Capítulo 2

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Capítulo 2.
Parte de mi cuerpo descansa sobre el suyo, acaricio su pecho, él mi brazo mientras me mantiene rodeada con sus fuertes brazos. Mi pierna sobre su pelvis, la sabana apenas nos cubre, el sol del mediodía neoyorkino entra por el gran ventanal de nuestra habitación. Todo es blanco, pulcro. Está decorado a nuestro gusto, elegimos cada cosa de este departamento juntos... hasta lo más mínimo. Suspiro y su voz me saca de mis pensamientos

-En que piensas?- Me eleva el rostro sujetándome del mentón y sonrío amplio.

-En que te extrañaba mucho, extrañaba nuestra casa, estar así... Me gusta tenerte así, conmigo - Lo abrazo y lo lleno de besos haciéndolo reír. -Me gusta mucho venir y estar así, todo el día con tu compañía- Me sube sobre su cuerpo y me pega a su pecho, yo apoyo mi mentón en él y lo miro con la sonrisa más boba que puede existir. -Cuánto te amo mi amor- Lo beso.

-No tanto como te amo yo a ti, mi reina!- Me rio cuando me sujeta dándome muchos besos. -Yo también extrañaba esto, necesitaba sentirte, tenerte en mis brazos y besarte. Hacerte el amor...- Dice acomodando mi cabello hacia el costado, acariciando mi rostro. Cierro mis ojos y disfruto su toque.

-Te tendré una semana?- Pregunta y abro mis ojos.

-No lo creo mi amor, tengo que regresar a México en 3 días o 4- Respondo acostándome en su pecho nuevamente.

-3 días es muy poco- Dice y hago una mueca.

-Lo sé, sabes que si es por mi me quedo a vivir aquí contigo, pero tengo que regresar en menos de 4 días- Suspiro -Vine a trabajar-Digo y rie.

-Así que a trabajar- Dice divertido y afirmo.

-Tú también viniste a trabajar no?- Lo pico y afirma.

-Con la diferencia de que mi esposa cree que estoy en Roma- Me besa -Por lo tanto me quedaré unos días más aquí... quizás pueda convencerte y te quedes unos días más- Me abraza -Toda para mi solito- Me muerde jugando, bajando por mi cuello.

-Mírame- Pido y lo hace, lo admiro, admiro esos ojos verdes aceituna, admiro su hermoso rostro, su recta nariz, su deliciosa boca, su incipiente barba. -Te amo! Disfrutemos estos días, si?- Él afirma. -Que pasa?-

-Nada amor. Sólo quisiera poder tenerte siempre, cuando quiera y no esperar a vernos algunas veces al mes-Suspira.

-Poncho...- Lo sujeto de las mejillas -También quisiera poder besarte y abrazarte donde se me antoje pero...

-Lo sé cielo- Se levanta conmigo y me lleva al baño donde tomamos una deliciosa ducha donde también vuelve a hacerme el amor.

-Amor...- Su voz me hace voltearme y sonrío con su carita. Bajo el fuego de la cocina y me acerco cuando lo pide. -Ábrelo- me da una caja forrada en terciopelo azul, y sonrío.

-Que es?-Le doy un pico.

-Si lo abres, sabrás. Traviesa- Pica mi nariz y la abro, una brillante gargantilla reluce y jadeo. La acaricio y lo miro. -Es un diseño exclusivo, especialmente hecho para ti mi reina- Dice y la saco de la cajita, él la toma de mis manos y se coloca detrás de mi. Me corre el cabello, deja un beso en mi nuca y pone la joya.

-Que preciosidad, amor- Digo y me volteo besándolo y rodeándole el cuello con mis brazos -Gracias... pero como disfrazare esto?-

-Pues dile que te la compraste tú, o no sé cielo, algo le inventas- Me pega a él y me da besos intensos. Guardo la gargantilla otra vez en la caja y recuerdo la comida.

-Se me quema, coño!- Maldigo y él ríe abrazándome por atrás.

-Quítatelo- Pide y miro mi mano, lo había olvidado. Me quito mi anillo de casada, y el de compromiso.

-Ya- Le robo un beso y sigo cocinado. Él ama mi comida, y yo amo cocinar para él. También cocina para mi... y hacemos hasta un buen equipo juntos.

