Capítulo 36 || Advertencia.

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Miro el documento una y otra vez. Releo cada línea buscando un error, pidiendo a Dios que alguna coma sea un indicativo de que esto está mal, pero la voz de amigo es contundente y decisiva.

Es cierto.

Levanto la mirada hacia él que me observa serio, con preocupación, igual de afectado que yo.

—Esto... —Las palabras se pierden en mi boca.

Una imagen desgarradora de Ariadna y Sam se recrea en mi mente dejando un nudo agobiante en mi garganta. La comparativas de esta verdad se asocian a la situación de papá y mamá con Damon. Puedo imaginar el dolor que causaría esto en Sam, será un golpe sumamente fuerte.

Ahora entiendo a papá cuando dijo que hay verdades que duelen tanto y quiebran el alma. Comprendo a mamá y su miedo, el pánico que le generó saber que no era la madre biológica de Damon.

¡Maldita sea!

La historia se repite en mi pequeña y me agobia tanto ser el portador de esta noticia.

—Puede ser difícil, pero es la realidad. —Desvío la mirada hacia el líquido color amarillento que reposa sobre la mesa de cristal. Lo tomo con manos temblorosas bebiéndolo de golpe.

Cierro los ojos con fuerza soportando el ardor que deja en mi garganta a medida que va bajando, pero ni siquiera eso calma lo acelerado que late mi corazón.

—¿Cómo ha podido guardar esto por tantos años? —pregunto recuperándome un poco.

Mi amigo hace un gesto de labios que no podría descifrar, o quizás sí, pero mi mente conmocionada no me deja meditar en nada que no sea una imagen de padre e hija completamente devastados.

—Es una maestra de la mentira, Ted. Desde que supe su pasado y como lo ha tapado sabía que detrás de esa mujer hay muchas cosas que desconocemos. Su porte de digna y el trato manipulable que me dijiste emplea en Ariadna me decía que algo hay en ella que no encaja dentro de todo esto, y peor, su vinculación a las Lincoln. —Paso mi mano por mi rostro.

Ignoro mis pensamientos desagradables y borro la imagen que se han plantado en mi mente, para darle paso a mi intuición, esa capacidad de análisis que me caracteriza.

—Le fue infiel a su esposo... —Aarón asiente.

—Fue una vulgar prostituta en un bar de mala muerte donde se desarrollaban prácticas ilegales. ¿Qué esperabas?

—Esto será difícil para Ariadna y Sam, pero... sobre todo, para sus hermanos. Si creí que la familia Hunt estaba rota, esto definitivamente podría romperla y jamás volver a ser la misma. —Vuelve a asentir.

—Lo que, si algo puedo decirte, o pedirte, es que guardes silencio. —Lo miro sin comprender. —Esto es un drama familia que no te corresponde, Ted. —Niego.

—No pretendo guardarle secretos a Ariadna. Mucho menos algo tan... atroz como esto. —Suspira pesadamente como señal de desaprobación.

—Ted, esto es un tema de sangre, un vínculo familiar al que no perteneces. Por más que estén juntos, inclusive que sea tu esposa, no puedes ir y decir algo como eso, no sería bien visto.

—Aarón no... —Me interrumpe.

—No Ted —replica con firmeza y extrema seriedad—. La vas a perder. Si le dices que investigaste a su familia será una señal de desconfianza y la perderás. A ningún ser humano le gusta que hurguen en su pasado, su vida privada. —Me pongo de pie incómodo en el sofá.

Theodore Grey || #4 (Saga Sombras,Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora