✧ ཻུ۪۪OS ¡! 〖stray kids〗

changjin

Entró a la habitación del menor, sin hacer mucho ruido pues no quería asustarlo. Los sollozos se oían por toda la habitación que ahora se encontraba oscura.

Observó bajo penumbras el cuerpo del chico al que iba a visitar; estaba hecho bola sobre la cama, enredado entre sábanas y soltando suspiros llenos de dolor.

Se sentó en la cama y posó su mano sobre el cuerpo que se encontraba frío en ese momento a pesar de estar cubierto sobre varias sábanas. ChangBin tembló y buscó con su mirada de quién se trataba.

"—¿Qué te hizo ahora?" cuestionó, intentando sonar sin ninguna emoción, fallando pues la rabia lo delató.

"—Hyunjin Hyung." el menor se levantó, mirando al más alto.

Hwang jamás había visto al menor tan mal, sus mejillas rosas, con rastros de lágrimas. Sus labios hinchados y los ojos también, rojos e inflamados. Las ojeras eran más notorias y sobre su pómulo se encontraba un enorme morete. HyunJin gruñó con enojo.

"—¿¡Ese infeliz te tocó!?¿¡Se atrevió a hacerte daño!?" gritó, poniéndose de pie ya decidido de ir a buscar a Felix; iba a matarlo.

"—N-no, y-yo me caí." susurró Seo, llorando de nuevo al ver al contrario así. Tenía miedo que lo golpeara también.

HyunJin se percató de eso y solo lo envolvió entre sus brazos, haciéndolo llorar en su pecho.

"—Te prometo que lo mataré, lo haré." le susurró, intentando calmar su llanto. "—Debes irte conmigo, vámonos. Prometo que voy a cuidarte."

"—Él te mataría, no quiero que te haga daño." sorbió su nariz, aún soltando lágrimas.

"—¿A qué hora volverá?" preguntó, acomodando al menor en su regazo. Acarició su rostro y besó su nariz con sutileza.

"—Quizás vuelva hasta mañana, siempre es así." respondió, cerrando los ojos tranquilamente y recibiendo los suaves besos.

HyunJin asintió. Alejó su rostro y limpió de nueva cuenta las lágrimas que no dejaban de salir de los hermosos ojos de Seo. Después, llevó sus manos hasta la cadera del menor y  sin más unió sus labios con los contrarios, danzando al son de la lluvia que se encontraba bañando las calles. ChangBin no se negó, no se separó pues aquel beso le transmitía tranquilidad y quería sentirla en ese momento, aun que fuese efímero y al día siguiente la tempestad volviera, necesitaba en ese momento sentir que el ser que más amaba en la tierra estaba a su lado.

El beso no se tornó grotesco, tal vez un poco necesitado sí, pero aquello no lo volvía brusco en ningún sentido.

La habitación abandonó el silencio gracias a los chasquidos provocados por sus labios unidos, querían estar así siempre, junto al otro.

Se separaron, pues la falta de oxígeno hizo acto de presencia. Se miraron directo a los ojos; sus labios abusados, sus mejillas sonrojadas y su respiración agitada. ChangBin empujó al mayor, causando que cayera recostado sobre la cama, sus caderas comenzaron a crear fricción sobre el miembro contrario; Jin le tomó por la cintura y lo ayudó con los movimientos.

De un momento a otro, Hwang se encontraba arriba del bajito, besando y mordiendo su cuello, dejando un sin fin de marcas rojizas por toda su extensión, marcas que después de un rato se volverían violetas.

Las ropas fueron tomando espacio en el suelo y ellos quedándose completamente desnudos, tocándose cada pequeño rincón de sus cuerpos.

"—HyunJin..." suspiró.

"—No digas nada, por favor." pidió y se acercó a besar los labios adversos. "—Somos tú y yo ahora, olvídalo todo y centrate en mí, en nosotros." el menor asintió y volvió a besarlo, con necesidad.

Hyunjin entró en él después de haberlo preparado. Caricias suaves sobre su blanco cuerpo, besos sobre su pecho y estocadas lentas pero profundas.

"—A-ah... ¡Dios!" gimió el menor, soltando suspiros. El sudor cubría sus cuerpos enteros, sus corazones latiendo desenfrenados.

"—Joder, Binnie. Te amo." soltó, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, sin parar sus movimientos.

Seo gimió de nuevo y respondió. "—T-también te amo."  ambos se amaban sin duda alguna, ambos se necesitaban con locura pero no podían estar juntos.

Y al no estar juntos sufrían bastante.

Hwang aumentó la velocidad, abusando de la pequeña entrada del menor. El más bajo era un lío de gemidos, jadeos y suspiros gracias a todas las sensaciones de placer que estaba sintiendo gracias a su amante.

"—Más~" solo eran ellos.

"—¡Oh! Por dios." ¿Por qué no podían estar juntos siempre?

"—No aguanto." gruñó.

¿Por qué no ser felices juntos por siempre?

Ambos llegaron a su orgasmo. Sus respiraciones agitadas y el sudor recorriendo su frente.

"—Vente conmigo."  volvió a ofrecer el mayor. "—Vamonos, voy a cuidarte. Seremos felices juntos." acaricio la mejilla de Seo con miedo.

"—Sé que lo seremos. ¡Joder!" comenzó a llorar de nuevo, el terror de ser descubiertos por Felix era enorme. "—Pero..."

"—Si no deseas irte conmigo ahora, no volveré a buscarte." susurró con dolor. No quería hacer aquello pero debía.

"—No quiero perderte." negó con su cabeza ante la idea. Se puso de pie y recogió un par de cosas importantes antes de vestirse.

Ya cambiado volteo hasta el más alto, aquel yacía vestido; tan guapo como siempre.

"—Vamos a ser felices."

"—Vamos antes de que vuelva."

Me retiro no sin antes decirles que pasen a leer mi nueva historia de esta pareja, es muy linda lo prometo.
Espero y pasen, los leo luego.