Capitulo II

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 I took a pill in Ibiza- Mike Posner

Cuando la cena termina Jack me dice que Lucky nos acompañará y que nos iremos dentro de unos minutos.

Cuando reviso mi teléfono, noto que tengo un mensaje nuevo. Es de Thara:

Mejor Amiga: "¿Qué dices, se acabó el amor?".

Río y le respondo.

Gravity: "lo tuyo y lo mío es incondicional nena, no te equivoques".

En cuanto salgo del chat con ella inmediatamente recibo otro nuevo mensaje pero este no es de Thara.

Número Desconocido: "Sal de tu casa".

Con el ceño fruncido me dedico a revisar la foto de dicho contacto, y lo primero que se ve es un muchacho sonriente, con el cabello negro oscuro como la noche desarreglado.

Pero esas características las conozco perfectamente, porque no es para menos luego de tener más de 7 años enamorada de un niño que siempre me ha resultado inalcanzable, pero es que aunque lo reconozco y no hay manera en el infierno que no esté segura de que si es él, aun no comprendo porque exactamente el no sólo tiene mi número, sino que también me escribe y lo peor es lo que el mensaje indica.

Llevo mi mano a la boca mordisqueando mis uñas, analizo bien la respuesta y escribo:

Gravity: "¿Theo?"

Pero él responde increíblemente rápido para mi gusto, lo que causa que mi corazón empiece a martillar contra mi pecho. Efectos que no cambian.

Theo: "Si, si, sé que te sorprende que te diga esto, pero seriamente necesito que salgas de tu casa y te dirijas al jardín"

"Por favor."

Y yo sigo a punto de sufrir un infarto. Pero aún así escribo mi respuesta sabiamente.

Gravity: "No tengo porque hacerte caso Theo, estás en Canadá, y yo en la comodidad de mi habitación. No tiene sentido que haga lo que me dices."

Me doy palmaditas imaginarias en la espalda. ¿Comportarte así de madura frente a tu crush? Eso es un don.

Theo: "Gravity, por favor, necesito que salgas a jardín. Te prometo que valdrá la pena."

Y así es como no puedo evitar imaginarme un montón de escenarios que me podrían esperar en el jardín si esto fuera una película de romance, pero no es así, es la vida real, y algo en mi interior me dice que él está bromeando conmigo, y que mi jardín está completamente vacío y solo.

Pero aun así decido arriesgarme e ir a donde el me indica, porque de cualquier forma bajare a esperar a mi primo y hermano.

En el momento en el que cierro la puerta principal, lo primero que hago es fijarme en la calle, es ahí donde veo un auto cuya marca no puedo distinguir, pero si logro ver que es blanco. La curiosidad me carcome. Me acerco sigilosamente hacia el automóvil porque no puedo evitar pensar que en cualquier momento alguien me asustara o algo así. Cuando estoy frente al auto siento mi celular vibrar en mi bolsillo trasero anunciando un mensaje:

Mejor amiga: "Date la vuelta amiga."

Puedo sentir como mi corazón se acelera, veo mi celular con aquel mensaje una y otra vez imaginándome lo que me espera cuando haga lo que me pide y noto que mi mano está temblando.

Sé que ella está ahí pero es que no me siento capaz de darme la vuelta.

Estoy paralizada.

Como si fuese una retardada me enfrento a mi crisis de pánico y me ordeno a mi misma darme la vuelta; para encontrarla allí, parada frente a mí con una sonrisa enorme, y mis ojos se llenan de lágrimas antes de que ella salte sobre mi dándome el abrazo que más he esperado y codiciado en estos últimos 2 años.

Ha cambiado. Su cabello está más largo y cortado en capas, y aun cuando esta oscuro noto que el color no es el mismo que hace 2 años.

Cuando me suelta es en el momento en el que realmente me doy cuenta cuanto la he extrañado, limpia las lágrimas de sus mejillas para luego hacer lo mismo con las mías.

-Rayos amiga eres mala.- Es lo primero que le digo una vez he encontrado mi voz, por lo que ella ríe silenciosamente.

-Sorpresa.- Me dice mientras sacude sus manos a los lados de su cara.

-No me lo creo todavía- la abrazo una vez más – Estas aquí, finalmente estas aquí maldición.

-Juntas otra vez mejor amiga- dice mirándome fijamente mientras las comisuras de su boca se alzan en una pequeña sonrisa –y la mejor parte es... que vine para quedarme.

Agrando mis ojos mirándola sorprendida, ya es mucho para mi creerme que está aquí, que se quedara para siempre es mucho para procesar en una noche. En ese momento mi mirada va por sobre su hombro notando que mi familia mira atenta la escena desde el porche. 

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