Timeless.「❆」ᴅᴏʏᴏᴜɴɢ

O2

It's strange
Even after a long time
My heart keeps repeating that day.

💫

Aún recuerdo el momento exacto en el que la vi por primera vez. Nuestras miradas conectaron tan intensamente por cortos segundos que cuando ya no estaban conectadas me fue difícil saber que no era así.

Ese día había estado del lado izquierdo del tren, ya a la espera de la llegada de este mientras Jeonsung apenas había llegado y aún se encontraba del lado derecho cuando este arrasó en su llegada, bloqueando nuestras miradas de las ajenas justo en el momento en el que se atravesó entre nosotros.

Ese era mi tren, sin embargo no fui capaz de tomarlo luego de verla, así que no subí a él. En su lugar, me quedé parado, esperando que este volviera a marchar, solo deseando poder echar un mejor vistazo esta vez.

Cuando este cerró sus puertas y se puso en marcha, me balanceé ansioso de ver si lo que había visto era tan hermoso como lo definí en escasos segundos.

Y cuando la vi parada donde mismo un instante luego, descubrí que no era realmente hermosa como había deducido. Lo era muchísimo más.

Me quedé mirándola en lo que caminaba sobre el carril para llegar hasta donde yo estaba y me mordí los labios ansiosamente, esperando que ella llegase. Cuando lo hizo ni siquiera me miró, parecía demasiado molesta por algo que mirarme no parecía formar parte de sus acciones en ese momento.

Minutos luego de que ella mantuviera el teléfono pegado a su oreja la escuché decirle a alguien que llegaría más tarde de lo esperado debido a que había perdido el tren. Y yo suspiré de regocijo por mi grosero pensamiento ante mi felicidad de que hubiera perdido el mismo.

Las cosas no resultaron como mi cabeza había maquinado que funcionaría.

Se supone que yo le hablaría y mantendríamos una conversación hasta que el próximo tren llegara y luego intercambiariamos número para quizás vernos en alguna cafetería una semana después.

Luego de la maravillosa idea recordé que yo era lo suficientemente tímido como para que eso pasara. Así que nada de eso pasó.

Y ese día no me fui con su número de teléfono. Ni siquiera con otra mirada de su parte.

Cinco meses después, desafortunadamente -no tan desafortunadamente- mi auto se aberió frente a una feria. Todo normal.

Hasta que llamé y me dijeron que estarían en una hora remolcándome y decidí entrar a esta.

Todo estuvo en orden, hasta que vi el puesto de algodón de azúcar, y la vi sentada, como la trabajadora del mismo puesto.

Con el corazón desbocado, obligué a mi torpe ser no volver a arruinarlo como hace cinco meses y acercarme a decir al menos un "hola."

Ese día compré apróximadamente unos diez algodones de azúcar, porque cada vez que me acercaba con propósito de hablarle, huía despavorido ante la idea.

Hasta que en el décimo algodón pareció reconocerme como "el chico que ha comprado diez veces seguidas algodón de azúcar" e hizo algún comentario gracioso que contesté tímidamente, hasta que, de alguna manera -creo que nunca recordaría cómo- terminamos hablando y luego de su turno, paseando por cada juego de la feria.

Sonreí encantado cuando esa noche, a diferencia de la primera vez; si volví a casa con su número de teléfono. Además de muchas miradas de su parte.

Ese recuerdo estaba tan vivo en mi cabeza que muy bien podían decirme que había pasado ayer y lo creería. Sólo que sabría que no era verdadero cuando no recibiera una llamada de ella, diciéndome que estaba en una cafetería y que le gustaría comer el delicioso pastel de chocolate conmigo.

Hace tantos años que había pasado eso que era triste, que sólo se tratara de un recuerdo y no de un momento especial en nuestra relación. Porque si, era un hermoso recuerdo, pero no había tal cosa como nuestra relación.

Ojalá pudiera devolver el tiempo.