Capítulo 3

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La solución está al frente tuyo.
Pero no deseas aceptarlo.
Bebe un macchiatto y siente lo dulce de la vida.
Tal vez cambies de opinión.
O tal vez simplemente llegues a hacer tú vida mucho más amarga.
Tal vez lo dulce del macchiatto te conlleve al expresso...

Solución, eso era lo que buscaba, habían pasado ya cuatro días desde que conoció a SeokJin y definitivamente necesitaba la solución de lo que le llevaba intranquilo en aquellos días, conocerlo.

Tenía tanta urgencia en conocer un poco más de el lindo chico de cabellos rubios de la cafetería, que hasta parecía obsesionado con el tema, aunque tal vez si lo estaba un poco, solo un poco.

Al escuchar la alarma abrió sus ojos de par en par, soltando un bufido apagó ésta, ya estaba comenzando a odiar aquella alarma, normalmente la debía cambiar todas las semanas. Era el único cambio que hacía en su vida.

Y ahora que lo mencionaba, tal vez, eso era lo que necesitaba Namjoon, cambios, no podía quedarse siempre en el mismo lugar en el que estaba parado, debía avanzar de algún modo y eso era justamente lo que él no hacía.

Necesitaba un cambio en su amarga rutina, necesitaba un cambio en las cosas que hacía día a día, un cambio en sus pensamientos negativos, un cambio para detener todo lo que sufría en sus amargos americanos.

Algo dulce tal vez.

Porque aunque no lo demostrase, a Namjoon le dolía hacer esa amarga rutina todos los días, no obstante, el era el único que podía cambiarla, solo el mismo debía hacer aquel cambio tan drástico.

Con pequeñas cosas se puede lograr algo grande.

Se sentó al borde de la cama pensando de alguna forma en como sacar a SeokJin de sus pensamientos, no obstante, tenía tantas ganas de conocerle y quitar aquellas dudas que tenía sobre él, que simplemente no podía dejar de pensar en el lindo chico nuevo de cabellos rubios de la cafetería.

Soltó un suspiro frustrado, necesitaba ayuda de profesionales, por lo que desconectó su celular del cargador desbloqueándolo, inmediatamente abrió el chat de Min Yoongi, su mejor amigo, sabía que él podría ayudarlo en su gran pequeño problema.

Namjoon
«Min Yoongi, necesito tu ayuda.»

Yoongi
«Hola Namjoon, ¿Cómo estás? Yo estoy bien, gracias por preguntar.»


Namjoon
«Hola Yoongi, ese no es el punto que quiero tocar, realmente necesito tu ayuda.»

Yoongi
«¿Para qué? ¿Tan desesperado estás para recurrir al gran Min Yoongi?»


Namjoon
«Tal vez, ese no es el punto, hoy en la cafetería, después de la escuela, nos vemos.»

Yoongi
«Bien Namjoon, yo también te quiero, gracias.»

Namjoon
«Ash, adiós. »

Luego de esa pequeña conversación se levantó de su cama soltando un suspiro, debía seguir su rutina.

[...]

Caminaba a paso lento hacia la cafetería, hablaría con Yoongi, tal vez él sería la persona que respondiera sus dudas.

El único que puede resolver sus propios problemas eres tú mismo.

Era un pensamiento constante que surgía en su mente, pero no siempre iba a poder hacer todo por su cuenta, aveces uno necesita el empujón de alguien más, un poco de ayuda, porque Namjoon en definitiva estaba metido en un gran agujero.

Y tal vez Min Yoongi sería la persona que le lanzase una cuerda para salir de aquel agujero.

Abrió la puerta de la cafetería y al igual que el día que habló con Jimin, el lugar estaba bastante concurrido, no obstante en una mesa que daba con una de las ventanas del lugar, su amigo pelinegro estaba sentado en la mesa, esperándolo.

Caminó hacia allí y al llegar a la mesa se sentó frente a Yoongi sonriéndole.

— Al fin llegas, pensaba irme ya. —

Comentó Yoongi volviendo su mirada a Namjoon sin cambiar su expresión, la cual simplemente no decía mucho.

— Perdón por la demora... Salí un poco más tarde de la escuela... ¿Ya pediste? —

Preguntó intentando cambiar el tema de que llegó tarde a lo que Yoongi asintió con la cabeza.

— Un americano para ti, un expreso para mí, pero sabes que ese no es el punto. ¿Para qué me hablaste? No sueles hacerlo así que algo importante sucedió. —

Si Yoongi no lo conociera tan bien diría que no fue algo de suma importancia, sin embargo, definitivamente lo era.

— Ah... Escucha... Hay un chico de esta cafetería q- —

No pudo terminar de hablar debido a que el mesero había traído sus pedidos, no obstante no era cualquier mesero, nada más ni nada menos que SeokJin, la persona que había estado atormentando sus pensamientos desde el primer día que lo vió.

— ¿Algo más? Cualquier otra cosa me llaman. —

Dicho eso SeokJin se fue algo nervioso, cosa que Yoongi notó, también de que su amigo no despegó la mirada de este hasta que desapareciese de su campo visual, por lo que no pudo evitar soltar una pequeña risa.

— Creo que ya lo tengo... ¿Te gusta? Es bastante lindo en realidad... P- —

Namjoon casi lo mata con la mirada, hasta interrumpirlo.

— No, no es eso. Sólo es que siento que lo he visto antes, pero no sé en donde... Lo conozco y eso me atormenta, quiero saber sobre él, quiero conocerle aún más, quiero quitar las dudas... --

Murmuró observando su café tomando un sorbo del mismo, estaba en lo más profundo de esa amargura, y le atormentaba ver una pequeña luz, le atormentaba pensar que si salía de aquel fondo las cosas volvieran a suceder como antes.

Porque Namjoon en algún momento también fue feliz.

— Háblale. —

Yoongi fue tan simple, que levantó su mirada del café, dirigiendo esta a los oscuros ojos contrarios.

Y sin darse cuenta Yoongi le había dado la solución que tanto deseaba.

[커피]

Ahora se viene lo bueno ahq.

No había actualizado hace años sorry, además de que el capítulo está algo corto, pero tampoco quería hacer mucho en este capítulo así que don't worry.

Bueno, no tengo mucho que decir, solo que fíjense en cada detalle.

Baibai ❤️

Coffee | Namjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora