—¿Vas a llevar a nuestro hijo a tomar fotos para la revista? —mi padre se tranquilizó al mirar que eso era lo que iba a decir mi mamá.—Sí, ¿Por qué amor? ¿Pasa algo, que quieras contarme? —yo seguí mirando a mi mamá algo preocupado, mientras mi padre le preguntaba sereno.
—Yo... —el celular de mi mamá sonó, alguien le estaba llamando a su celular—, ahorita regreso —se levantó del comedor y se alejó de nosotros para no escuchar que era lo que estaba diciendo con la persona que le estaba llamando, al momento de mirar a la pantalla de su de su celular, se le miró algo nerviosa y preocupada, cuando estaba hablando por su celular, se le miraba que quería entrar en llanto.
Duró unos minutos hablando, se acercó con pasos lentos, me miraba a mí y a mí padre triste, sus ojos verdes estaban llenos de agua, paso sus manos en su rostro y quitó las lágrimas que se le habían salido al hablar por el celular. Al estar junto al comedor, evito verme y se acercó a mí padre.
—Gabriel —su voz sonó quebrada—, nesecitamos hablar.
—Ahorita —mi padre la miró con su rabillo de su ojo, yo seguía confuso, no sabía que estaba pasando en ese momento, quería que alguien me explicara que estaba ocurriendo.
—Sí —ahí estaba parada mi madre, su rostro era oculto por su cabello rubio, sus hombros estaban descubiertos, las puntas de su cabello estaban onduladas.
—Podemos hablar cuando lleguemos de la sesión de fotos —agarro el jugo de naranja y bebió un poco, para después levantarse del comedor y darme una orden con su mirada de que yo también ya me levantará—, ahorita ya nos tenemos que ir amor, si no se nos hará tarde, verdad hijo —me despeinó el cabello con su mano y luego besó a mi mamá.
Mi madre se quedó ahí parada sin decir nada, al ver que nos dirigíamos a la puerta corrió detrás de nosotros.
—Gabriel, esto es algo urgente, nesecito hablar contigo ahora, si no lo hago —nos observó a ambos con la mirada rota—, será demasiado tarde.
Mi padre se dio cuenta que era algo serio de lo que mi mamá le quería hablar, miró a mi mamá, quién estaba con los ojos llenos de agua y cada vez que se le salía una pequeña lágrima se volteaba de espaldas para limpiarla.
—Si quieres hablar, lo haremos —mi padre me miró—, hijo espérame afuera, salgo en un momento después de que termine de hablar con tu madre.
—Esta bien papá —salí de la casa y me quede parado ahí afuera.
Se escuchaba que estaban hablando, después de unos minutos se escuchó a mi madre llorar, me preocupé y entre de nuevo a la casa, mi padre me miró y me dijo:
—Vamonos Adrien, se nos hará tarde.
—Mamá... —hablé en voz baja al ser llevado a empujones por mi papá.
—¡Gabriel! —gritó mi mamá llorando—, ¡No vayan, por favor! No sabes el riesgo que están corriendo tú y mi hijo.
—¿Papá de que está hablando mi mamá? — me detuve en el marco de la puerta.
—Son sueños de tu madre, tuvo una pesadilla, vámonos hijo, no es nada grave como tú crees.
—¡Gabriel, noooo! —mi mamá gritó llorando aún más fuerte cuando mi papá cerró la puerta de la casa.
—Papá, yo tengo que ir con mi mamá, ella me necesita —me di la vuelta y me dirigí de nuevo a la puerta para abrirla.
—Son cuentos, tú mamá no habla enserio.
Me agarro del brazo fuertemente y me llevo hasta el auto.
—Mi mamá nunca miente —al lado del coche, lo miré con los ojos en furia.
—Pero es imposible que sea verdad, no me mires así Adrien, sube al auto —abrio la puerta para subirme—, ¡Sube! No tenemos tiempo, llegaremos tarde si sigues así.
—Prefieres el dinero a que tú familia, nunca te creí así padre —seguía observándolo con los ojos llenos de irá.
—Mira, no tengo tiempo para tus caprichos —cerro los ojos y se agarro el puente de la nariz.
Me subí enojado al auto, durante el camino no hable con mi papá, no dije ninguna palabra, al llegar a la sesión de fotos, me posicione como me decía el fotógrafo, después de una media hora, el fotógrafo me envió a vestirme: unos jeans de color azul marino, un suéter color coral y unas gafas de sol. Para otras fotos.
Me metí las manos en los bolsillos y el fotógrafo posicionó la luz blanca donde estaba yo, mi padre sonreía y se ponía de acuerdo con un hombre sobre la siguiente revista, mientras le mostraba sus diseños de ropa.
Como puede ser que seas así papá, no ¿Te importamos? O sólo eres un hombre que no prefiere escuchar a las palabras de mi madre, quién nunca miente.
Seguía mirándolo con odio, me dolía saber que había dejado a mi mamá llorando en la casa.
Después de unas fotos: entraron unos hombres vestidos de negro, con armas en sus manos, sus rostros eran cubiertos por una máscara negra, sólo se podía ver sus bocas, sus ojos y la punta de su nariz.
Mi padre se quedó con la boca abierta y soltó su cuaderno, donde tenía sus diseños, levantó las manos y me miró preocupado. Cuando el hombre que lo estaba amenazando se dio la vuelta, él corrió hasta mí y me abrazó, de sus ojos salieron lágrimas.
—Perdóname hijo, perdóname —me abrazo fuertemente mientras estaba llorando sin parar—, tú madre tenía razón.
Mis ojos se abrieron tanto y mis labios también, mi madre sabía que los hombres iban a venir a atacarnos ¿Por qué ella sabía eso? ¿En que estaba metida?
Cinco hombres nos rodearon, después de haber matado al fotógrafo y a otros que estaban dentro.
—Te quiero hijo, siempre fuiste mi orgullo —habló en voz baja, sus palabras se quebraron y apeñusco sus manos en mis hombros. Sus palabras llegaron a lo más profundo de mí, sabía que era el final, que ya nunca más lo iba a ver, al igual que también de mi muerte, que estaba asegurada.
—Te quiero padre —cerré los ojos y lo abraze fuertemente, dejando salir las lágrimas y dejándome desahogar para dejar de sentir el nudo en mi garganta.
—Awww miren que tiernos, si con esto, dan más ganas de sentir su sangre fuera de sus cuerpos —dijeron ellos, acercando más sus armas y preparándolas para disparar.
—¡Noooo! ¡Dejen los, ellos no tienen nada que ver, soy yo a quién buscan! —se paró mi madre ante ellos.
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Mí Cómplice
FanfictionFanfic adaptado de la serie original: Miraculous Ladybug, por el creador Thomas Astruc. La actitud de los personajes en está obra es diferente a la original; por lo tanto aquí no serán héroes y tampoco existirán los prodigios. Los shipps principal...