Mundo Paralelo

El Sueño

El miedo me invadió y las fuerzas me abandonaron, caí de rodillas frente a Newt

-¿Qué tienes? ¡Nadia! – Dijo con desesperación

- Newt tengo miedo de – no dejo que terminara la oración

- Nadia ya hablamos sobre ello y eso no pasara – Me abrazo, fue la causa que derramara todas las lágrimas que estaba conteniendo desde que inicio toda la operación para el rescate de Minho, me dio un beso en la frente, dejo su arma y casco a un costado de él, levanto mi rostro el cual se encontraba totalmente cubierto por lagrimas con sus pulgares, limpio mis mejillas me abrazo yo me aferre a él, al oído me susurro

-Cuando todo esto termine, estaremos juntos–

-Lo prometes– dije a lo que él respondió – lo prometo–

Rompimos el abrazo y lo mire a los ojos, el me regalo una sonrisa y tomo su arma cuando se estaba poniendo de pie lo tome del brazo lo baje a mi altura, solté su brazo y con mis dos manos tome su rostro y le di un beso, cuando este término unimos nuestras frentes y después nos miramos el hablo primero –Definitivamente regresare por más de esto– 

Yo solo sonreí, ambos nos pusimos de pie Brenda, Gally y Thomas no creían lo que acababa de pasar – Vámonos Brenda – dije y comencé a caminar en dirección a lo que indicaba el plan, pero una mano me detuvo me gire y ahí estaba el con su cabello húmedo por el sudor, su rostro un poco sucio por la tierra pero con una sonrisa perfecta, podría al pasar el resto de mi vida admirándolo estaba perdidamente enamorada de él, fue tan sorpresivo que tarde en reaccionar pero en un momento ya nuestros labios se habían unido en un beso tierno y apasionado a la vez, nos separamos nos miramos y en esa mirada había una complicidad, ese beso me había confirmado su promesa retome mi andar pase junto a Brenda ella siguió mi paso y solo pregunto  ¿Qué paso aquí? ¿De qué me perdí? ¿Cuándo paso esto? ¿Algo que me quieras contar?

Escuche a lo lejos -vámonos Romeo- y con ello reí en mis adentros – Cuando termine todo esto prometo que te contare todo – le dije a Brenda mientras las dos corríamos

Después del recate todos esperábamos en el transporte que Jorge y Vince llevaron, el tiempo pasaba y cada minuto que no aparecían los chicos se hacía eterno tanto para Brenda como para mí, Yo sabía que Brenda sufría más que yo, ya que Thomas aún seguía enamorado de Teresa y Brenda sentía algo muy fuerte por Thomas y no faltaba que me lo digiera, sus ojos lo gritaban en más de una manera. 

 A lo lejos escuchamos un grito – Brenda – era Minho – Brenda, el suero – algo no estaba bien ella lo tomo y salió disparada, yo detrás de ella, Gally trato de detenerme, pero antes de queme sujetara, me barrí por el suelo evitando el encuentro con su brazo, al pasara Gally me incorpore y seguí corriendo detrás de Brenda, en el camino la batalla continuaba entre las calles.

Evadimos un par de tiros protegiéndonos detrás de los vehículos y de los escombros, de alguna manera me separe de Brenda, yo gritaba por ella y de pronto una explosión cerca de donde me encontraba logro que la perdiera de vista, cuando el polvo de la explosión dejo visibilidad de nueva cuenta todos me habían dejado, los chicos corrían detrás de Brenda 

Me incorpore y comencé a correr, después de unos metros un dolor en la pierna me hizo darme cuenta de que estaba herida, algo en la explosión me había golpeado, pero el dolor no era más grande que mis ganas de saber que era lo que ocurría, mientras más me acercaba a los chicos el camino se hacía eterno para mí, el dolor logro retrasarme más de lo que esperaba, perdí el rumbo del camino, me pare y a lo lejos vi a Thomas corrí en su dirección y al llegar al punto donde lo visualice, el ya no se encontraba presa del pánico mire en todas direcciones,  a lo lejos vi a Brenda y a Gally llorando y viendo al suelo, conforme me movía y tuve una visión amplia de ellos vi a Minho y Sartén arrodillados llorando.

 Y en el suelo estaba el hombre del que me había enamorado, muerto con un cuchillo enterrado en su pecho y transformado en lo que ambos temíamos antes de iniciar todo esto, las lágrimas brotaron sin ningún control 

 Corríen dirección a ellos – No, No, No, No, No, No, No, No – me decía mientras llegaba a ellos