Capítulo 3. "Viviendo entre los Owen"

4 1 0
                                    

—¡La primera chica que no cae a sus pies en siglos!-Gritó Jake riéndose muy escandalosamente. Rápidamente llegamos a la altura de los demás, y Alec mi hizo chocar los cinco con él, según el chico de de cabellos rubios y morenos es muy gracioso que alguien con el que Nathael intentase ligar se riera de su manía de guiñar el ojo.

(...)

Cuando llegamos a casa de los Owen, nos despedimos de los vampiros, le dí un abrazo a Alec y Aaron, pero cuando me acerqué a darle otro a Nathael, el empezó a hacerse el herido.

—Me debes un beso Brook, aún me duele tu forma de reírte de mí.— Dijo poniendo cara de perrito abandonado. Dios ¿Este chico no se da cuenta de lo adorable que se ve cuando hace eso?.— La verdad que no lo sabía, pero si tu lo dices lo tendré que hacer más a menudo.— Habló con una sonrisa arrogante el chico de ojos grises.

—¿Puedes dejar de leerme la mente?. Gracias Nathael.— Dije respondiendo yo misma a la pregunta, claramente me estaba riendo de él. Pero estaba un poco preocupada de que no se lo tomase bien, aún no me sentía con la confianza suficiente como para bromear con ninguno de ellos.

—Uhhh. Esta chica va dando duro.— dijo Duncan, refiriéndose a que le había dicho Nathael y Nate. Pero yo ya sabía que si le decía Nathael no le molestaba, al contrario.

O eso creo...

—Como sigamos aquí va a amanecer.— Dijo Aaron, un poco molesto, pero no sé devido a qué.

Me acerqué a Nathael para abrazarlo y darle un beso en la mejilla como hice con sus otros dos hermanos. Mientras, los chicos lobos comenzaron a entrar a casa, y Aaron y Alec desaparecieron como si fueran flash, supongo que fueron a casa. Cuando estuve dándole el abrazo, hablé.

—¿Seguro que no te molesta que te diga Nathael en vez de Nate?.— Le pregunté bastante confusa, no quiero que piense que solo quiero molestarlo o algo por el estilo.— Perdona lo de antes, a veces cojo demasiada confianza...— Nathael me interrumpió.

—Ey ey ey, tranquila. No, no me molesta que me digas Nathael, no iba en broma eso de que me gustaba que me dijeras así. No, no cojes demasiada confianza, al contrario. Los perros son ahora tu familia, ¡Bromea más! Y los sexys vampiros irresistibles seremos como tus primos ardientes.— Dijo con una sonrisa burlona, pero podía notar que lo que decía iba en serio.

—¡Te he oído diciendo que somos unos perros!.— Grito Duncan.— ¡Estúpido sangre sucia recuerda que lo oímos todo!.— Me muero. Me muero. Me muero. Por ángel. POR. EL. ÁNGEL. DUNCAN A LEÍDO HARRY POTTER. TIENE TODO MI MALDITO CORAZÓN.

—Okey. Duncan te a ganado con eso de sangre sucia, pero deja de gritar mentalmente, me dejas sordo y con dolores serios de cabeza.— Dijo Nathael molesto. ¿¡Cuando va a dejar de leerme la mente!?.— Nunca.— Comenzó a reírse. Será idiota. Me acerqué a él para darle un golpe en el brazo. Claramente de broma. Pero él vió mis intenciones y salió corriendo al puro estilo Flash. No me extrañaría si fuera su superhéroe favorito.

Cuando ya estaba terminando de subir las escaleras que conducían a la plata de arriba de la casa de los Owen, alguien de tiró al suelo. Y cuando digo que me tiró al suelo, digo QUE LO TENGO A ALGÚN DESCEREBRADO TUMBADO ENCIMA MÍA.

—¿Pla-planeas...de-de-dejarme... sin...res-respi-ra-ración...?

—Perdón.—dijo Duncan mientras colocaba sus piernas a cada lado de mis caderas, apoyando ahí todo su peso. ¿Qué tienen estos seres con el espacio personal?.— La emoción.- añadió rascándose la nuca, claramente nervioso.

—¿Emoción porqué...?.— Hablé nerviosa. El día que pueda hablar con ellos sin nervios ni verguenza alguna apareceran los cuatro jinetes del apocalipsis.

Vampires & WerewolvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora