Capítulo 16 || Acciones

3.1K 351 25
                                    



Despierto sobresaltado por un loco sueño. Miro a mi alrededor como si estuviera en un lugar diferente, pero no es eso lo preocupante, el maldito dolor de cabeza que me aqueja al punto de molestar mi visión.

Parpadeo repetidas veces inhalando profundamente. El olor a alcohol llega dejando una desagradable sensación en mi cuerpo. Las náuseas no se hacen esperar, pero las controlo.

—No vuelvo a beber jamás —me quejo intentando incorporarme a pesar del dolor en mi cabeza y parte de mi pierna.

Imágenes llegan a mi cabeza repentinamente volviendo todo confuso.

¿Fue un sueño?

No, estoy seguro que no lo fue. Ariadna estuvo aquí, le dije que la amaba y besó mis labios.

Mierda, mierda, mierda y más Mierda.

¿En qué momento dejé que el alcohol me dominara?

—Hasta que al fin despiertas. —Giro la cabeza abruptamente hacia el sofá que reposa cerca del ventanal que da al balcón con vista al lago y parte del helipuerto. —Es bueno saber que no lo harás más.

—Papá —susurro incrédulo.

Sus ojos oscuros, amenazantes, realmente intimidantes me observan sin parpadear. Parece un jodido depredar y yo su maldita presa.

—Si, tu padre. —Se inclina hacia adelante remangando su camisa hasta los codos. —Se puede saber, ¿en qué mierda estabas pensando ayer?

Su voz es demasiado calmada para lo que proyecta, lo conozco, sé que de salir con una tontería terminará saltando sobre mí con sus gritos que levantarán a toda la casa y seguramente los vecinos lejanos que tenemos.

Tan dramática mi subconsciente.

—No recuerdo mucho —digo cauteloso. 

Necesito salir de mis dudas a esas imágenes. No creo para nada que Ariadna me besara después de hacerle saber mi sentir y, peor, después de romper un vínculo como el que tenemos.

Sus manos se entrelazan frente a él mientras sus codos descansan en sus rodillas. Sus ojos se entrecierran sin rastro de burla, doble sentido o algún pensamiento que deje saber que su presencia o mis palabras le divierten.

—Es el colmo que recuerdes algo, cuando te tomaste junto a ese bueno para nada que llamas amigo, tres botellas de whisky —espeta. Definitivamente está furioso—. ¿En qué estabas pensando, Theodore?

Es bien sabido que cuando papá utiliza mi nombre completo es en uno de sus ataques de ira y seriedad.

—No estoy para discutir ahora, papá —me quejo al sentir punzadas en mi cabeza.

—¡Me vale mierda lo que quieras! —grita poniéndose de pie. El grito deja un dolor agudo en mi cabeza obligándome a cerrar los ojos—. Estoy harto de tus irresponsabilidades. He tratado de darte tu espacio, respetar tus decisiones, pero lo único que haces es meterte en problemas.

Había durado mucho en reprenderme.

—Lo siento, ¿está bien? —le gruño empezando a enfurecerme.

—¿Lo sientes? —pregunta acercándose amenazante—. ¿Lo sientes? Esa no es la respuesta que necesito ante tu falta de sensibilidad con Jackie, mucho menos hacia el daño que le hiciste a tu cuerpo. Estás en un jodido proceso de recuperación y se te da por emborracharte. ¿Qué parte del guardar reposo y cuidados no entendiste?

Theodore Grey || #4 (Saga Sombras,Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora