Parte 11

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Jenna

Estaba muy nerviosa con la situación. Según se estipulaba en los documentos si en 3 meses no habíamos levantado la empresa, John tomaría el poder de ella y seria su mayor accionista haciendo que nosotros tuviéramos la obligación de vender nuestras acciones y el termina siendo el dueño por completo de ella.

Lo peor es que John iba formar parte del comité de accionistas sin invertir un solo peso, ya que por el haber traído a los inversionistas, teniendo un porcentaje de la empresa. No puedo creer que este hombre este intentando quedarse con lo poco que le queda a Jasón, siendo su amigo y abogado había echo que todo terminara a su favor.

Doy un respingo cuando siento unos brazos envolverme y pegarme a su cuerpo. Mi esposo me levanta para ponerme encima del escritorio y empezar a besar mi cuello. Gimo y envuelvo mis piernas alrededor de su cintura mientras Jasón acaricia mis piernas y empieza a meter sus manos bajo la camisa de él que tengo puesta. Mi mente se nubla y antes que pierda la mente por sus caricias lo detengo.

-Jasón... por favor detente... Umm- Gimo- Necesito decirte algo...- Susurro perdiéndome con su toque.

-Después- Susurra Jasón en mi oído –Ahora me apetece hacerle el amor a mi esposa- Mi estomago se contrae y antes de poder continuar lo empujo lentamente para que pueda verme a los ojos.

-Es importante, enserio...-Jasón rueda los ojos y se sienta donde estaba cruzándose los brazos, luce molesto- No quiero que te enojes- Digo y bajo mi mirada. Jasón toma mi mano jalándome haciéndome caer encima de su cuerpo, me acomoda para que quede sentada ahorcadas en sus piernas y toma mi mentón para que lo mire.

-No me gusta que escondas tu mirada- Me da un casto beso –Sabes que jamás abra algo que me moleste de ti- Le sonrió.

Empiezo a comentarle a mi esposo lo que acabo de descubrir. Jasón luce muy molesto, empieza a revisar los documentos y por más que lo lee no entiende como su amigo le haya hecho algo como esto.

Estoy realmente cansada. Ninguno de los dos pudimos dormir en la noche, tuve que detener a Jasón quien iba a buscar a John para reclamarle y de paso como decía mi esposo a romperle la cara. Pude calmarlo y ambos nos fuimos a dormir, pero fue imposible.

Ahora nos encontrábamos en la oficina esperando que John haga su aparición junto a los inversionistas. Sabíamos muy bien que si Jasón le hacia algún reclamo, el no perdería tiempo en llevarse a su gente, así que le sugerí a mi esposo en cambiar los documentos y redactarlo de nuevo sin que le digamos nada a John y cuando hagamos la presentación, que los inversionistas mismo sean quien tome la decisión.

-Tranquilo mi amor, todo saldrá bien- Jasón no ha dejado de pasear en la oficina. Me acerco tomando su rostro para besar sus labios. Mi esposo sonríe y me apresa entres sus brazos.

-Gracias por estar a mi lado- Susurra Jasón entre besos. Rio y me pierdo entre sus besos y no nos damos cuenta que alguien ha entrado a la oficina hasta que óyenos un brusco carraspeo.

-Vaya me alegra que mientras yo esté salvando esta empresa, ustedes se diviertan- Dice con sarcasmo John quien ha entrado sin ni siquiera tocar la puerta.

-Y a ti quien te dio el derecho de entrar a mi oficina sin antes anunciarte- Le Expresa mi marido con dureza.

-Así es como le agradecen a uno que les salven el culo- Le contesta antes de salir de la oficina azotando la puerta.

Jasón está furioso y antes que se vaya detrás de él, tomo su cara y hago que me mire a los ojos.

-Por favor respira, no dejes que él te afecte-

Empezando desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora