Solo tal vez (omegaverse)

Capítulo 28

Por Yuuri.
Todo iba mal, Lilia y Mari discutían por mi culpa, mi padre solo las veía y parecía contar del 1 al 100000 ya que no había nada, mamá había salido con Otabek por la mañana al igual que Celestino y Ghuang.

-Debemos de matarlos a todos- grito Lilia mirando a Mari y a mi padre.-Por Dios, es lo mejor para todos, si están muertos podemos poner a otra persona a cargo, alguien que no desafiara a los puros, solo olviden ese estúpido trato que hicieron con el- dijo señalandome.

-Nosotros no rompemos las promesas que hacemos- dijo Mari- así que solo mantenme callada y sigue nuestras ordenes-

-Y a ti quién te puso al mando?-

-Por favor ya cállense-dijo mi padre tocando su sien y masajeandola, aunque no fue suficiente ya que Mari y Lilia seguían discutiendo- Lilia cállate, Mari cállate y tu Yuuri empieza a hablar - dijo mi padre, Mari y Lilia se callaron, venía algo que nome gustaba, en realidad no había averiguado nada y en cuanto el lo supiera me iba a ir mal.

-No se nada- dije en voz baja.

-¿Que?-

-No averigüé nada de ellos- dije en tono normal mirando a mi padre, vi su enojo asomarse y la sonrisa burlona de Lilia, Mari me miraba con compasión, ella sabia mejor que nadie que no pasaría nada bueno.

-Lilia, Mari, retirense hablaremos mas tarde, tengo que hablar con Yuuri- dijo levantandose e yendo a buscar algo en unos cajones, ellas obedecieron y yo miraba atento, intente ser positivo y creer que el no seria capaz de hacerme algo, que no me castigarla por esto, pero me equivoque al ver que saco unos guantes negros para cubrir sus manos y me arrojo otros- Nunca me había decepcionado tanto algo, Yuuri tu realmente logras sorprenderme, te encargue algo y además de no haberlo podido hacer ¿tampoco se te ocurrió preguntar?- dijo acercándose, acompáñame, me fui detrás de el al ático que en realidad parecía un mini gimnasio negro con espejos.
Me quede mirando el lugar y vi una foto que me sorprendió y me causo un escalofrío, vi una foto antigua de mi, cuando aun era Eros, recordaba que cuando fui a mi primera misión solo mis papás me la tomaron para conmemorar mí éxito, pero creí que ya no existiría, que sentí un fuerte golpe en mi cara que me trajo devuelta de mis recuerdos a la actualidad, mire a mi padre que se había quitado su camisa y solo se encontraba con una playera y sus dos puños cubiertos con aquellos guantes negros, lo mire horrorizado, no creía que iba a pelear con él , nunca me había pelado con el, ni siquiera tenido una discusión intensa o un pensamiento de mi pegándole, negué con la cabeza y cuándo mire mis manos para sacar los guantes y sentí una patada en mis costillas.

-Ni se te ocurra quitartelos- dijo mi padre, lo mire y vi furia en sus ojos, así que iba a desquitarme caigo, bueno eso tenia sentido- Mas te vale que seas capaz de esto o ¿también me decepcionaras aquí?- dijo mientras lanzaba una patada a mi estomago que me hizo sacar todo el aire que tenía dentro. Cuando iba a lanzar una segunda rodé alejandome de él, coloqué mis puños enfrente de mi para al menos bloquear sus golpes-Así que así sera Yuuri- dijo acercándose más a mi cuando empezó a lanzar golpes logre que evitarían algo-¿Porque no me haces un favor y dejas salir a Eros?- dijo aun golpeandome, pensé que todo esto era por que quería que fuera el de antes, pero cuando sentí su pierna que no logre evitar llegar a mis costillas izquierdas y mucho menos pude cubrir el golpe que me dio otra vez en la cara, descarte esa idea,más golpes se hicieron presentes aunque sentía que eran mas intensos que las veces pasadas, incluso cuando me intente levantar mire las gotas de sangre que brotaban de mi labio, mis costados me dolian demasiado y aun no podía creer que mi padre tuviera tanta fuerza, para su edad pensaba que ya no era siquiera capaz de dar patadas, me pare con dificultad y lo mire otra vez, me miro mal y se volvió a acercar, esta vez sus golpes fueron más precisos, estaba seguro que tenia varias cosas rotas pero y aunque me gritaba continuamente que le devolverá el golpe, la Education que me habían dado no me permitiría,por Dios era mi padre, no podía hacerle eso, después de que volviera a caer al piso y no pudiera levantarme más, pensé que pararía esto, sin embargo me equivoque, sus mateadas se hicieron presentes en la boca de mi estomago, escuche el grito de mi mamá y vi a Otabek, Mari, Minako y Celestino entrar corriendo, Celestino y Otabek superaron y alejaron a mi papá, Minako y Mari llegaron hasta donde yo estaba, Minako se gabacho para revisarme, per cuando levanto mi camisa Mari estalló en furia.