Espero que les parezca ¿aceptable? Y que lo disfruten.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
●"Desconocidos"●
Subte.
Un medio de transporte del cual la gran mayoría utiliza y claro, esto también incluye a (T/n). Lo bueno; es que ella estaba volviendo a casa, tal vez un poco temprano que de costumbre, pues tenía un asunto importante. Lo malo; es verano, más demasiada gente en el vagón, más que no hay aire acondicionado. Ya sé imaginan lo que sufre.
Afortudamente, había llegado a su parada, pero era tanta la multitud que era imposible salir, para el colmo, la puerta era ocupada por personas que no bajaban en la estación. Joder ...
— Permiso —dijo ella mientras se aproximaba hacia la salida.
Pero no, la muchedumbre le impedía el paso, más bien parecía que era empujada hacía tras aproposito y junto a ello, su bolso.
— ¡Permiso! —sí bien no le gustaba sonar grosera, pero tenía que levantar la voz.
Así que continuó intentando. Ya se estaba acercando, su salida del vagón con malos olores, la brisa de verano y su vuelta a casa. Solo un poquito más. Pero el sonido de la puerta corrediza la alarmó: ¡Estaba a punto de cerrarse la puerta! Y sin más, logró sacar su mano a fuera.
— ¿P-Pero qué? —murmuró confundida al sentir un tibio tacto en su mano.
Esto la preocupaba un poco, que del otro lado alguien que no ve y probablemente ni conoce, sujetaba su mano. Aunque, lo más sorprendente e inesperado fue cuando eso misteriosa persona jaló de ella, sacandola del vagón antes de que se cerraran las puertas.
— ¿No me va dar las gracias? —dijo un peli-azul mientras aproximaba su rostro.
— G-gracias —mencionó ella avergonzada.
Para (T/n) ver a un chico tan guapo la ponía nerviosa, vamos, creo que estamos de acuerdo que es demasiada suerte. Un joven de cabellos azules oscuros, e igual que sus ojos, transmitía esa aura de misterio realmente deslumbrante e indescriptible. Una sonrisa juguetona pasó por los labios del peli-azul, pues le resultaba divertido ver la expresión de aquella jovencita que tenía enfrente suyo.
— ¿Estás ocupada en estos momentos? —y con una sola pregunta atrajo por completo su atención— Deseo invitarle un café, "señorita".
Sorprendida por tal propuesta, aún más, el hecho de como se había expresado a ella como "señorita" le causa gracia. Rió en su interior y miró fijamente al peli-azul.
— Lo siento, mi novio me espera en casa —recalcó la palabra mientras embozaba una sonrisa un poco divertida.
— No sucederá nada sí llega un poco tarde, además —una mirada cómplice atacaba los ojos de (T/n)— ... su novio no tiene porqué enterarse.