chanwoo/woochan

4.5K 372 20
                                    


Estabas ahí, las pequeñas plumas blancas que caían del cielo se posaban sobre tu precioso rostro y se derretían al sentir la calidez de tu sonrisa.

Eras hermoso, tan hermoso que llegabas a lograr que mi mente se perdiera en ti, cada uno de mis pensamientos se basaban en lo perfecto que era todo tu ser. Todo tú. Mis pensamientos sumergidos en lo bastante que te asemejabas a nieve que caía en invierno, tan pura, tan brillante y hermosa.

Me perdía en tu sonrisa cada vez que tú la mostrabas hacia mí, Volviéndome dependiente de aquel precioso gesto.

¿Estaba bien?¿Estaba bien todo esto? Estaba perdido y lo sabía, perdido en tus ojos titilantes similares a las hermosas estrellas que alumbraban la noche y adornaban el cielo. Aquellos ojos que eran un laberinto sin salida pues cada vez que me perdía en ellos no encontraba aquella, o más bien no deseaba encontrarla pues notaba la pureza de tu ser siempre que navegaba en ellos.

Peinabas tu cabello suavemente mientras caminabas a mí, a paso lento, sin prisa. Continuabas comportandote de esa manera que podía ponerme estúpido, que lograba ponerme a tus pies.

"Chan, ¿no piensas venir a jugar?"

Me cuestionaste, tu voz tan melódica me hacía perderme en el tiempo pues me volvía loco. Era tan dulce, tan suave. Era sin duda como escuchar el canto de los ángeles cada que dirigias unas cuantas palabras a éste pobre mendigo que te miraba con añoro.

Yo solo te sonreía, estaba tan sumergido en tu belleza que no podía dar una respuesta por mas simple que fuera. No quería que la magia que desprendían tus ojos al mirarme se esfumara, no lo quería.

Era, quizás, mi propia burbuja de en sueño. Dónde podía observarte por minutos sin cansarme porque, jamás me cansare de ti.

Di unos cuantos pasos hasta tu cuerpo, mirándote fijamente a los ojos. El frío que sentía extrañamente había desaparecido al haberme acercado a ti. Eres mi fuente de calidez, de felicidad, tranquilidad y un sin fin de cosas más.

Me miraste también, nuestros ojos fijos logrando que nos perdiéramos en el alma del otro.

Tomé tu mano y la acaricie, tú sonreíste como nunca, haciendo que mi estómago diera un vuelco, mi corazón latiera desenfrenado y mi alma saliera de mi cuerpo.

¡Bendito sea yo, quien podía deleitarse con tan maravilloso ser!

"¿Podrías , mi bello ángel, permitirme seguir admirando tal belleza que me brindas? Bastantes piezas de arte podrían envidiarte por ser la más perfecta y yo me siento afortunado de poder admirar tal perfección."

Tus mejillas enrojecieron. Amaba bromear pero esta vez iba en serio; no quería jugar, si no, observar y cuestionarme por qué aquel ser tan bello estaba conmigo, ¿un plebeyo como yo tenía aquel derecho de deleitarse contigo?

Estaba enamorado de ti. Tan jodidamente enamorado de ti.

"Deja de bromear, Chan. A veces no eres gracioso."

Inflaste tus mejillas y yo reí enternecido. Eras tan adorable, tan tierno y yo tan débil ante tus encantos. Mi nombre se escuchaba tan hermoso al salir de tu boca, tanto que lograba acelerar mi corazón al mil por hora.

"Hablo en serio, WooJin. Realmente quiero pasar mi tiempo observandote. Hay que salir de aquí."

Te ofrecí y tú no te negaste, era tan afortunado. Tan afortunado de que alguien tan glorioso como tú estuviera dispuesto incluso a ir hasta fin del mundo junto conmigo.

Tomé tu mano y nos despedimos de los chicos, aquellos se molestaron un poco pues les dejamos sin más, pero también estaba seguro de que me envidiaban por llevarte lejos, lo sé.

Me detuviste varios minutos más tarde, yo me giré a verte sin más. Estabas algo agotado y yo decidí descansar un poco.

Nos sentamos en la primera banca que encontramos, Morías de frío y yo moría por abrazarte, por tenerte cerca. Rodee tu cálido cuerpo con mis brazos, colocando tu cabeza sobre mi pecho. Me sentía emocionado, las ganas de besarte habían aparecido de la nada, no podía resistirme a aquellos rosados labios.

Me acerque con timidez de ser rechazado, lentamente amenazando con atacar tus labios, pero tú terminaste velozmente con la distancia que nos separaba; uniste nuestros labios en un dulce beso, lleno de paz, amor y tranquilidad. Volviéndome vulnerable.

Tú eras mi razón de ser.

Veía estrellas, destellos y colores por todos lados.

Cuando nos separamos, tu sonrisa alumbraba aún más, tus ojos brillaban con más fuerza y yo moría lentamente de ternura al verte, porque joder, estaba mal por ti.

Y tú lo sabías, sabías que por ti haría todo y daría todo.

Te amaba y me amabas.

No necesitaba a nadie, a nadie que no fueras tú porque eres mi razón de ser, mi razón de vivir, sonreír y todo aquello. Eres la luz en la oscuridad, eras mi todo.

"Chan, regresa."

Reíste y ¡Dios! Aquello había sido como escuchar la risa de un bebé, tan hermoso y melodioso.

"Todo es tu culpa, cariño. Tu eres el hermoso aquí y logra distraerme, sumergiendome en pensamientos sobre ti."

Bang Chan!"

Ambos reímos, no sé que sería de mí sin ti.

Porque eras tan importante para mí.

Eras como la nieve blanca que adornaba al triste invierno.

 ✧ ཻུ۪۪OS ¡! 〖stray kids〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora