Locamente hechizado por tu cielo

El llanto de los dioses

Hola a todos!!! Aquí os traigo un nuevo cap!! Quiero informaros de que estos días seguramente haya muchas actuializaciones de mis histrias así que si s gusta esta podéis pasaros a ver ls otras y siempre podéis dejar votos y comentarios para ayudarme a mejorar. Gracias por leer!!

La casa de la chica olía a soledad y él se sintio cómodo por esa sensación tan familiar. Telam ya estaba preparando algo en la cocina mientras él se sentaba a la mesa.

-Ereo, ¿qué te gusta?

-Todo en general-respondió con una amplia sonrisa.

Pasaron unos minutos hasta que ambos empezaron a comer. La comida de la chica no era nada especial, al contrario, era casi peor que la del hospital.

Y sin embargo estaba tan cálida cuando la probó que Ereo no pudo evitar soltar varias lágrimas.

-Tan malo está?- preguntó Telam preocupada.

El joven ahora se limpió las gotas y elevó su cuchara en señal de tomar más cuando dijo:

-Está malísimo.

Y ambos empezaron a reírse a la vez que comían.

-Telam... por qué llueve?- preguntó el joven que llevaba demasiado tiempo encerrado entre paredes que titilaban un blanco demasiado puro como para considerarse luz.

La chica risueña contempló la ventana y respondió con una mueca curiosa:

-Depende... Unos dicen que llueve sencillamente por el ciclo del agua.- afirmó esta mientras observaba a Ereo quién no parecía saciado de duda- otros dicen que llueve porque la fuerza que creo este mundo necesita regarlo para que no perezca..- la curiosidad ahora crecía y los ojos del chico tenían un brillaban como una gran estela- y solo unos pocos dicen que se trata del llanto de los dioses al contemplar el caos que han creado.

Ahora hubo un largo silencio, sin tensión ni molestia, solo un silencio plácido que hacía que ambos pudiesen pensar en sus asuntos personales sin inmiscuirse con el otro.

-Dios...- susurró Ereo.

-Cómo?

-Solo hay un Dios- afirmó con convenciminto. En el hospital en el que había pasado tanto tiempo le habían deicho que solo había un Dios único y verdadero y que el que no lo sintiese de esa forma era un hereje.- eso es lo que me enseñaron.

-Cada uno cree en algo diferente, cada uno tiene su propia forma de 'pensar.- respondió la chica a la vez que le daba un pequeño codazo.

-Y, si como tú dices, se puede creer en cualquier cosa, por qué has elegido a tantos Dioses?

Ahora Telam habló con un sentimiento arrasador y estudiado, conocía muy bien la respuesta.

-Sería muy triste que una sola persona llorase por todo un mundo, no es así?

-Pero si ese ente es el culpable de la creación de lo0s humanos debería pagar, debería sufrir- Ahora a Ereo se le empezaba a erizar la piel, se estaba poiendo tenso, debía relajarse. Cerró los ojos con fuerza para concentrarse hasta que sintió la cálida mano de la chica que tenía la mirada perdida a través de la ventana.

-Nadie merece tanto dolor, nadie.- esta última palabra la enunció mirándole a los ojos y él solo pudo tomar esas palabras como un consuelo hacia sus pecados, como si Telam supiese algo.

Tomó su mano y la empujó junto a su cuerpo rodeándola en un fuerte abrazo.

-Telam... lo siento...podrías quedarte así un rato?

Sintió como la barbilla de la chica asentía y el joven, inconscientemente, empezó a llorar.

-Todo está bien Ereo, estoy aquí- aunque no entendía nada, ella parecía sentir cierta empatía por el llantto de ese hombre.- estás congelado, seguro que no tienes un resfriado?

Eero no respondió y ambos se quedaron así, juntos hasta que durmieron sin darse cuenta.

A la mañana siguiente Eero vio como ambos estaban tumbados en el suelo. Cogió a la chica y la llevó a su cama, se sentó a su lado y al ver que no estaba despierta se permitió darle un beso en la mejilla. Después susurró para sí:

-Telam, si tengo que creer en algo... creeré en ti.