Todo lo malo que hay en mi (sterek saga #1)

Chapter 15: ¿es este mi castigo?

Stiles abrió los ojos, el hecho de que la luz del día le impactara de lleno en la cara le hizo creer que tal vez todo había sido un sueño, y que simplemente el acababa de despertar de su noche con Derek. No podía estar más equivocado.

Cuando su vista se aclaró, miro que no estaba el techo de su habitación, sino un cielo despejado y de recién amanecer, a los lados pudo ver ramas de árboles, mientras que a su espalda sentía la dureza de la tierra y piedras, sumadas a la sequedad y el crujir de la maleza.

“¿Qué hago en el bosque?” – pensó algo lento, se sentía como si tuviera resaca, o se hubiese tomado demasiados calmantes; todo daba vueltas y vueltas.

A su mente llego el recuerdo y la comprensión. Miro a su en rededor y vio los árboles. En un lado veía lo que parecía una especie de campamento, a unos pocos metros de donde él estaba. Se oían voces, pero todavía estaba demasiado noqueado para entender nada. Gateando, intento moverse, pero se topó con una línea brillante en el suelo, una línea que dibujaba un circulo a su alrededor.

“cuarzo” – pensó enfurecido Stiles.

Intento traspasar el círculo, pero en cuanto rozo el área que pasaba por encima del dibujo, una corriente atravesó su brazo, haciéndolo retroceder.

Su pequeño experimento provoco un pequeño flash de luz que venia del círculo al igual que el ruido del escudo, lo cual atrajo la atención de los demás, porque pronto Stiles fue consciente del sonido de las pisadas acercándose.

Derek seguido por Cora, Peter, Lydia y Deaton comenzaron a rodear el círculo mirando al chico sentado en el suelo. Stiles ignoro a todos, pues solo podía mirar con toda la ira que pudo reunir a Derek.

-          Ahora ¿soy un prisionero? – dijo mirándole. Pero fue Deaton quien hablo.

-          No es una prisión Stiles, al menos nosotros no lo vemos así. – el druida se agazapo y miro directamente a los ojos del adolescente – estas ahí para que no te hagas daño a ti mismo.

-          Ni a otros – soltó Cora de pronto. Stiles la fulmino con la mirada al igual que Derek.

-          ¿es que acaso no vas a decir nada? – soltó Stiles con la voz más aguda de lo que pretendía. - ¿acaso te da igual como este yo? – Derek simplemente no le miro. – ya veo, sigues siendo el mismo cobarde de siempre. – Cora gruño pero Derek la fulmino con la mirada.

-          Aunque sea tu pareja – suplico la chica – no dejes que te trate así.

Deaton se levantó y miro hacia Cora.

-          No debes tenérselo en cuenta Cora. Stiles no es consciente de todo lo que hace ahora mismo. – la chica miro de Stiles a Deaton varias veces – la magia de su cuerpo se está contaminando, esto ya te explique que pasa con los convertidos, en todo caso, si a esto le sumamos el hecho de que Derek uso la marca de reclamación – Derek alzo la vista hacia Deaton al oírse mencionado – bueno…, esta marca produce que las parejas sufran necesidad por sus cónyuges, creo que ambas magias se están acrecentando la una a la otra, dando como resultado este comportamiento. – Derek puso cara de cachorro apaleado.

La risa de Stiles hizo a todos enmudecer de golpe, el chico aplaudía mientras una alta carcajada salía de su pecho.

-          Bravo – miro a Deaton y dejo que sus ojos se volvieran negros – una gran deducción mi querido Deaton, pero ante todo creo que me toca explicarme a mí. – miro de nuevo a Derek – yo solo veo a una panda de imbéciles metomentodo – se levantó poco a poco furioso – que me han encerrado en un maldito circulo de cuarzo, el cual por cierto pienso romper como hice con el anterior para después partiros a todos la cara, en mitad del bosque, – toco el escudo con sus manos dejando entrever una mueca de dolor, a lo que Derek dio un paso hacia delante, solo para detenerse con la mirada de Stiles cargada de odio – veo, veo, aun druida que no sabe meterse en sus asuntos cuando dijo que no intervendría – Deaton fue a hablar, pero Stiles lo callo – un druida que tiene una hermana, la cual va a sufrir mucho si los alphas descubren lo que planeaba que hiciéramos. – Deaton empalideció – a Deucalion le encantaría la historia.