Theodore Grey || #4 (Saga Sombras,Grey)

Capítulo 12 || Aclarar mis sentimientos

Lo que me faltaba, lidiar con una novia insegura con delirios de posesividad.

¿Quién mierda cree que es para tomar mis decisiones?

¿Anastasia? ¿Christian?

¡Joder, estoy furioso!

—Cálmate —pide Ava frente a mí.

—¿Qué me calme? ¿Qué mierda le pasa? Una maldita semana de noviazgo y ya toma partido en mis amistades. ¿Qué vendrá después? ¿Qué deje de hablarte a ti o a Sophie? ¿Qué me aleje de mi hermana? ¿También me va a alejar de mi madre y mis tías? —Ava suspira pesadamente.

—Ted, no puedo ser una jodida perra y fingir que tienes por completo la razón, porque no es así. —La miro sin emoción. La ira me tiene con la respiración acelerada. —Tuviste un pasado de promiscuidad. Eres un hombre sumamente atractivo, de los más atractivo que he visto y no lo digo por ser tu prima. En estos momentos ella sabe que tendrá que librar una batalla contra cada mujer que se acerque, vivirá con la duda si todas las que en algún momento te saluden sean sexo ocasional y eso es muy incómodo. Encima tienes una mejor amiga con la cual me han dicho compartes gran parte de tu tiempo y no es más que una de las mujeres más bellas del país y el mundo. Todo está en su contra.

—Nada justifica sus celos desmedidos. Le deje claro que detesto las escenas como esas. No me gusta que controlen mi entorno. —¡Joder, me siento completamente asfixiado!

—Eres un novato en relaciones. Los noviazgos funcionan así, hay celos, discusiones y rupturas temporales. Cuando la relación tiene el mismo fin hay de todo un poco. Nadie nace con esa experiencia, se aprende paso a paso. Comprendo que se sienta insegura por tu pasado, pero debes también comprenderla y asegurarle que te tiene.

—¿Qué quieres que haga? ¿Qué le proponga matrimonio?

—No. —Los dos giramos en dirección a la puerta en donde está Jackie con los ojos cristalinos, y junto a ella mi hermana, Damián y lo peor, mamá, quien me mira con el rostro serio. —No es lo que quiero —susurra antes de girarse y alejarse.

Paso mi mano por mi rostro exasperado. No quería que mamá mantuviera conocimiento de estos hechos.

—Ava, déjame a solas con mi hijo. —Mi prima asiente sin rechistar.

Damián me mira con pesar, mientras que Phoebe me sonríe nerviosa, temerosa seguramente a las expresiones que sostiene mi rostro.

Mamá cierra la puerta, para luego mirarme por lo que parecen ser interminables minutos, sin despegar la mirada o parpadear.

—Desde que volví me pregunté una y otra vez porque mi hijo mayor, siendo atractivo, no tenía novia. —Se acerca lentamente. Sus ojos se mantienen con el mismo brillo y esa mirada tierna que te hechiza, una contradicción a lo que seguramente piensa. —La respuesta la obtuve cuando muchos me dijeron que para Theodore Grey no existía el amor. Las relaciones eran algo inimaginable, imposible, nulas sin esperanzas de formar. —Se detiene frente a mí. —Luego vi el interés que mostrabas por Jackie. Te mostraste muy atento, solícito, incondicional. —Mi subconsciente me dicta que el corresponderme llegó demasiado tarde, pero decido desecharlo. —Ambos se atraían. Existía esa química que podía hacer funcionar su relación si se diera. —Toma asiento en el borde de mi cama. Me mira fijamente al punto de ponerme realmente nervioso. —Pero ahora veo que todo ha cambiado. Tu atención la tiene por completo una segunda persona bajo un disfraz de amistad que sabes va más allá.

Intento replicar sin conseguirlo, levanta la mano impidiendo que hable.

—No quiero tus evasivas, Ted. Acepté de buen grado tu noviazgo porque estaba segura que ambos estaban en la misma página, y más que todo porque estas en la edad de tomar tus propias decisiones, pero no voy a permitir que juegues con los sentimientos de Jackie.