Capítulo 4: Homecoming

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Capítulo 4: Homecoming.

Por favor lean la nota de autor al final del capítulo, es de suma importancia para entender los futuros acontecimientos de la novela.


Meses después.

El bullicio que la gente en mi escuela hacía era demasiado fuerte. Tenía algunos cuadernos en las manos junto con uno de mis planos perfectamente doblado para que fuera del mismo tamaño que mis libretas. La última clase que tenía ese día estaba apunto de comenzar y yo seguía aquí caminando lo más rápido que podía hacía el otro punto de la escuela, donde estaba el salón.

—Rock ¿a dónde crees que vas, querida?—escuché una voz detrás de mí.

<<Maldición>>

Me quedé quieta. Sé que si seguía avanzando ellos se enojarían conmigo y también que ya no llegaré a esa clase el día de hoy. No iba a avanzar porque era aún más vergonzoso que se pusieran a perseguirme por todo el corredor, además por la voz sabía que era Taylor, él me iba a alcanzar en cuestión de segundos.

— El día de hoy no te hemos podido saludar, ¿finales cierto?— siguió hablando mientras se acercaba a mí. Tragué en seco. — Bueno, el punto es que al fin podemos vernos y así aprovechamos el tiempo perdido.— su mano tocó mi hombro y yo sabía que esto ya no podía acabar bien.

Me comenzó a dirigir hacia la salida más cercana de ese edificio. Yo no puse ninguna resistencia porque ya no había otra forma de que las cosas fueran diferentes, iba a recibir una hermosa golpiza la hermosa tarde de hoy.

En la parte trasera de ese edificio nunca había nadie vigilando, ya que "nunca va ningún alumno a ese lugar"— citando a la directora de la escuela— <<Bueno señora, creo que su idea es errónea.>>. Muchos iban ahí para fumar, jugar cartas y apostar, fajarse con su pareja o a ser golpeado. Quiero que adivinen que iba a hacer yo ahí. Muy difícil no era. Ya estaban ahí Zack, Kira, Reagan y Nate;al parecer no iban a llegar más populares.

— Trae acá— me dijo Reagan a la vez que se acercaba a mí, para después quitarme mis cuadernos junto con el plano y aventarlos a un lado. Segundos después Taylor me quitó mi mochila y repitió la acción de Reagan.

Una vez sin nada encima Regan jaló mi cabello y me llevó un poco más cerca del resto del grupo. Cuando me soltó caí de espaldas en el pasto. Los ví con mis ojos llenos de miedo, no quería que me golpearan, no quería volver a ser su burla, yo quería irme de ahí con la poca dignidad que aún me quedaba pero no podía. Los deseos no se hacen realidad. Kira pateó mi costado derecho mientras que Zack pateaba algo de tierra hacía mí. Me hice bolita e intenté pensar que nada de lo que estaba viviendo era verdad, que solo era una pesadilla.

Patada en la pierna, golpe en mi mejilla, pisadas en mi cabello, tierra en mi boca.

— Eres un asco para el mundo.— exclamó Nate.

— No puedes hacer nada.— siguió Kira.

— Mereces morir.— dijo Zack.

— Ojalá Phill no hubiera llegado esa noche— susurré yo.

Abrí mis ojos y pude observar que mi habitación aún estaba a oscuras. Mi respiración era irregular. Tenía un dolor intenso en las palmas de mis manos, me había enterrado algunas de mis uñas en mis palmas.

Odio las pesadillas.

Observé el reloj que tenía en mi mesa de noche. 5:30. Demasiado temprano para mí, pero sabía que no me iba a poder volver a dormir. Últimamente me había estado levantado alrededor de estas horas, supongo que me acostumbré a levantarme demasiado temprano después de haberme tenido que levantar a esta hora miles de veces antes. Mi hermana debía de ya estar levantada, de hecho debería estar arreglándose— ya saben: un poco de base, corrector, rimel, delineador, labial y ¡bam! no te pareces en nada a la tú que se levantó.—

The Angel: The new Avenger | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora