☾Dongjealous☽

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Donghyuck no era del tipo celoso, no, definitivamente no lo era, odiaba aquello. Para él, los celos lo hacían sentir como una persona tóxica, por lo que todos los días trabajaba su madurez para nunca caer en las garras de ese sentimiento tan tóxico.

Aún así, sabía que no podía librarse tan fácilmente, algún día le tocaría pasar por ello, y tal vez, ese día había llegado.

Se encuentra sentado en el balcón de su habitación, con pequeñas lágrimas asomándose por sus ojitos. Le duele el pecho de tan solo pensar en todo lo que tuvo presenciar el día de hoy.

"Es mi mejor amigo, ¿por qué huye de mí?", se repetía aquello a cada minuto, tratando de encontrar algo en él que debería cambiar para ser del agrado de Mark.

La razón por la que Donghyuck se encontraba en esa situación era, obviamente, Mark.

El mayor se la había pasado abrazado a su compañero de clases, Jeno. Cada vez que veía a Donghyuck acercarse con una sonrisa, él tomaba más de la mano a Jeno y huían de el más joven. Al pequeño le dolía, que su mejor amigo lo evite a todas costas, que lo ignore y pase sobre él sin mirar atrás. Donghyuck intentó acercarse a ambos mayores cientas de veces, a medida que pasaba el tiempo, el característico brillo en sus ojos y su bonita sonrisa iban desapareciendo, terminando así con los ojos llenos de lágrimas a la hora de volver a casa, con un puchero y una mano cubriendo su boquita para evitar soltar algún sollozo.

El camino a su casa nunca había sido tan largo, nunca se había sentido tan cansado luego de caminar durante quince minutos, nunca se había sentido tan solo mientras caminaba, nunca había vuelto a casa sin Mark a su lado.

Seguía torturando a su corazón pensando en qué había hecho mal cuando escucha a alguien tratando de abrir la puerta de la casa. Con cierto miedo, mira bajo el balcón, rezando para que no sea un intruso con alguna especie de arma que podría matarlo en segundos. Afortunadamente -más bien desafortunadamente, alcanzó a pensar por unos segundos-, era tan solo Mark, quién buscaba la llave de emergencia entre las plantas sin notar que Donghyuck estaba mirándolo desde el balcón mientras se secaba las lágrimas con las mangas de su suéter.

Rápidamente, el más joven bajó y abrió la puerta, dejando así pasar al mayor, quien intentó abrazarlo pero no lo logró.

Donghyuck caía fácilmente ante Mark, lo admitía, pero esta vez no. El mayor lo había lastimado, y Donghyuck bien conocía al amor propio y a la dignidad, no lo perdería solamente por un abrazo de alguien que siempre terminaba hiriendo sus sentimientos.

-¿A qué vienes? - su voz había sonado algo rota, lo que, sumado con su triste mueca, sus ojos aún rojos y las mejillas algo húmedas, había hecho que el pecho de Mark doliera también.

-Vengo a disculparme, Hyuckie, no debí haberte ignorado todo el día, y mucho menos haberte dejado caminar solo, y aún menos haber apagado el brillo de tus ojos y tu sonrisa - una vez más, los ojos del menor se llenaron de lágrimas.

-No me lastimes, Mark, ya no, por favor- soltaba leves sollozos que destruían a su mayor -, no sabes lo horrible que se siente que hasta mi mejor amigo huya de mí, sentí que me habías cambiado por él.

-¿Él? -preguntó -, ¿acaso estás hablando de Jeno?

-Tal vez... - se había sonrojado, no quería admitirlo.

-Ya veo, ¿te cae mal? - poco a poco iba acercándose.

-¡No! Claro que no, ni siquiera lo conozco, es solo que... -dudó, no sabía qué reacción podría causar en Mark, pero su mirada inquisitiva lo animó a seguir, y tal vez, lo había animado demasiado -, ¡es que estoy celoso, muy celoso! Nunca me dejas abrazarte, siempre corres espantado de mí, solo podemos hablar normalmente cuando estamos en tu casa, y aún allí corres de mí, ¡me estás lastimando!

Bien, tal vez se había pasado un poquito.

