Todo lo malo que hay en mi (sterek saga #1)

Chapter 14: la otra cara de la moneda

Habían pasado horas desde que dejaron el instituto con el cuerpo inconsciente de Stiles cargado en sus brazos.

Justo al salir del aparcamiento y subir a Stiles en el camaro, la hermana de Deaton les indico el sitio en el que el druida estaba interesado y todos se movieron hacia allí a excepción de ella que desapareció para disgusto de Alan.

Ahora Derek miraba el cuerpo dormido de Stiles tumbado en el suelo, rodeado por un círculo de polvo de cuarzo más grueso que el anterior.

Llevaba acuclillado ahí mirando a su pareja durante mucho rato, pero ninguno de sus betas, ni Scott, ni los cazadores, ni Deaton le dijeron nada.

Derek simplemente estaba ahí al otro lado del grueso circulo blanco en el suelo que rodeaba a Stiles, en medio del bosque donde según Alan y Emily; Stiles había obtenido sus poderes.

Ellos lo llamaron el templo de Dhamel, pero a Derek le importaba poco menos que una mierda, sobre todo al haber visto a Stiles como lo había visto.

“esos ojos” – pensó apretando los puños – “esto es culpa mía, yo le he hecho esto”

 

No podía quitarse de la cabeza lo que había visto, ni todo lo que recordaba desde la noche anterior.

_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-(Recuerdo) _-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_- _

-          No nos enfrentamos al Darach Derek. – Peter dijo - me temo que nos enfrentamos a Stiles.

-          ¿Qué coño estas diciendo? – rugió Derek furioso.

-          ¿recuerdas lo que nos contó Deaton la última vez que le vimos? – Derek miro hacia Alan inconscientemente – Stiles buscaba obtener poderes, quería venganza, le pidió a Deaton que le enseñara, pero se negó. – Peter se cortó y después de un segundo añadió – pero al parecer, Stiles ha averiguado como hacerlo por sí solo.

-          ¿Qué estás diciendo? – susurro Derek incapaz de entender.

-          Escúchame… – empezó Peter.

-          ¡no! – le corto dejando ver sus ojos en rojo – venís a mi casa y me decís que nos enfrentamos a Stiles. – miro detrás de su tío al resto de la manada – pues sabed que os equivocáis, acabo de estar con él, y os aseguro que os equivocáis.

-          Derek – Lydia hablo desde atrás. – es el.

-          Y tú ¿Cómo lo sabes? – le respondió, de repente molesto por la presencia de la pelirroja en su casa, esa pelirroja que había sido el anhelo de cierto adolescente hiperactivo que ahora le pertenecía a él.

“¿matarla o no matarla?” – pensó celoso.

-          Porque lo he visto, lo he sentido y me lo han dicho.

-          ¿Quién te ha dicho que? – Derek miro hacia los demás exigiendo que el culpable diera un paso al frente por hablar mal de Stiles.

-          Erika… - soltó sin más la chica.

“Sin duda, matarla” – pensó y saco sus garras, a lo que todos hicieron un movimiento de cubrir a la pelirroja.