó con una sonrisa amable dibujada en su cara, mientras simulaba estar congelandose —A veces extraño ese lugar.— Comentó con nostalgia en la voz, comenzando a jugar con una de las manos de Lauren entre las suyas. La ojiverde de inmediato pudo sentir la tristeza que comenzaba a invadir a Camila, la hizo sentir algo incómoda y molesta con Sinuhe. Se suponía que su hija ya tenía una vida allá, una vida normal de humanos... Pero tal vez la había traido al condado para que no se perdieran los origenes. Pero entonces eso sería doloroso.
Lauren salió de sus pensamientos por un momento.

— Este también es un gran lugar— la animó.— Bueno, el condado es algo pequeño pero grande a la vez...— Trató de explicar.— ven con migo.—Dijo confiada, y trasmitiendo su confianza a Camila.

— ¿A dónde iremos?— Preguntó Camila con una sonrisa que exponía que no tenía manera de saber lo que pasaría después de salir por la puerta a lado de Lauren.

— Siempre esta nublado y lluvioso, ¿no gustaría ver un poco de sol?— Expuso. Camila sin pensarlo asintió con la cabeza con una sonrisa que para la pelinegra era nueva.
La chica lobo entró al salón y recogió a prisa el bolso de Camila y una mochila negra que Lauren solía usar para la escuela.
Tomando la mano de Camila, corrieron por todo el pasillo de la preparatoria junto con miradas emcima hasta que salieron al estacionamiento y se subieron en el auto de Lauren que tenía pequeñas gotas de agua en el parabrisas de la previa llovizna que había humedecido tal vez el condado junto con sus bosques.


Vida de humanos. Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora