Pasaron los años después de aquel 24 de diciembre de 1991. Durante el transcurso de cinco años, Kasumi se encargo de ocultar y proteger a su familia a base de mentiras, debido a que Kuro Mikuru no cesaba de buscar al primogénito de Alexander. Kuro era persistente por lo que en varias ocaciones estuvo apunto de encontrar a la familia Muto, pero Kasumi era mas inteligente ya que obligaba a su hijo a cambiar de residencia constantemente.
Al paso de los años los pequeños hijos de Alexander crecieron físicamente y mentalmente. Estos pequeños eran los niños perfectos para la familia Muto; eran inteligentes, educados, alegres, valientes y sobre todo amorosos. Era un día soleado y hermoso del 20 de septiembre de 1997, para entonces Kasumi a sus cincuenta y cuatro años de edad saldria a pasear al parque de Akina junto a sus nietos, quienes disfrutaban jugar al aire libre.-¡Yami, Yugi! Vengan acá -dijo Kasumi desde la ventana de su habitación.
-Vamos abuelita -respondieron en unisono ambos niños de cinco años de edad desde el jardín.
-¡¿A dónde vamos a ir esta vez abuelita?! -preguntaron entusiasmadamente una vez que entraron a la habitación de Kasumi.
-Iremos al parque central de Akina mis pequeños nietos.
-¡genial abuelita! ¿Y podre subirme a la resbaladilla con Yugi?
-Por supuesto, siempre y cuando no se separen.
Después de la conversación entre Kasumi y sus nietos, Alexander junto con Nagisa se hicieron presentes en la habitación de Kasumi para averiguar el motivo del gran entusiasmo de sus hijos.
-¿A dónde irán madre? -pregunto Alexander mientras cargaba a Yugi.
-Iremos al parque al que solía llevarte cuando tenías la edad de mis nietos -respondio alegremente mientras abrazaba a Yami.
-Si papito, mi abuelita nos llevara a jugar en la resbaladilla -dijo el pequeño Yugi mientras abrazaba tiernamente a su padre.
-Está bien mis amores, solo recuerden que no deben separarse de su abuelita, de acuerdo -dijo Nagisa en compañía de una tierna sonrisa.
-De acuerdo mami -dijeron ambos infantes.
Después de aquella conversación, Yami y Yugi abandonaron la habitación de su abuela para ir en busca de sus pelotas por si en algún momento se aburrían de estar en la resbaladilla. Kasumi observo como aquellos pequeños corrían alegres, por lo que recordó cuando su hijo era tan solo un niño de cinco años.
-Alexander, en verdad que tus hijos se parecen tanto a ti -dijo Kasumi mientras suspiraba.
-Lo sé madre, son mis hijos.
-Si, pero en realidad el que tiene mayor parecido a ti es el pequeño Yami, tan solo date cuenta, tiene tu determinación, tu físico, tu carácter y tu nobleza.
-Madre, ya hablamos de esto, tanto Yami como Yugi tienen tus ojos mientras que yo los tengo gris azulejo como mi padre, aunque debo admitir que me sorprende la madurez de Yami, de alguna forma si me recuerda un poco a mi.
-Yami es tu vivo reflejo Alexander. Yugi también tiene tu físico pero su carácter es mas como el de Nagisa; es valiente pero a la vez temeroso.
Pasaron algunos minutos después de aquella conversación, para entonces Kasumi abandono su habitación para ir en busca de ambos niños de piel blanca, cabello tricolor (rojo, negro y rubio) en forma de cinco picos, con dos mechones rubios y de ojos color violetas que se encontraban esperando dentro de la limosina de la familia.
-Andando abuelita -grito Yugi entusiasmado desde el interior de la limosina.
-Muy bien pequeños, pónganse los cinturones de seguridad -dijo Kasumi al momento de adentrarse al vehículo, para que una vez dentro prosiguieran a dirigirse al parque.
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Juego criminal
FanfictionLa familia Muto quedo condenada a muerte al incumplir con la mafia. Yami Muto, quien ha sido el único sobreviviente de su familia, adopta el nombre de Gibrain Takahashi para convertirse en un prestigioso detective, con la única intención de cobrar j...