Zed.
Al despertar, noté cierta comodidad en mi espalda. Como si estuviese acostado en un colchón. Abrí lentamente los ojos y efectivamente estaba acostado en una... Camilla. Intentaba aclarar mi vista, ya que todo se veía borroso y tras conseguirlo pude diferenciar una cabellera Albina a mi par y consigo una cálida mano reposada sobre la mía. Inhalé profundamente y algo confuso dije: -Addison.- Ella soltó un pequeño murmullo suave y tras notar mis movimientos, levantó la cabeza rápidamente para fijar totalmente su atención en mi.
-¡Zed!- Exclamó y se acercó a mi para abrazarme, yo sonreí de lado y correspondí al abrazo con suavidad.
-Nos habías preocupado.- Susurró casi en sollozo y se separó de mi, dejando su delicada mano en mi rostro. Yo la miraba algo aturdido, pues, apenas recordaba que era lo que había ocurrido. Finalmente en un pequeño dolor de jaqueca pude acordarme por completo y casi inmediatamente me levanté de mi asiento o eso traté, para ir en dirección a mi hermana, pero Addison me detuvo.
-¡Zoey!- Empecé a gritar.
-¡Zed, calmate!- Fije la mirada en sus ojos y casi inmediatamente sentí un alivio inmenso. Su mirada irradiaba terror y nervios, ella debe saber algo. Asentí lentamente y me recoste en la camilla. Los nervios aún permanecían.– ¿Como está ella...?– Alcancé a decir mientras miraba mis dedos, que movía constantemente constantemente por la angustia. Addison suspiró y al notar lo tenso que estaba, apoyó suavemente la mano sobre las mías en gesto de calma.
– Esta bien. Solo tiene que descansar. –
Solté un pesado suspiro de arrepentimiento y seguido de esto me lleve las manos a la cabeza, estaba frustrado, tenía tanto remordimiento.
– Es mi culpa. – Tras decir eso, un seseo salió de los labios de Addison, quien con sus cálidos brazos me acogió como un niño pequeño en su pecho y yo como tal, me acurruqué en ella. No se que haría sin ella.
– Zed.– Una voz gruesa atravesó nuestros tímpanos y casi de manera inmediata fijamos la vista en la persona cual consideraba mi figura paterna. A su par, se encontraban los padres de Addison, quienes la llamaron para que saliera de la habitación y asi dejarnos a mi y a mi Padre solos. Addison me lanzó una última mirada antes de que la puerta cortará el hilo que la unía de la mía. Fijé la vista en mi padre, el se acercó a mi con paso lento y después se llevó la mano a la boca.
– Papá... – Antes de poder acabar, fui interrumpido por su dedo, el cual levantó en un gesto de hacerme entender que era mejor callar.
– Dijeron que no sabían como tratar una Zombie, ya que nunca lo habían echo antes. Pero tras unas rápidas revisiones... Confirmaron que estaría bien. – Empezó a decir mientras se acomodaba los lentes.
– Papá, juro que fue un accidente. Solo me distraí unos segundos y... –– ¿Unos segundos? En esos segundos pusiste en peligro la vida de tu hermana, Zed. Tú debías protegerla, procurarla y cuidarla. Es tu deber. – Alcé la vista hasta el para pocos segundos después bajar la mirada arrepentido.
– Lo se, papá. Yo... Lo lamento. –
– ¡Un perdón no va acambiar nada! ¿Acaso un perdón nos reconstruirá la casa, Zed? ¿Un perdón hará que retroceda el tiempo y volverá todo a la normalidad? No, Zed. – Su voz era firme, cosa que me causaba un gran agujero en el corazón. Un dolor muy intenso. Pude observar sus zapatos tacados de polvo en frente de mi, así que lentamente alcé la mirada hacia el, solo para toparme con sus ojos llenos de irá, teisteza y decepción. Una mezcla perfecta para hundirte en la miseria emocional. Sin saber que hacer, decir o accionar, trago saliva y asiento ligeramente para volver a agachar la mirada. En ese entonces sentí una mano tocar mi nuca y atraerme hacia el, recosté la cabeza en su abdomen y cerré los ojos lentamente.
