La venganza

El karma

Hola gente! Agradezco infinitamente a quienes leen mi fic y se toman su tiempo para dejarme un pequeño review, se les valora y estima muchísimo por ello e incentivan a continuar.  Se que prometí que este sería una historia con 3 capítulos... pero resulta que me ataco la inspiración y al parecer serán 4 o 5 capítulos en total jajajaja espero que sean de su total agrado. Disfruten! 

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-Ughh... me duele la cabeza- Kyle despertó con la peor de las resacas. Sentía hinchado el cuerpo, tenía dolor en la sien, la boca pastosa, seca y agria. Fue entonces que recordó lo último que había experimentado antes de perder la conciencia. Se puso de pie, aunque espero a que las cosas a su alrededor dejarán de moverse, tenía vértigo. Después logro ir al cuarto de baño y darse una ducha. Intento asearse lo mejor posible para levantar sus ánimos y regresar a su cuerpo un poco de energía. Se tallo más de 3 veces los dientes y la boca para eliminar ese sabor a centavo que tenía. Ya más decente. Salió de su habitación y se encaminó a mi habitación.

Los fuertes golpes en la puerta me obligaron a abrir los ojos y salir de la cama. Al abrir la puerta, el pelirrojo me fulminaba con la mirada, esa actitud tan retadora me fascinaba verla reflejada en su cara.

-¿Que mierda quieres judío? Jodiendo desde muy temprano- Ni siquiera espero invitación, paso por mi lado ingresando al dormitorio y busco con la mirada. – Si claro, puedes pasar- Comente sarcástico. El pelirrojo se veía desubicado. -No se qué coño pasa contigo, pero...- Antes de poder decir nada más, me sujeto de las solapas.

-¿Qué hiciste? ¡¿Qué fue lo que me hiciste anoche!?-

-¿De que estas hablando Kahl?-

-¡No te hagas el iluso gordo! Tu... tu me diste algo... no recuerdo nada después de aquel ultimo trago que tome contigo-

-Alucinas Kahl- Ahhhh, esa mirada de confusión, inseguridad y temor que me dedicaba, era sublime. Repentinamente me soltó.

-¡Mientes, Mientes! ¡Algo ocultas... te conozco tan bien!-

-¿En serio? No, no lo creo...- Sonreí de medio lado. Debía darle crédito por eso, de alguna manera no se equivocaba. -Ya mejor daté prisa y ve a prepararte Kahl, la ceremonia inicia al medio día, despierta también al hippie, debe estar acostado sobre su propio vómito y al pobre... que seguro cogió toda la noche con esa puta- Aun desconfiado y sin poder acusarme de nada, tuvo que marcharse de mi habitación.

Al medio día, tal como lo solicité, mis invitados yacían en el pequeño salón que aparte para mi boda. Stan tenía el semblante de un muerto, Kenneth estaba mas fresco que una lechuga, sonreía de forma amplia y estaba acompañado por esa puta, al parecer la había persuadido para que le acompañase y fuera su pareja en esos días; y luego estaba Kyle que se mostraba igual de ansioso que en la mañana. El lo intuía, sabia que planeaba algo.

Pasaron 15 minutos y los cuchicheos no se hicieron esperar, la novia... no llegaba. Cuando las voces se hicieron más presentes... lo tome como la señal de que era hora de cerrar mi venganza con broche de oro.

Me encamine donde estaba el juez que me casaría, le arrebate el micrófono y disfrutando de la atención que me presentaban, carraspee la garganta.

-Disculpen los inconvenientes, familia...amigos, pero... Heidi no se presentará- Todos expresaron sorpresa y los cuchicheos volvieron a inundar el sitio. -Si se preguntan el por que, bueno... ella me engañaba-

-¿Es en serio?- Stan hasta se levantó los lentes oscuros que portaba.

-Eso no puede ser posible- Escuche que comento Kyle.