MI HÉROE

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KAROL PDV.

Hoy es la fiesta, donde será presentado mi hermano Eduardo, Como el nuevo presidente de la constructora, me he levantado más temprano de lo normal, para ayudar a mi madre.

No me quejo por despertar  temprano, pues casi no pude dormir por estar hablando o más bien peleando con el estúpido de mi ex novio, que no ha dejado de amenazarme para que volvamos a ser pareja. Pero esta operado del cerebro si piensa que volveré con él, después de la escena de celos que me hizo, mucho menos por la bofetada que me dio.

—Hola, mugres—dice, Eduardo detrás de mi.

—Hola, Eddy—contesto alegremente. Mi abuela siempre le dice Eddy, al locuaz de mi hermano, pues nuestro bisabuelo, “que en paz descanse” se llamaba así.

Vuelvo a pronunciar su nombre—Eduardo, Eduardo, hello, llamando a Eduardo desde el planeta tierra—mi hermano no contesta, parece estar en las nubes  viendo y sonriéndole a la pantalla de su teléfono móvil.

Eduardo  ha estado medio raro últimamente, parece... Mmm.. “enamorado”, si esa es la palabra correcta, y creo que lo está de la persona que menos pensé que lo conquistaría. Si es como pienso, confirma el dicho que siempre ha dicho mi madre. “Del odio al amor sólo hay un paso o un buen chingadazo” pero creo que fue el  paso.

—Perdón, Chaparra.¿Qué me decías?

—Qué vas a ser tío, tengo 2 meses de embarazo— me muerdo los labios para no reír por la cara que ha puesto el distraído de mi hermano.

—¿Qué? ¿Cómo?¿Quién es el padre?—toma mi brazo—. Tenemos que ir al doctor, para confirmar que el bebé esté bien.

Al escuchar sus palabras, ya no puedo contener la risa y suelto una risotada que se escucha hasta la siguiente calle—. Es broma, Eddy, sólo lo dije porque estabas muy entretenido en tu celular.

—Karol, eso no se hace—coloca una mano sobre su pecho, del lado izquierdo donde está el corazón.

—Ponte más buzo— rio—, sino quieres que alguien de verdad ya saque un buen susto.

Entrecierra los ojos y dice—Entre tú y Raquel me  van matar.

—Raquelita te va a matar de otra manera—suelto una carcajada al ver que Eduardo, no entiende mi broma en doble sentido.

—¿De que otra forma, Karol?

—Olvidalo, Eduardo, todavía eres un niño para entender—digo, entre pequeñas risas—. Me voy, tengo que ir a recoger el vestido de mamá

—doy media vuelta, dejándolo pensando en cómo Raquelita lo puede matar.

****

Mi hermano no deja de ver el reloj, está impaciente por la llegada de su “Raquelita”. Ni cuando choco el carro de papá, hace 6 años, estaba nervioso como ahora. Lo que hace el amor.

Después de unos eternos quince minuto llega la señorita Medina, acompañada de un joven muy apuesto, nunca lo había visto ¿Quién será?. Me acerco cautelosamente para escuchar el nombre del caballero que acompaña a mi cuñis.

Me escondo detrás del árbol, poniendo mucha atención pues el chico se está prestando  con mi madre.

—Buenas noches, soy Miguel Medina, hermano de Raquel. Es un gusto conocerla bella dama.

Conque es su hermano. Interesante.

Pienso acercarme para que me presenten con el chico de ojos brillosos, pero el mayordomo me detiene—. Señorita Karol, su novio la espera en la puerta.

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