Desayuno Familiar

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Una gélida mañana de invierno Fred, un chico de unos trece años, despertó en su enorme habitación del gigantesco  castillo donde vivía. En un esfuerzo Fred intentó agarrar con sus frías manos una campana de pequeño tamaño  apoyada sobre su mesilla de noche de madera de ocre. Fred la agitó,  y de inmediato se escucharon los pasos del mayordomo Anthony (muy reconocibles por el gran ruido que producían  sus amplios pies  al avanzar) por el inmenso pasillo de gruesas paredes pintadas de un azul celeste que sujetaban pinturas antiguas en perfecta condición rodeadas por marcos muy bien tallados.
Anthony  golpeó repetidamente sobre la madera blanca de la puerta de Fred y a continuación posó su gran mano sobre el pomo dorado que sostenía la puerta y abrió cuidadosamente.

-Señorito Fred le están esperando  en el comedor - dijo con un tono bajo.

-Ahora voy, muchas gracias Anthony - contestó él.

Fred posó su mano sobre la tela grisácea  del edredón que le tapaba el torso y tiró de ella suavemente. Avanzó unos pasos y se posó unos cuantos centímetros delante del gran armario que se encontraba en su habitación, a comparación de otros chicos de su edad, Fred tenía vestimenta de tiendas carísimas que solía visitar de vez en cuando aunque él no era un gran entusiasta de la compra, más bien la compraba por necesidad de tener algo que vestir. El pijama un tanto elegante  de Fred se desprendió de su cuerpo como las hojas de los árboles en Otoño,  Fred se puso  la primera camisa que encontró y enfundó su pantalón vaquero largo, agarrado por un gran cinturón de cuero grueso en el cual estaban grabadas las  iniciales F.H, posteriormente metió un pie tras otro en sus zapatos blancos de rayas verdes y rojas (Gucci) y seguidamente encaminó hacia el comedor con una ligera marcha.

Al presentarse en el comedor frente a sus padres para desayunar observó que en el otro extremo de la mesa se encontraba su tía Dorothy, Fred intentó disimular e hizo como si no hubiese visto a su querida tía, [esto era  debido a que ella  siempre  le besuqueaba con sus grandes y rechonchos  labios], pero en un intento de escapar hacia su habitación con la única excusa de que no tenía hambre Fred se vio atrapado  por dos grandes labios carnosos que dejaron una enorme marca roja carmesí en sus pequeñas mejillas.

- ¿Te ha vuelto el hambre? - pronunció Rose, madre de Fred que sabía perfectamente porque ponía esa excusa siempre que veía a su tía Dorothy (cuñada de Rose)

-¡Sí!, claro - exclamó Fred.

Esta familia desayunó en un periodo de tiempo bastante largo y cuando ya por fin todos acabaron, Fred abandonó la casa despidiéndose de su tía con un simple gesto la cual se encontraba ahí ya que pasaba de largo hacia su casa y se había pegado como una lapa para conseguir algo de comida gratis (cosa que habitualmente hacía). Éste encaminó hacia el parque "escondido" , [como solían llamarle sus amigos y él a un parque donde nunca de los jamases iba gente debido a su gran vegetación y falta de poda por parte del ayuntamiento] para encontrarse con los pocos amigos fieles y verdaderos que tenía.

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⏰ Última actualización: May 05, 2018 ⏰

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