Mark se había quedado observándolo, había detenido sus pasos, quedando a tan solo unos pocos centímetros del menor. Desde su posición podía escuchar la respiraciones acelerada de Donghyuck, podía también ver cómo el moreno se empezaba a sonrojar furiosamente mientras sus ojos se ponían más rojos, pudo ver el tono rojizo que sus dulces labios habían adquirido, y no pudo sostenerse más.

Estiró un brazo, tomando al chico de la cintura, acercando sus rostros y cerrando sus ojos. Inconscientemente, el más pequeño había dejado un brazo sobre el hombro derecho de Mark, e inclinó un poco la cabeza en señal de rendición.

-¿Algo más que te llevabas guardado? -el susurro de Mark hizo estremecer a Donghyuck, quien asintió levemente con la cabeza, tratando de encontrar una forma de respirar algo más que no fuera el suave y cautivador perfume del otro -, pues dímelo entonces.

-Mark... Dame un besito, ¿quieres? -lentamente y con voz aguda, no quería ser rechazado de nuevo.

-Ya extrañaba eso.

Sin dar tiempo al menor para responder, besó los labios del contrario con cariño.

Poco a poco, la tensión en el cuerpo de Donghyuck iba desapareciendo, logrando que ambos se soltaran más y pudieran seguir el beso tranquilos.

Estuvieron de esa forma unos minutos, solo mirándose y dejando ligeros besitos en las mejillas, nariz, frente y labios.

Habían terminado sentados en el sillón, abrazados y mirando a la televisión apagada, ni una palabra ni movimiento, solo eran ellos dos, dejando que el silencio hablara por ellos.

Pero Donghyuck seguía teniendo dudas, pequeñas inseguridades que necesitaban irse cuanto antes posible.

-Mark, ¿te parezco molesto?

-¡¿Uh?! Claro que no, Donghyuck, ¿de dónde sacas esas cosas?

-¿Por qué me ignoraste hoy? ¿Por qué dejas que me sienta mal al lado de Jeno? ¿Por qué huyes de mí?

Habían cosas que el mayor simplemente no podía responder en su totalidad, él tampoco lo entendía, solo actuó por instinto.

-Donghyuck, eres mi mejor amigo y lo sabes, pero últimamente siento algo diferente cuando estoy contigo -bien, no sabía de dónde había sacado tanta valentía pero debía acabar con todo eso de una vez-, no eres molesto, no, y no, pasé de ti porque tenía miedo, no quería seguir cayendo, y creí que podría hacer desaparecer todo aquello que sentía si pasaba más tiempo con alguien más.

-¿A qué le temes?

-A seguir cayendo por ti, a tu perfección que no me deja huir, pero que tampoco quiero que me deje. Tengo miedo, Hyuckie, todo ha sido tan rápido, un día esperaba a que llegues mientras ideaba formas de correr de tus besitos, y al siguiente solo los anhelaba con todo mi ser.

-Mark, ¿eres gay?

-Supongo que sí, luego de verte, todo rastro de heterosexualidad desapareció de mi ser.

-¡Mark! - exclamó el menor haciendo reír al contrario -, te quiero, ¿sí? No vuelvas a lastimarme de esa forma, me ha dolido muchísimo, odio los celos.

-Lo sé, cariño -el meloso apodo les había hecho sonrojar aún más, por lo que simplemente se abrazaron escondiendo sus rostros.

A pesar de que los celos de Donghyuck los ayudó mucho, ambos esperaban que aquello nunca se volviera a repetir.

Ambos querían ir lentos, sin manchar la relación con sentimientos feos.

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AY, MAMITA QUERIDA, ESTO FUE RÁPIDO HSKDHSNF.

Buenass, había escrito este capítulo hace un tiempo, pero wattpad mandó a la chucha a este pobre borrador y aaagbshdns me puse super nerviosa ahre.

Son las doce de la noche, a punto de tocar la una, aaAHSYYSBQHD ACABA DE CAMBIAR JSKAJAJSJDH.

Bueno, perdón por haber desaparecido :( vi que muchísima gente estuvo leyendo, votando y comentando y hakdhwnf les amo muchísimo, gracias gracias gracias, voy a tratar de actualizar más seguido :(.

No me gustó taaaaaaaanto este capítulo pero a la vez sí, espero que no me hayan olvidado, extrañé esto jskdjs, espero que les guste jiji.

Gracias por todo awywy.

Se despide pero no se va,
xx.

But I'm not gay 『Markhyuck』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora