Vive La Vida Que Quisieras Recordar

Prólogo

Para la sociedad la etapa problema es la aclamada adolescencia. Esa magnífica etapa donde no se es lo suficiente maduro para traer a una nueva vida al mundo, pero si para cuidar una que no sea la tuya.
En la adolescencia se experimenta desde una mentira, hasta el sexo—en algunos casos—; desde un beso con una persona de tu mismo sexo y dar un golpe en el tabique a alguien que se lo merece—un conducto para descargar cualquier tipo de emociones, personalmente mi favorito. La mayoría de nosotros hemos pasado o estamos pasando por ella, nos hemos sentido incomprendidos y enamorados, orgullosos y algo inseguros. Por ende nuestro segundo hogar será la escuela, y nuestra segunda familia, nuestros amigos—cabe decir que para algunos, esta es considerada su primera familia—.
Puede que en esta historia lleguen a haber cierto tipo de clichés; pero seámonos realistas, en casi todas nuestras vidas, alguna vez, vivimos nuestros propios clichés.
Siendo la curiosidad un personaje recurrente en esta historia, no quedaran satisfechos con solo lo que pasó en un simple año; aún quedan otros dos años de escuela, y creo—no, estoy seguro—, que esto no se asemeja a nada que pueda llegar a pasar en un par de meses.
Los secretos de cada uno de nosotros pesan más que el concreto, ¿Si no podemos aguantar con los de nosotros, como podremos con los de otros? Algunos puros de mente y corazón fueron increíblemente capaces, pero, otros, no les importo sacrificar amistades y mucho menos sus propios pellejos.
Este relato empieza en el inicio de año de esa etapa escolar que se le conoce como High School, aquí, nuestros queridos personajes conocerán nuevas personas, nuevas experiencias, y algunos, a su nuevo, e incluso, primer amor.
No siempre la que parece ser la peor oveja es la que más tentaciones presenta, a veces, la más pura llega a ser la primera en descarrilarse. En el transcurso de esta historia observaremos la traición, tentación, chisme, amor y mentira como unos importantes componentes en la vida de todos.
Puede que éste relato sea considerado por algunos como un melodrama y exageración de sentimientos, pero seamos sinceros, a la edad de la adolescencia queremos—la mayoría— ser el centro de atención, y por qué no, por primera vez en la vida, tener a alguien por quien seamos el mundo entero.