2: Oye Nevera... Que no sabía que tenías un novio maricón

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—Raoul —Agoney pega un sobresalto del susto. Se ha quedado verdaderamente embobado con el joven rubio—, ¿puedes explicarme qué horas son estas para entrar a clase?

—Vamos, Manu, relájate. —Golpea su hombro con cariño—. Ya estoy aquí, no tendréis que echarme de menos mucho más.

Guiña un ojo a la clase en general y se dirige a uno de los pocos sitios libres, justo detrás del chico moreno que antes hablaba con Amaia. La chica lo sigue de cerca, sin mirar a nadie.

Agoney rueda los ojos. Lo que ese chico tiene de atractivo, también lo tiene de prepotente e imbécil. No le hace ninguna gracia su actitud.

La puerta, que estaba entornada, se abre, mostrando a Miriam con un montón de papeles en las manos.

—Siento llegar tarde... He tenido que...

—Lo sé, Miriam, la directora me ha avisado. Anda, toma asiento.

—No entiendo. —Agoney busca con la mirada a Raoul, que ha abierto la boca—. ¿Ella puede llegar tarde y yo no?

—Ella es la presidenta de los estudiantes y tiene más responsabilidades que tú. Ahora haz el favor de cerrar tu hermosa boquita y dejarme dar la clase.

Se muerde el puño para no reírse. Se lo tiene muy merecido.

El resto de la clase pasa bastante rápido, conociéndose y descubriendo los contenidos que iban a dar durante el curso. Al acabar, se encuentra solo por los pasillos, en busca de la siguiente asignatura. Nerea había desaparecido antes de poder llamarla y no sabe a quién más acudir. Rebuscando en su bolsillo para encontrar el horario de Miriam, saca la hoja de actividades extraescolares que le han dado. Las lee una a una, deteniéndose en pleno pasillo.

Una de las actividades resalta entre las demás: "La Academia de Canto" con Javi Calvo y Javi Ambrossi. No sabe quienes son los profesores, pero sabe que puede ser interesante. Salvo porque se prometió que dejaría los escenarios hace unos meses. Y, al menos de momento, no quiere incumplir esa promesa.

Se pasa la mano por el pelo, saliendo de su tercera hora

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Se pasa la mano por el pelo, saliendo de su tercera hora. Su respiración está relajada, no puede estar más feliz. Sin ninguna duda, sus padres han elegido el mejor sitio para su educación en la música y el arte. Los profesores que ha conocido hasta ahora lo corroboran. Es absolutamente perfecto.

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