Fue entonces cuando tocarón la puerta. Ambos fijamos la vista en esta y mi padre se alejó de mi mientras limpiaba su nariz, dando la señal de que pasarán. Pude visualizar a Addison junto con sus Padres, miré a todos los presentes pasando la mirada de uno en uno y por último terminé nuevamente en ella.– Señor Zevon, he de comunicarle que su casa a quedado más en la ruina de lo que ya estaba. – Tras decir eso, la madre de Addison, golpea con el codo a su marido, quién aclara su garganta para proseguir, después de haberle echado una mirada. – La reconstrucción costará alrededor de cinco mil dólares, por no hablar de las reformas, gastos y progreso. – Mi padre se llevó las manos a la cabeza y soltó un suspiro largo.
– Tendré que trabajar mas duro pero... ¿Donde viviremos?, ¿Donde vivirán mis hijos? – El Padre de Addison me lanzó una mirada corta y seguido de esto Addison tomó mis manos y me ayudo a levantarme de la camilla.– Papá, mamá. Ustedes saben mas que nadie que es el amor hacia un hijo, ya que son Padres. Hacen lo posible por hacerlos felices, por tener lo que necesitan y sobretodo que estén agusto. – Empezó a decir. Sus manos acariciaban las mías haciendo suaves círculos con los pulgares, yo no podía dejar de mirarla. Ni yo ni ninguno de los presentes.
– ¿Cuanto estarían dispuestos a arriesgar por mi? ¿Por mantenerme feliz? Mucho, ¿Cierto? – Sus Padres se miraron y asintieron mutuamente.
– Addison, cielo... ¿A donde quieres llegar con esto? – Preguntó su Madre.
– ¿A donde? A un acuerdo. Quiero que el señor Zevon, Zed y Zoey, se queden a vivir en nuestra casa. – Una vez haberlo dicho, los ojos de los adultos se abrieron cómo platos, y mi padre quedó boquiabierto.
– Oh, vamos. En nuestro apartamento tenemos espacio de sobra. Por favor.– Su madre, nostálgica rodeo la espalda de su marido y con una sonrisa confirmó la idea de su hija.
– Ni es mala idea. – Exclamó. Su marido la miro atónito y al verse acorralado soltó un largo suspiro y asintió ligeramente.
– Esta bien. Pueden quedarse, pero solo hasta que su casa se repare.– Addison soltó un grito de emoción y me abrazó fuermetemente, abrazo que no dude en corresponder. Mientras tanro mi padre se hallaba arrodillado ante los padres de Addison besándoles literalmente los pies agradeciendo una y otra vez su honestidad.– Gracias, Addy. – Murmuré mirándola sin soltar sus manos.
– No me agradezcas, es mi deber. – Sonreí ampliamente y uní mi frente con la de ella, pero entonces un sonido mas que obvio proveniente del padre de Addy hizo que nos separaramos.
– Cuando quieran venir ya saben. Les recibiremos placenteramente. Ahora si nos disculpan. – Añadió de ultimas su Padre para después salir por la puerta.
– Debo irme. – Susurro y acarició mi mejilla.– ¡Addison! –
– ¡Voy! – Beso suavemente mi mejilla y soltó mis manos para después alejarse y desaparecer por la puerta.
– ¿Nunca te dije que esa tal Addison es una chica genial? –
– Oh, ¡Papa! –
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Z-O-M-B-I-E-S. (ZØℳβIΞS!) τhє νιгυs.
FanfictionDespués de la reconciliación entre los humanos y los Zombies, una nueva puerta hacia la pacífica vida compartida se abre. Pero, esto poco duraría ya que la llegada de un ser cambiaría lo que tanto costó conseguir y a la vez significaba para ellos. S...