Capítulo 14: Ruinas.

77 3 0
                                    


Tony, Thor y Steve iban delante de todos nosotros, Hulk decidió ponerse detrás de Peter y de mí. Los tres caminábamos en silencio, intentando mantener la compostura y no observar el desastre y caos que se había desatado en Nueva York. Había fragmentos de edificios por toda la acera; polvo, tierra, pedazos verdes que debieron ser de jardines o árboles, pero en especial múltiples cadáveres. La mayoría eran de los alienígenas, pero en el momento que veía alguna señal de ser un resto humano miraba hacía el suelo siendo incapaz de aceptar que no habíamos podido salvar a todos.

El abdomen aún me dolía bastante, como jamás me había dolido en mi vida; pero decidí ignorarlo y dejarlo de lado, no iba a ser la única "superheroina" en decir que se había lastimado en la pelea. Debía implementarle ciertos medicamentos al sistema operativo de Jackson y al traje, tal vez eso podría ayudar en alguna otra ocasión. Giré levemente mi campo de visión hacía Peter, aún llevaba puesta la máscara, aunque estuviera un poco rasgada de la mejilla; pero lo que más llamó mi atención es que cojeaba, levemente, casi imperceptible, pero lo hacía. Miré, entonces, a Steve, Thor y Tony. Tony caminaba lento y constantemente se colocaba la mano en zona del pecho, no sabía muy bien por qué lo hacía — tal vez alguna especie de manía— . Thor parecía estar bien y sin ningún dolor, pero al igual que Stark, posaba su mano durante varios segundos sobre su vientre del lado izquierdo. Steve mantenía su compostura firme, caminaba con determinación a pesar de tener varias lesiones visibles, pero lo que no pasaba por alto era su lento caminar, la tensión que tenían sus piernas— como si el destensarlas las volvería más frágiles— y su mano sobre su vientre. Hulk, en cambio, caminaba lento pero su mirada se dirigía al piso, a pesar de no verlo con detalle pude apreciar su cara de dolor y de culpabilidad. Los héroes que habían intentado proteger a Nueva York, y lo habían logrado en teoría, no parecían nada heroicos en este momento.

Llegamos a las puertas del edificio Stark, y a pesar de haber sido el epicentro de esta batalla, y que el resto del perímetro estaba en ruinas; las personas seguían trabajando tratando de mantener la calma. Al adentrarnos en el lobby fuimos el centro de atención de todos los presentes, y así como había sucedido con varios ciudadanos, la mayoría de la gente comenzó a aplaudirnos, y sobre todo a felicitar a su jefe: el señor Stark. Sonreí levemente ante el gesto de que nos saludaran, no paraba de observar a cada una de las personas que me miraban atentamente, reflejando en sus expresiones una gran admiración y gratitud. Una figura conocida apareció en mi campo de visión, y me fue imposible no correr hacía ella. Clint me veía desde la sala de espera con los brazos abiertos. El resto del mundo desapareció, solo me importaba abrazar a aquel ser humano que se había convertido en un hermano para mí.


— No tienes una idea de cuánto te extrañé.— le susurré en su oído después de haberlo envuelto con mis brazos y él a mí con los suyos.

— Ya estoy aquí.— me respondió de vuelta. Comencé a escuchar ligeras veces, supongo que del resto del equipo.— ¿Cómo estás?— me preguntó una vez separándonos. Sus ojos verdes no paraban de observarme, sabía porque lo había preguntado, y su mirada llena de compasión no ayudaba a retener las lágrimas que amenazaban con salir.

— Estoy bien, quiero decir, fue un asco ser controlada por el palo de luz pero supongo que entiendes eso.— dije a un volumen muy bajo con bastante vergüenza de haberle recordado lo que había hecho él.— ¿Tú cómo estás?

— Bien, no te preocupes.— respondió sin darle mayor profundidad; a pesar de que sus ojos demostraran lo contrario.— Phil estaría muy orgulloso por lo que has hecho. Te lo aseguro.— aseguró mientras algunas pequeñas lágrimas caían de mis ojos.

— Gracias.— susurré en agradecimiento.

— Lamento por interrumpirlos, pero tenemos que irnos.— comentó Nath apareciendo a nuestro lado, noté que tenía el cetro entre sus manos; odiaba esa maldita arma.

The Angel: The new Avenger | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora