Rango S

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Chris está a un día de su cumpleaños, hoy está en su último día de entrenamiento, sus emociones están desbordándose a más no poder, mañana pondrá a prueba esos trece años planeando como cambiar el futuro que le espera.

- ¡Bien, empezaremos con mi último entrenamiento! - A pesar de ser el último de sus entrenamientos, no estaba nervioso ni nada parecido, estaba lo suficientemente confiado como para estar tranquilo.

- ¡Yo soy el que guiará al pueblo!; ¡El que dará a los perdidos las tierras prometidas!; ¡Yo muevo aguas, lanzó plagas!; ¡Yo castigo a las inmundicias!; ¡Ven Oh gran Moisés y ayúdame a pelear con un Juicio voraz! - Terminando el cántico aparecieron las tonfas, como no tenía con quien pelear, puesto que no podía dejar que lo descubrieran, entonces lo que hizo fue practicar con un árbol.

'Golpe'-Bien, hoy va a ser mi último día de...-'golpe'-entrenamiento, mañana todo cambiará, o eso espero yo, lo único que quiero es no volver a pasar por ese dolor. -

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Había pasado todo el día entrenando, mañana sería el gran día, no tenía palabras para expresar esa felicidad de cambiar el futuro tan sombrío que le hubiese tocado. Chris se dirigió hacia su casa ya que era algo tarde y tenía que prepararse para mañana.

- ¡Hoy fue un gran...- Cuando Chris se acercó a la casa vio algo fuera de lo normal, ya era de noche estaba oscuro y era la hora de la cena, pero algo sucedía, ¡no había luces y la puerta estaba entreabierta!

- ¡¿Qué demonios pasa?!, ¡Esto no está bien! - Rápidamente Chris corrió hacia su casa, pero sus pisadas eran tan leves y rápidas que en menos de tres segundos él ya había llegado y despacio empezó a abrir la puerta, esperando ver lo peor.

-......-

- ¡¡¡Sorpresaaaa!!!- Un gran grito lleno la pequeña casa de Chris, ahí estaban varias personas, desde sus padres y familiares hasta personas del pueblo, todos muy felices y contentos, ya que todos estaban emocionados por Christian ya que mañana era su gran día, todos en el pueblo sabían lo mucho que se había esforzado Chris y por eso mismo esperaban mucho del él. Por otro lado, Christian quedó totalmente conmocionado puesto que en ningún momento se había imaginado esto, y de repente ocurrió, al igual que cuando era bebé, de él surgieron muchas emociones, y comenzó a llorar alegrándose de haber tenido una segunda oportunidad.

Al ver llorar a Christian muchos de los presentes lo acompañaron rompiendo en llanto con él, comenzando con sus padres los cuales intentaron calmarse, ya que le querían dar unas palabras.

- ¡Christian Drackwood, hijo de Charles Drackwood y Rose Kenworth! - dijo su Padre con una seriedad que tranquilizó a todos- ¡Como un miembro de la familia Drackwood has hecho tu mejor esfuerzo y yo Charles Drackwood como tu padre y candidato a futuro jefe de la familia, te doy mi apoyo incondicional y te digo que sin importar lo que pase yo estaré ahí para ti! -

Su madre intentando contener las lágrimas también agrego unas palabras.

- Hijo mío, todas las personas que vez aquí, son personas que creen en ti, como madre, yo te he visto crecer he sido testigo de tu esfuerzo, todos acá está de acuerdo con nosotros al decir que algún día serás un gran líder, siempre fuiste una gran persona, dedicada a ayudar a los demás, ya que sin importar nada nunca dejaste solo al que lo necesitaba, también fuiste muy inteligente y educado, empeñado a seguir tus principios, como Madre no me puedo sentir más orgullosa de un hijo cómo lo estoy ahora contigo y también tu hermana la cual estará presente mañana en tu ceremonia, manda a decirte lo orgullosa que está de que su hermanito sea una gran persona y que en la academia te están esperando.-

The Rising Of The Dark Taboo [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora