✨Corazón De Niño✨ 🍃[Danny Phantom] (One-Shot)🍃

Corazon De Un Niño

Antes de leer devo aclarar que este Fanfiction no le continua al de Dani,este fanfiction es aparte,despues continuare el de Dani.
Ahora si a leer....

Bueno, siento que el tiempo se está escapando

Y parece que el camino se hace más duro cada día

A veces me veo atrapado

Con pequeñas cosas que simplemente no importan

Tropecé por el camino que llevaba a mi casa. Era invierno en Nueva Orleans, pero eso no significaba mucho. Nunca realmente se enfrió. Aún así, mientras caminaba por la acera, me sentí helado hasta los huesos. Tiré de la manga de mi suéter sobre mis manos e intenté no pensar en los eventos del día, pero no pude. Los pensamientos siguieron apareciendo furtivamente en mi cerebro.

Una y otra vez, sus palabras resonaron en mi cabeza: feo, perra, puta,puta inútil, asquerosa,perdida de espacio, coño.

Los insultos no eran nada nuevo para mí. Los escuché todos los días cuando entré a la escuela. A la multitud popular le gustaba molestarme: Leslie en particular. Yo no era su único objetivo, pero a veces me sentía así. A veces parecía que no podía dar vuelta en ninguna esquina de mi escuela secundaria sin tropezar, golpear o burlarme. Seguramente hubo días en que no fui detectado, cuando algún otro friki o nerd ocupó su atención, pero nunca lo sintió.

La gente a menudo dice que las chicas pelean con palabras y los niños pelean con los puños. No he encontrado eso para ser verdad. Cuando los niños populares, un gran grupo de niños y niñas, me alcanzaron, como lo hicieron hoy, los niños me llamaban, burlándose de mí con los nombres. Las chicas serían las que me agarrarían por el brazo, me golpearían hasta que me golpeara, o me abofetearían tan fuerte que sus uñas me rasgarían la mejilla y sangraría.

Llevé mi mano a un lado de mi cara y volví a bajar. Débiles rastros de sangre tiñeron las puntas de mis dedos. Con un profundo suspiro, limpié mi mano contra el costado de mis jeans negros y me puse la capucha sobre mi cara. Mis padres no estaban en casa, así que no estaba ocultándoselo. Más bien, me estaba escondiendo del espejo que mi madre tenía colgando de la puerta principal. No quería ver mi cara arañada. No quería ver lo que me hicieron.

Solo me recordó que realmente no valía nada y que era patético, como todos dijeron.

Doblé la esquina de una calle y seguí meditando. Una cosa que realmente me atrapa a veces es que podría haber sido uno de ellos; uno de los niños populares más poderosos que nunca parecen dejar de sonreír y reír, que nunca parecen infelices. Soy rico, al igual que ellos. Mis padres pertenecen a la misma alta sociedad que ellos. Cuando era pequeño fui invitado a todas sus fiestas de cumpleaños; Salí en sus casas. Estuve tan cerca de ser uno de ellos y, si hubiera sabido que sería así de miserable más adelante en la vida, podría haber jugado su juego; Podría haber cambiado para quiénes yo solo encajaba.

No lo había pensado. Así que, en lugar de usar los elegantes y rizados vestidos que mi madre nunca dejaba de poner en mi cama, los desgarré y me puse unos desgastados jeans y uno de los viejos botines de cuadros de mi padre que dejó de usar justo después de que nació, cambiándolo por un traje de negocios. En la fiesta del té de Leslie traje mi felpa de murciélago que resplandece en la oscuridad en lugar de las muñecas de China que trajeron todas las otras chicas y tampoco me comportaba como ellas. A diferencia de mí, esas niñas de seis años habían asistido a las lecciones de etiqueta que sus madres programaban y seguían los modales de los que sus padres y niñeras predicaban. Tenían sus meñiques en el aire y mordisquearon sus cuadrados de chocolate mientras yo tenía toda mi mano envuelta alrededor de mi taza de té y me jactaba de cómo podía meter dos cuadrados enteros en mi boca a la vez. No importa lo que hice, no pude arreglar las cosas con esas niñas. Traté de ser una marimacho después de eso; Intenté encontrar un nicho con los muchachos. Otra chica, Dominique, lo había hecho. Se había ganado su respeto al golpear a Charles Parker y eructar todo el alfabeto. Casi me habían dado la bienvenida (aunque no tenía la inclinación más atlética, podía trepar a un árbol más rápido que nadie y, cuando estaba en una superficie plana cuando no podía tropezar con mis propios pies, estaba más rápido que el gemelo de Charles, el más rápido en nuestro grado) pero yo también lo arruiné. Dije grandes palabras que no podían entender (incluso entonces, ya estaba volviendo a las páginas de libros de la compañía que otros niños se negaban a ofrecer) y yo era vegetariano, algo que los amantes del tocino detestaban