-Quieres ir al cine conmigo ésta noche?- Pregunta y sonrío afirmando -Sé hacer unas palomitas deliciosas- Dice y me carcajeo, nunca salíamos, NY está lleno de periodistas y sería alimentar el cotilleo. Así que preferimos hacer cosas aquí, dentro de nuestro depa. Come con gusto lo que le cocine, le limpio la comisura de los labios con mi pulgar y deja un beso en él. -Le gustó a Chloé mi regalo?- Pregunta.

-Le encantó, estaba maravillada- Sirvo mas jugo en su vaso y también en el mío. Él toma mi mano y besa mis nudillos.

-Mi hermosa mujer- Susurra mirándome a los ojos, mirada que me derrite de amor.

-Solo tuya- Respondo.

-Pronto serás absolutamente mía- Dice y alzo mis cejas divertida.

-Cómo que pronto? Si ya soy absolutamente tuya- Le respondo y niega.

-Ya verás- me deja pensando, achino los ojos y sonríe comiendo. Pasamos todo el día en la cama, viendo películas y series, comiendo palomitas, nachos y papas. Por la noche pedimos delivery y comemos luego de ducharnos.

Al siguiente día es el desfile, parte de la marca de la empresa de mi esposo y de Poncho, desfilaría sus nuevos modelos para esta temporada. Me ausento todo el día, por la noche llego exhausta.

-Hola mi amor, cansada?- sujeta mi abrigo, mi bolso y lo pone en el vestidor del recibidor.

-Un poco- Digo rodeando su cuello con mis brazos, lo beso y él profundiza -Cuánto extrañé esto- Me abraza fuerte y suspiro sintiendo su calor y su aroma. -Mmm huele bien, estas cocinando?

-Oh si- Dice y cuando entro al comedor abro la boca sorprendida, velas, rosas, pétalos, un hermoso clima, champán...

-Amor?- Cuestiono.

-Cena romántica, para nosotros cielo- Me da un pico. -Ponte cómoda-Sirve las copas -Serviré la comida- Añade y sonrío viendo todo a mi alrededor. Amo eso de Alfonso, es detallista, tanto como a una mujer le gusta... es atento, es... Dios!! es el amor de mi vida. Sonrío esperándolo y cuando llega lo hace con ambos platos -Mmm delicioso!- Digo cuando pone mi plato delante de mi, luego el suyo y se sienta. -A que se debe esta cena?

-Te sorprende? Siempre comemos en un ambiente así cuando queremos... y cuando estamos aquí- Toma mi mano y la besa. -Te amo Annie...

-Yo también cielo- Susurro. Comemos, platicamos, nos reímos, nos besamos... a la hora del postre me sorprende con un postre de limón que amo. Me quedo estática cuándo carraspea, y se levanta. Lo miro y sonrío nerviosa, arrodilla una de sus piernas a mi lado y tomo aire.
-Sabes que eres el amor de mi vida, a pesar de las circunstancias, tú eres la mujer que me hace feliz- Dice. Él también lo es para mi. -Por eso y mas quiero proponerte algo..- Saca una cajita y mi corazón se dispara.

-Poncho...- Lo miro asombrada. -No podemos...

-Claro que si mi amor, podemos. Cásate conmigo- Pide y sonrío negando.

-Estas loco...- Digo y ríe.

-De amor por ti- Añade y miro el anillo. Como lo haríamos? Yo ya estaba casada... él no, nunca quiso casarse pero... yo?

-Bebé- Sonrío -Pero...

-Pero que?- Pregunta y me pide la mano, se la doy y su mirada me pregunta si quiero. Afirmo y me pone el anillo, es hermoso.

-Cielos! Estamos locos!- Digo abrazándolo y reímos.

-Podremos hacerlo, pronto- Me dice y afirmo -Mientras tanto, lo haremos de una forma no tradicional. No habrá curas ni iglesias ni jueces...

-No?- Niega.

-No, por ahora-Me besa -Tengo una idea- Me da muchos besos. -Te amo mi amor.

-Y yo te amo a ti, mi loco- Digo dándole muchos besos también. Entonces mientras comemos el postre entre cariños, él me propone una ceremonia íntima, con una persona dándonos una bendición al estilo boda espiritual. Nadie mas que nosotros dos.

Amor En Desamor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora