☾Yellow Kisses☽

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Donde Donghyuck es el sol de Mark, también es la lluvia.

Donde Donghyuck es todo lo que Mark alguna vez perdió, también es todo lo que tiene.

Jóvenes enamorados, nada más común que las peleas que los llevan a pasar cierto tiempo alejados el uno del otro para darse cuenta de cuánto se necesitaban.

Son en esos momentos en los que Mark, sabiendo que no puede llamar a su rayo de sol, piensa en qué debería hacer en la oscuridad siendo Donghyuck quien ilumina sus emociones de julio a junio.

Y se pregunta Mark, ¿qué haría Donghyuck si yo no estuviera ahí para él?, ¿cantaría sobre mí como yo lo hago por él?

En una de sus tantas peleas de adolescentes, Mark vuelve a recurrir a esos pensamientos. Él sol brilla, su luz atravesando el ventanal en su cuarto, pero todo se sentía oscuro.

Las horas pasaron, la luz del sol se despidió para dar paso a la de la luna y sus compañeras. Había peleado con Donghyuck y sabía que esta vez era algo serio, por primera vez, vio como sus brillantes ojitos se llenaban de lágrimas causadas por sus palabras dichas sin siquiera pensarlas.

Tocaron las ocho de la noche, toda un día encerrado, cantando sobre su pequeño novio e imaginando qué estaría haciendo.

Tocaron las nueve, sus padres habían llamado, no llegarían a casa por asistir a un evento de verano, la casa estaba totalmente a oscuras, faltaba su pequeño sol, lo sabía.

Nueve y media, no lo soportó más, ya había olvidado por qué pelaron siquiera, un mensaje enviado y salió corriendo.

"Nos vemos en la esquina de casa, bajo las luces amarillas. En diez minutos."

Uno, dos, tres, cuatro, cinco minutos sentado en un pequeño banco, viendo cómo sus blancas manos tomaban un color amarillento producto de los faroles ubicado a sus lados, cinco minutos más, unas lindas medias amarillas dentro de unos zapatos azules se plantaron ante su vista, sabiendo ya de quién se trataba, se movió a un lado para darle lugar en el banco.

"Donghyuckie, ¿qué haces cuando no estoy para ti?, ¿te sientes solo alguna vez?", no quiso mirar a sus ojos cuando lo sintió ubicarse al lado suyo, temía volver a verlos llenos de lágrimas.

"Nunca me siento solo, hyung, te siento cerca incluso cuando nos separamos."

El mayor finalmente levantó la vista, su sol estaba ahí, sonriendo para él, transmitiendo toda lo que necesitó en aquella terrible jornada.

"Eres como mi luz amarilla, Hyuckie, quiero correr a ti pero necesito que me hables, ¿sí? Necesito que me digas que estás bien conmigo, que me digas que me quieres también."

"Markie, te amo, corras o no hacia mí, solamente con saber que existes estoy bien."

Esta vez fue el turno de Mark para que sus ojos se inundaran con lágrimas, no esperó más y se lanzó a los brazos de su menor, no le gustaban aquellas discusiones, no le gustaba no saber qué pasaba con el chico cuando estaban alejados, no le gustaba estar lejos de Donghyuck.

"Ya dejemos de pelear, no tiene sentido y..." antes de que siga, Donghyuck se separó, tomó el rostro de Mark entre sus manos y unió sus labios.

Era una linda noche de verano, las luces amarillas de los faroles daban una sensación cálida y hacían de perfecto reflector al espectáculo de amor que se desarrollaba bajo uno de ellos.

Ambos jóvenes se pasaron lo que quedó de la noche recuperando un día entero de besos, unas cuantas promesas se sellaron y tras un último beso, ambos se levantaron para dirigirse a la casa del mayor.

Caminaron poco, entraron a la casa y empezaron a prepararse para dormir.

Entre risas y coqueteos, ambos chicos se recostaron en la cama del mayor con la cabeza del menor recostada en su pecho.

"Hyuckie, te amo."

Era la segunda vez que aquellas palabras surgían entre ellos y sentían deseos de repetirlas hasta el fin de sus días.

El más pequeño pudo sentir como el corazón de su novio latía más rápido, ya hasta parecía que iba a infartar.

"Mark hyung, también te amo, pero cuidado que se te sale el corazón del pecho" dijo y dejó un pequeño besito sobre este.

"Es lo que tú causas" se había sonrojado y como nunca antes agradecido la tenue iluminación en su habitación.

Y siguieron así, entre besitos y risitas, hasta que el sol volvió a saludarlos y ellos decidieron despedirse de él para finalmente visitar el mundo de los sueños.

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Ay, perdón.
Para escribir este capítulo me inspiré en Yellow Lights de Harry Hudson, había olvidado agregar esto antes, lo sientopppp,,, espero que les haya gustado esto, prometo traer mejor contenido, gracias por tanto 💗.

Se despide pero no se va,
xx.

But I'm not gay 『Markhyuck』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora