En medio de la noche, Kelso fue levantado de su descanso gracias a una llamada entrante, y a juzgar por las otras diez llamadas perdidas, era urgente. Finalmente respondió algo adormilado por los días de pequeños descansos de una hora cada uno en sus viajes.
Cayde estaba al habla bastante ansioso.
—Hasta que despiertas, bella durmiente —dijo, cruzado de brazos —. ¿Recuerdas la misión que te encomendé? Necesito saber el resultado. Ikora y Zavala están un poco preocupados y quieren saber si esto es la desaparición total de nuestros desagradables y apestosos vecinos.
—Eso es un hecho, Cayde. Desaparecieron sin dejar nada atrás, sólo algo... —Kelso dudó en mencionarle de su prisionero. No quería que todo se le fuera de las manos.
—¿Y qué es ese algo? —volvió a preguntar el Exo, sonando serio y curioso.
—En la Antigua Rusia hay algo que nos puede dar el paradero de los Caídos —mintió. Las respuestas siempre estuvieron con él, sólo necesitaba una excusa para salir de la Torre. —. Pero como ya sabes estoy atrapado aquí.
—Yo me ocupo.
Trás eso, Cayde cortó la comunicación. No le había indicado al cazador que hacer, más que sólo esperar a que pudiera irse de la Torre.
—Eros, ve iniciando todo los sistemas de nuestra nave —indicó Kelso.
—Estoy en eso —replicó, apareciendo en su hombro casi al instante —. Kelso, tenemos a una persona fuera, y creo que sabe que nos queremos ir...
El guardián procedió a colocar su casco para revisar el radar integrado en el mismo. La persona fuera era identificada como un punto verde. Eso llegó a desconcertar a Kelso.
—Tengo que salir —dijo —. Prepara el teletransporte, por si acaso.
Eros hizo una especie de asentimiento, viendo cómo su guardián lo dejaba ahí.
"¿Quién podría ser?", esa pregunta resonaba tanto en su cabeza con una mitad de él deseando saberlo y otra todo lo contrario. Sin que se diera cuenta por estar distraído por sus pensamientos, llegó a estar a un metro de la guardiana que esperaba ahí.
—Me alegro de que Cayde haya dicho la verdad —mencionó esta misma.
Kelso creyó reconocer a tal guardiana frente a él gracias al distintivo casco que poseía, y gracias a su voz sí que lo hizo.
—¿Narah? —preguntó sin creer realmente lo que veía.
—No tenemos tiempo para esto —indicó la mujer —. Subamos a la nave y vámonos de aquí en cuanto antes.
Narah se acercó a la nave en otra ocasión y golpeó la superficie para llamar la atención del espectro que se encontraba ocupándolo.
—Eros, teletransportanos dentro —ordenó.
—¿Narah? —el espectro también reaccionó igual de sorprendido por su presencia, cosa que hizo que la guardiana perdiera su paciencia e hiciera que su compañero se encargará de ingresarla en la nave.
Eros trajo de vuelta a su guardián a los pocos segundos en que la cazadora lo hizo.
La guardiana se encontraba en el asiento del piloto como sí fuese la propietaria del mismo. Aún así no obtuvo oposición alguna, sólo confusión de parte de los futuros prófugos.
—Cayde —llamó Narah a su vanguardia —, ya estoy con ellos.
—¡Bien! —respondió Cayde bastante complacido —. Sé que esto está fuera de lugar, a tu forma de ver, porque creo que es una buen causa. Pero bueno, suerte guardianes —le dijo a la guardiana antes de volver a cortar la comunicación.
ESTÁS LEYENDO
Destiny: The Journey
FanfictionCuando parecía que la Luz seguiría en pie por largos años de prosperidad y paz, se ve opacada por la Oscuridad que nunca para de cernirse sobre los guardianes y habitantes de la Última ciudad, ahora más que nunca por un nuevo enemigo. Antiguas leyen...