Eclipse

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La luna está triste,

Su luz deslumbra mi ventana,

Se oyen los susurros del tráfico de la ciudad,

En la soledad de la noche,

Las gotas y los relámpagos retumban a la distancia.

No veo estrellas.

Y las busco.

Y te hecho de menos,

La televisión apagada tintinea en un rincón.

La casa amueblada,

Me observa en silencio,

Mis uñas rojo vino desentonan con la seriedad de la tormenta.

Y vuelvo a pensar en ti.
Otra vez en ti.

En todo lo que fuimos,

Y pudimos haber sido,

En si leerás mis poemas,

En si puedes oírme cuando te pienso,

En que la luna vuelve a estar triste esta noche.

El aletear de los murciélagos hace eco en las tristes chimeneas.

Aquella imponente estatua, se encoje ante los rayos y truenos,

Y yo con ella.

Madrid vuelve a estar sobrecogida por tanto dolor y anhelo.

Yo,
Asustada por la tormenta,

Pienso en ti,

En todas esas cosas que me dijiste
Y que no piensas.

En las cosas que me dijiste,
Y que yo me creí.

Pienso en que la luna esta triste esta noche.

En el temporal,

En tí,

En los muebles que me miran.

En mis uñas rojo vino.

Porque pienso en que la luna está triste esta noche,

Y en ti,

Y tú,

Que estás triste.

Y que piensas en que la luna está triste esta noche.

Y yo.

Y ambas dos.

Yo suspiro,

Porque pienso que la luna está triste esta noche.

Que está triste.

Y tú con ella.

carámbanos en agostoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora