Obsequio de bodas

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Disculpen la tardanza con este fic, este es el penúltimo capitulo, ya que había dicho que constaría únicamente de 3... así que espero lo disfruten e.e 

CAPITULO 2 

Heidi llego tan solo 20 minutos después de que yo la llame. Cuando me avisaron en la recepción que había llegado, no tarde nada en bajar para recibirla. Se notaba nerviosa, ¿Cómo no estarlo? Faltaban tan solo un par de horas para que ella y yo contrajéramos nupcias. Le ayude con su maleta y nos sujetamos de la mano, caminamos hacia el elevador y ya en el interior trate de hacer charla para que todo pareciera "normal".

—¿Qué tal tu viaje, cariño?—

—Ha sido bastante agradable, conocí a un par de ancianos que iban...— Bien, Heidi comenzó a hablar y hablar, y hablar... sin detenerse un momento. La mire de reojo, hace algunos años, justamente después de que paso lo de Kyle... y debo aceptar que debido a mi influencia, Heidi aumento demasiado de peso, a mi me daba igual... me provocaba lo mismo ella estando más delgada o no. Además, así me salvaba de comer todas las mierdas que ella anteriormente había intentado obligarme a comer, para tener una vida "más sana". Aunque después volvió a ponerse a dieta y estuvo muy obsesionada con el gimnasio, logrando así su peso ideal nuevamente. No, incluso obtuvo una figura aún más estética, no solo Kyle ahora la observaba con más detalle, incluso la mayoría de chicos... yo era el puto amo, la envidia era palpable. Pero ella... ella también lo observaba a él y precisamente por eso mis ansias de una venganza fueron incrementando cada día... hasta ese momento.

Las puertas del ascensor se abrieron y salimos de este hasta colocarnos frente al número de habitación en la cual yo me estaba hospedando desde antier. Metí las llaves al picaporte y abrí con suma calma, empujé la puerta con suavidad y me hice a un lado para darle acceso a la chica. En cuanto entramos cerré la puerta a nuestras espaldas y puse seguro, después... la magia sucedió.

Heidi se quedó en shock al ver al judío desnudo sobre la cama... atado con un par de corbatas.

—¿Qué significa esto, Eric?— La castaña, se giro a verme, mientras yo mantenía una tenue sonrisa en mis labios, me acerque a sus espaldas, mientras rodeaba su esbelto cuerpo con mis brazos y deslizaba mis manos de su estomago a su vientre. Mi boca beso uno de sus hombros y subió hasta su oreja, donde susurre.

—Tu obsequio de bodas, aunque obviamente me adelante un poco...— Y mis manos que había subido un poco sobre sus pechos, sujetaron con fuerza su blusa y la abrieron con fuerza, desgarrándola, haciendo que los botones salieran disparados en diferentes direcciones, dejando a la vista su pecho cubierto únicamente por aquel sostén de encaje color rosa.

—¡Eric!— Grito asustada, enojada también, se giro y levanto la mano dispuesta a darme una bofetada. Pero fui más rápido que ella, logré sujetarla de la muñeca, y aprovechando mi fuerza, la lance sobre la cama y el judío. El pelirrojo al sentir el peso encima, solo se quejo un poco, pero seguía en su mundo, totalmente perdido por la droga. Posicione a Heidi sobre Kyle, mientras yo me coloque a sus espaldas, haciendo que sus pechos se frotaran contra el rostro de mi "amigo" de la infancia.

—¡No Eric, por favor!—

—Ya cállate, se perfectamente que lo deseas desde hace años, se te nota en la cara de puta que pones al verle— Le quite por completo la blusa, y luego deslice los tirantes de sus sostén por sus delgados hombros hasta sacarle esa prenda también, Heidi hizo el intento de erguirse, pero con mi mano izquierda, la cual coloque sobre su cabeza, la obligue a agacharse de nuevo y soltó un suave gemido, cuando los labios entreabiertos de Kyle rozaron uno de sus pezones. Mierda, no iba a negar que eso me excito de sobremanera y a pesar de que Kyle estaba manipulado por las drogas, el jodido judío empezó a participar, saco la lengua y rozo las tetas de Heidi, sonreí de manera interna, justamente por eso había elegido esa droga, si bien lo hacia vulnerable, no lo desmayaba por completo.

La venganzaWhere stories live. Discover now