CAPÍTULO VII

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But lately colors seems so bright

And the stars light up the night

My feet they feel so light

I'm ignoring all the signs

— kat dahlia

***

—Te lo juro, Niall, la mujer le clavó un tenedor en la mano y le lanzó chuletas al mesero solo porque se rehusaron a servirle un plato que no estaba en el menú.

—No digo que no te creo, solo digo que cuando dijiste que estudiarías abogacía, este tipo de casos no eran lo que tenía en mente.

Louis toma un sorbo de su lata de Sprite mientras observa a Liam proseguir la explicación de su último caso a un extrañamente resignado Niall.

No le presta mucha atención; lo había escuchado todo en el camino hacia la tienda, cuando pasó a recoger a Liam de su trabajo luego de verificar personalmente que toda la construcción en el Richardson Maison se lleve a cabo correctamente. Aun así, no puede culpar a Niall por su reacción; él mismo se hubiera sorprendido más si fuera la primera vez que Liam les comenta un caso que desencaja un poco con la seriedad que las demandas implican.

Niall sacude su cabeza antes de volver su atención a la puerta, un par de adolescentes entrado al negocio. El rubio se disculpa, encaminándose para atenderlas en un instante. Faltan veinte minutos para que la tienda cierre, es martes, y otoño, por lo que apenas tuvieron un par de interrupciones desde que llegaron, y la tienda está prácticamente en su hora muerta.

Fue idea de Niall invitarlos a pasar un rato, proveyendo las bebidas por más que fueran unas simples sodas que tenía en el refrigerador. Louis se encontró a si mismo aceptando ir ni bien el irlandés envió el mensaje al grupo, lo que es ligeramente extraño teniendo en cuenta que usualmente dudaría un poco, considerando si realmente tiene la voluntad para hacer otra cosa que no sea quedarse en casa y hacer absolutamente nada con su vida solo porque no se siente con ánimos como para salir con ellos.

Decidió alzarse de hombros y no cuestionarlo demasiado; supone que es porque tuvo una semana particularmente buena y quiere aprovechar la buena racha.

— ¿Harry no va a venir? —le pregunta Liam, tomando un sorbo de su propia bebida.

—Más tarde. Dijo que tenía que cerrar la panadería hoy, asique debe estar por llegar.

Niall reaparece en ese instante, desplomándose de nuevo sobre la silla detrás del mostrador, lata en mano.

—Bueno, espero que dé la cara —interrumpe, fingiendo leve indignación—. Ayer me estaba contando sobre una película y me dejó con la intriga en la parte más interesante, el bastardo.

— ¿No prefieres verla tú mismo? —cuestiona Liam, alzando una ceja mientras se reclina en el respaldo de su propio asiento—. Digo, siento que si te lo cuenta arruinaría la experiencia.

El rubio mueve su cabeza de un lado al otro.

—No. Es una película francesa que no encontré con subtítulos asique prefiero que él me traduzca y resuma.

¿Papillon? —pregunta Louis, inclinando la cabeza hacia un lado.

—Sí, ¿la conoces? —el irlandés voltea hacia él con interés antes de fruncir el ceño—. No me jodas. No sabes francés —lo acusa, señalándolo indignado—, apenas lo aprobaste en la escuela, estuve de testigo.

Louis lo ignora, siguiendo su dedo con la vista antes de mirarlo a la cara otra vez, tranquilo.

—Harry me la contó el otro día —responde simplemente. Niall toma una bocanada abrupta.

These Ethereal Memories || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora