Flores explosivas (EDITANDO)

~39~

"Lo siento"

Después de haberme calmado baje, los demás me buscaban así que les dije que había ido por algo de beber y me quede ahí un momento, observando las estrellas, era una verdad a medias, o media mentira, como fuera que lo viera, el punto era que estaba de vuelta, me puse la pijama, un camisón con un short debajo que no se veía, apague las luces y me acomode en la cama, cerrando los ojos y tratando de dormir.
Y lo logré, pero el sentir el molesto ardor en mi garganta me hizo removerme incómoda, y al no pasarse me hizo levantar, me froté los brazos, la temperatura había bajado, de mala gana cerré la puerta de la terraza, me puse las pantuflas y salí de la habitación, para detenerme en seco, del otro lado del pasillo miré aquella puerta, recordando lo que había pasado, queriendo dejarlo de lado continué mi camino, baje las escaleras y tome una botella de agua de una pequeña alacena que teníamos con algunas cosas básicas, bebí un largo trago dejando que el agua a temperatura ambiente apaciguara el dolor en mi garganta, un ruido súbito me asusto, soltando algunas flores, me giré para encontrarme a Bakugou, exactamente a quien menos quería ver en ese instante, hubiera desviado la mirada de no ser por qué me percaté de todas aquellas heridas. Siguiendo a mis impulsos y no a mi razón me acerque rápidamente, un tanto alarmada, dejando sobre la mesa mi botella casi vacía

—¡¿estas bien!?—hablé por lo bajo mientras lo tome suavemente del rostro inspeccionándolo, él mantenía la mirada seria y desviada, solo un par de segundos después caí en cuenta de lo que hacía y lo solté mientras retrocedía, tomando distancias con algunos pasos—l-Lo siento...no volveré a hacer eso...¿t-te encuentras bien?—no esperaba que respondiera, o si lo hacía, esperaba que me gritara que lo dejara en paz o algo por el estilo, pero permanecía serio y con la mirada baja

—...—su silencio me dio a entender que no iba a hablar conmigo, estaba por darme la vuelta cuando hablo—...estoy bien...—su voz sonaba tan débil que no hizo más que preocuparme más, volví a acercarme lentamente, pero él seguía sin mirarme, no sabía que hacer o decir, quería saber qué pasó, pero no quería molestarlo, sus palabras volvieron a mi mente haciendo que aquella opresión en mi pecho volviera

—...s-si necesitas algo no dudes en pedírmelo ¿bien?—me giré dispuesta a huir de ahí, no quería llorar nuevamente, por desgracia, un agarre suave pero firme en mi brazo, a la altura del codo me hizo detenerme pero no me giré

—...¿porque haces esto?—un tanto curiosa me giré, pero él no me soltó, seguía sin mirarme

—¿q-que cosa?

—...me escuchaste—baje la mirada, el lo sabía, y seguro le había molestado, y como no, no debería de haber estado escuchando—escuchaste todas aquellas cosas que dije sobre ti...¿porque apesar de eso sigues preocupándote por mi?...—

—...—guardé silencio con la mirada aún baja, este no era definitivamente como para que se lo dijera, ademas, no estaba preparada mentalmente para confesarme—..yo...no lo sé...

El silencio nos rodeó, el ambiente se sentía algo pesado, alce la mirada, repasando con la misma aquellas heridas recientemente tratadas, su mal carácter se había ido dejándolo decaído, y diría con certeza que nunca lo había visto de ese modo

—Bakugou...¿qué pasa?—el me miro, y un escalofrio me recorrió de abajo hacia arriba, aún así me mantuve firme, y manteniéndole la mirada, segundos después volvió a desviarla

—yo...—suspiro y nuevamente me miro, el suave y cálido agarre en mi brazo desapareció—...no es nada...iré a tomar algo de aire

Dicho esto dio media vuelta y volvió a salir por la puerta de los dormitorios, me quede ahí, estática, sin saber qué hacer, quería ir tras el, pero lo que había dicho antes me hacía querer detenerme, no se veía bien y no quería que mi insistencia lo pusiera peor, caminé hacia mi habitación y entre, entonces mi mirada se posó sobre una prenda color negro, sobre el escritorio, la tome en mis manos, observándola detenidamente