~MY EVIL-D~

DECISIÓN

Por esa extraña debilidad que me causó ese beso, me dejé llevar, no tenía más fuerzas estaba totalmente rendido. Me apretó más contra él y subió dando pequeños besos hasta mi barbilla. Sentía que mi cuerpo cada vez ardía más, estaba inmóvil, no sabía qué hacer ni qué decir, está completamente apoderado de mí. El tacto de sus suaves y húmedos labios creaban cada sensación nueva en mí...sus labios estaban casi tocando los míos, cerré los ojos de forma instintiva me limité sólo a recibir lo que me hacía. Por dentro deseaba con todas mis ganas que me besara, no podía esperar más, no soportaba ese calor que había encendido en mí. Suspiré, pero algo presionó mis labios haciendo que el aire no pudiera salir, me estaba besando, abrí los ojos veía enfrente de mí los suyos cerrados, movía su cabeza intentando abrir mis labios a lo que cedí y metió su lengua delicadamente. Sentía que me estaba derritiendo por tanto calor acumulado, esa sensación, me perdí en sus movimientos cada vez más profundos. Deseaba que nunca se acabase, nunca imaginé que mi primer beso sería con un chico, y menos con él.

Se separó de mí para mirarme a los ojos, me cogió con ambas manos la cara," aceptas?" Me sonrió tiernamente, esas palabras sonaban lo más inocentes y dulces que había escuchado en mi vida. Sus ojos tenían la capacidad de hipnotizarme, llevado por ellos y por las cosas que sentía en ese momento... "sí", respondí. Él sonrió ampliamente y me abrazó. Se separó de mí, cogió su celular que aún lo tenía agarrado con la mano. "Esto es serio, no puedes dar marcha atrás" dijo dándose la vuelta, "esta noche hablamos", abrió la puerta y se marchó.

Aún me quedaba en mi sitio, procuraba asimilar todo lo que había ocurrido. ¡Me ha besado, he aceptado... he aceptado ser su esclavo! La cabeza me daba vueltas} esto no puede estar pasando.

Cogí mis cosas y salí del baño no quería estar ahí más, quiero ir a casa. Evité pensar en cualquier cosa, aunque era imposible, sólo procuraba no pensar y concentrarme en otras cosas durante todo el camino hacia casa. Una vez ahí, me dirigí a mi habitación cerré con pestillo la puerta, me tumbé en la cama mirando el techo. Quería ordenar mis pensamientos, me está dejando totalmente loco ese... pfff, por qué demonios acepté!!

Dí un golpe en la almohada por la frustración que sentía, quién era él para hacer que sea su esclavo, que quería hacer conmigo, podría pasar de él y hacer como si nada, pero de verdad su carácter da miedo. Tengo miedo a lo que pueda hacer. Cerré los ojos para no pensar en nada e intentar dormir, aunque era aún medio día. 

Era imposible para qué mentir. Cogí mi mochila y busqué mi celular, y otra vez, encontré mensajes suyos. No tenía ganas ni fuerza para hablar con, sólo me dispuse a leer los que aparecían en la pantalla de bloqueo: Min_suga93: no entiendo por qué borraste tus fotos de nuestra conversación, que sepas que aun...

Min_suga93: ya estoy echando de menos tus labios, la próxima vez será mejor...

Min_suga93: a dónde has ido, acaso has olvidado quién eres ahora, contésta...

Sí, no iba a contestarle, pero sentía que tenía que hacerlo por mi seguridad, además, no se qué dijo sobre las fotos. Iba a abrir el chat hasta que recibí una llamada, nunca había visto ese número. Suspiré y contesté. "cuando piensas contestarme" dijo una voz al otro lado del celular, me sobresalté, claro era él, " de dónde has sacado mi número" pregunté, "eso no es un problema, responde a mi pregunta", enmudecí, quería decirle que no tenía ganas de hablar con él, pero algo me detenía. "de todas formas, quiero que vengas a mi casa esta tarde, y hablaremos más sobre lo que aceptaste" dijo seriamente. En qué clase de infierno me había metido...

Colgó, y de inmediato recibí un mensaje de él. Me mandó la ubicación. Parece que las cosas van en serio, qué está pasando con ese acosador, qué demonios quiere de mí.

La respuesta, la sabré esta tarde, sí estoy dispuesto a hablar con el y dejarle las cosas claras, yo no seré el esclavo de nadie... ESE BESO!!! Cómo puedo recordar eso ahora, no, no, no, no. Miré hacia abajo, se me levantó! ¡Te odio Min! . Cada vez que quiero evitar ese recuerdo mi erección se hace más dura, busqué de inmediato sus fotos que me había enviado, sin poder más aguantarme metí la mano y lo saqué, estaba muy duro. Con una mano sostenía el celular y con la otra lo masajeaba, pasaba suavemente el dedo pulgar por el glande lubricándolo con el flujo preseminal. Subía la mano y la bajaba con más intensidad y con más velocidad cada vez, me mordí el labio inferior para evitar que salgan mis gemidos. Estaba casi llegando al orgasmo cuando sonó mi celular, era él otra vez, contesté sin dejar de hacer lo que estaba haciendo " q-q-qué quieres" dije entre gemidos entrecortados. Escuché su risa, " deja de hacer lo que estás haciendo y ven ahora mismo", " n-n-no p-puedo" dije, su voz me excitaba más, "sigue hablando" le dije sin pensar, haciendo que este se riera, " Jimin, te estoy ordenando que dejes de masturbarte y que vengas ahora mismo si quieres sentir más placer" dijo con esa voz grave y sexy, pero esas palabras sonaban firmes... como un tonto obedecí, aunque estaba sufriendo por llegar al orgasmo, quería verlo, él era la causa de mi erección y es él quien me hace sentirme en el mismísimo cielo sólo con su mirada.

Con aún el pene duro, corrí al baño me lavé las manos, me arreglé el pelo y salí volando de casa. Ansiaba volver a verlo, estaba aún excitado, quería volver a besar otra vez esos labios... cogí el primer autobús que pillé y en 20 min ya estaba ahí. Me encontraba enfrente del edificio que me indicó, subí las escaleras corriendo hasta que llegué enfrente de su puerta. Paré para coger aire, nada más apoyar mi mano sobre el marco de la puerta, ésta se abrió. Apareció él, sonriendo, vestía una camisa y pantalones negros, que resaltaban su piel pálida aún con esa ropa parecía la persona más sexy. Me atrapó bruscamente por la cintura pegándome contra su cuerpo, aun jadeando no me dejó tiempo para respirar me besó agresivamente metiendo la lengua lo más profundo que pudo. Me agarré a sus hombros para mantenerme en equilibrio, cerré mis ojos y me dejé llevar por sus movimientos. Me llevó hasta su habitación, me tiró sobre su cama abrió mis piernas y se colocó rodillas en ambas partes para mantenerlas muy abiertas, me miró con pasión, me volvió a besar mordiendo mis labios, me sujetó las manos alejándolas. Inmovilizado e hipnotizado, no podía hacer nada, "aahh Jimin!" Gimió, esa voz hizo que me estremeciera del placer. 

Estaba enloqueciendo por los besos que me estaba dando, bajó a mi cuello chupándolo y mordiendo haciendo que gimiera, éste apretó más su miembro contra el mío. Soltó mis manos para romper mi camiseta de una sola vez pillándome por sorpresa.